Messi lucha, Ronaldo marca
El argentino, enrabietado y orgulloso ante la falta de f¨²tbol del Bar?a, intenta liderar sin ¨¦xito la remontada ante la Juve de Ronaldo, que hizo dos dianas de penalti
Nunca se podr¨ªa haber imaginado Cristiano Ronaldo que a cada ocasi¨®n que cogiera el esf¨¦rico entre los pies, no se alzar¨ªa el estridente revuelo ni los improperios habituales del Camp Nou, estadio que le tiene la mayor de las tirrias. Resulta que la pandemia se llev¨® el alma de los campos, tambi¨¦n los ¨¢nimos y los insultos. As¨ª, el portugu¨¦s, de 35 a?os, jug¨® en Can Bar?a como si fuera uno m¨¢s¡ Pero no lo era. M¨¢s bien, era, es y ser¨¢ [si no en el campo, s¨ª en la hemeroteca y en las estad¨ªsticas] el rival coet¨¢neo de Messi (33 a?os), ¨²nico capaz en discutirle su abrumadora superioridad en el planeta f¨²tbol.
Sin ir m¨¢s lejos, unas horas antes de verse sobre el tapete, los Globe Soccer Awards (premios anuales que se celebran en Dubai) les nominaron al mejor jugador del a?o junto a Lewandowski; tambi¨¦n como los mejores de este siglo junto a Salah (Liverpool) y el exazulgrana Ronaldinho. Y aunque el tiempo y la madurez ha limado sus asperezas, hasta el punto de que se dieron un abrazo antes de comenzar el duelo, nada cambi¨® cuando empez¨® a rodar el bal¨®n, voraces ambos por ganar el duelo y el primer puesto de la liguilla. Cristiano Ronaldo se llev¨® el bot¨ªn.
Como Cristiano estaba con coronavirus durante el encuentro de la ida, hac¨ªa un a?o y siete meses que estos dos superdotados del bal¨®n no se encontraban sobre el c¨¦sped; extraterrestres que han gobernado el planeta f¨²tbol en los ¨²ltimos 15 cursos, puesto que Messi suma seis Balones de Oro y otras tantas Botas de Oro por los cinco y cuatro de Cristiano. Pero Leo anda con la mosca detr¨¢s la oreja, a la gresca con el club porque durante el verano no le dejaron marcharse por exigirlo fuera de plazo, desanimado por el devenir liguero del equipo ¡ªperdido en el ecuador de la tabla¡ª y por las escasas expectativas de t¨ªtulos. Lo contrario al luso, capit¨¢n general de una Juve que juega para ¨¦l por m¨¢s que sea un f¨²tbol m¨¢s efectivo que atildado. Estados de ¨¢nimos que se expresaron al inicio del encuentro, adormilado Leo y efervescente Ronaldo.
Pena m¨¢xima de Ara¨²jo
Advirti¨® el 7 de la Juve de su presencia con un disparo de pillo, un remate con las u?as porque no le dio tiempo a armar la pierna, recurso que bien pudo recordar al gol de Ronaldinho en Stamford Bridge (2004; campo del Chelsea). La diferencia es que el chut fue demasiado centrado, nada que incomodara a Ter Stegen. Poco despu¨¦s, durmi¨® un centro lateral con el pecho y lo dej¨® de cara para la llegada de Danilo, que le peg¨® con todo pero se march¨® arriba. ¡°?Nooo!¡±, se le escap¨® a Ronaldo, que decidi¨® jug¨¢rsela a la siguiente jugada. Y se sali¨® con la suya porque ret¨® a Ara¨²jo y, aunque perdi¨® la carrera y la posici¨®n de forma neta, el colegiado decret¨® penalti por un empuj¨®n que el VAR no rectific¨®. El ¡°no¡± pas¨® r¨¢pido al ¡°?Siuuuu!¡± famoso grito que enton¨® para festejar su cuarto Bal¨®n de Oro. Y ese fue el tanto n¨²mero 14 (de los 20 que le ha hecho al Barcelona) en 16 encuentros en el Camp Nou, su primero en la Champions.
Mejores registros acumula Messi en el enfrentamiento directo (22 tantos y 16 triunfos por los 11 de Ronaldo en 36 envites), aunque anoche estuviera desafinado. Tambi¨¦n estaba enrabietado, sobre todo al encajar el Barcelona el segundo tanto, por lo que lider¨® el orgullo ag¨®nico del equipo. Lo intent¨® con un disparo desde la frontal raso y cruzado que Buffon envi¨® a c¨®rner; sigui¨® con un remate centrado tras la habitual asistencia de Alba; y McKennie le derrib¨® en el ¨¢rea cuando iba a chutar, acci¨®n que revis¨® el VAR pero dej¨® pasar al entender la involuntariedad. Sigui¨® el 10 en sus trece en el segundo acto con otro disparo que Buffon desactiv¨® en dos tiempos, una falta desviada e incluso con un ¨²ltimo remate que Braithwaite no pudo embocar en el rechazo.
No hubo diana y en el ¨¢rea opuesta el VAR dictamin¨® una mano de Lenglet. Entonces, Cristiano bes¨® al bal¨®n y lo coloc¨® en el punto de cal. Chut, gol (acumula 752 por los 712 de Leo) y nueva celebraci¨®n. Messi se lo mir¨® de lejos, ya abatido, de nuevo derrocado su reinado en Europa por una actuaci¨®n colectiva paup¨¦rrima del Bar?a. ?l, luchador en solitario, lo intent¨® y so?ar¨¢ con Buffon; Ronaldo, con dos goles y el salvoconducto como primeros de grupo para los octavos, lo logr¨®.
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