Jo?o F¨¦lix, otra vez el azote de Simeone
El cambio del luso en el derbi vuelve a cuestionar la relaci¨®n futbol¨ªstica entre la estrella y el entrenador del Atl¨¦tico
¡±En ning¨²n contrato est¨¢ escrito que un jugador deba ser titular o jugar los 90 minutos¡±, desliza un dirigente del Atl¨¦tico. Por encima de que entre algunos miembros de la directiva cueste entender el cambio de Jo?o F¨¦lix, la airada reacci¨®n de este tras ser sustituido en el derbi, a la hora de juego y con 1-0 en el marcador, ha desatado un enfado generalizado contra la cadena de gestos de disconformidad de los jugadores hacia Simeone. El carrusel de desaires lo inici¨® Marcos Llorente en el Metropolitano ante el Lokomotiv de Mosc¨², continuaron Luis Su¨¢rez y Sa¨²l en Salzburgo, y lo prorrog¨® el delantero luso en las gradas del Alfredo Di St¨¦fano. En el Atl¨¦tico aseguran que no se tomar¨¢n medidas disciplinarias, aunque no descartan que haya conversaciones internas para frenar esos arrebatos que tan mala imagen han transmitido del colectivo.
Los movimientos con la cabeza, denotando incomprensi¨®n, y la violenta patada al aire que lanz¨® Jo?o F¨¦lix antes de acomodarse en la tribuna reservada a los suplentes delataron a un futbolista que no termina de cuadrar una relaci¨®n de mutua confianza con su entrenador. En el club defienden que Simeone ya explic¨® el cambio en t¨¦rminos futbol¨ªsticos al t¨¦rmino del partido argumentando que necesitaba m¨¢s f¨ªsico en el centro del campo para evitar que el Madrid terminara haciendo m¨¢s goles. Esto sucedi¨® justo despu¨¦s de que Simeone ordenara el controvertido cambio del luso, con el tanto de Carvajal. El Cholo no solo pens¨® en la posibilidad de empatar el partido, sino que en su decisi¨®n tambi¨¦n estaba preservar el goal average particular por lo que pueda suceder al final del campeonato. La entrada de Kondogbia por Luis Su¨¢rez ya fue en esa direcci¨®n.
La cuesti¨®n est¨¢ en si calar¨¢ con gravedad el desaire de Jo?o F¨¦lix en la relaci¨®n que mantiene con el t¨¦cnico. Desde que aterriz¨® en el Atl¨¦tico por 126 millones de euros, este se ha convertido en un azote para Simeone porque sus caracter¨ªsticas jugaban en contra del libreto m¨¢s cl¨¢sico del entrenador. En el inicio del curso pasado chirri¨® cuando el entrenador le reserv¨® un lugar en la banda derecha, con obligaciones defensivas que nunca hab¨ªa desempe?ado y que le alejaban de las zonas de ataque m¨¢s adelantadas. El jugador manifest¨® su descontento por la posici¨®n. Tambi¨¦n su agente, Jorge Mendes, mostr¨® su disconformidad al club. El magnate de la representaci¨®n dej¨® claro por entonces que no hab¨ªa llevado a su representado al Atl¨¦tico para jugar de esa manera. Por momentos, el enquistamiento del conflicto iba camino de la decisi¨®n m¨¢s compleja para el club: o el jugador o el entrenador.
Mejores registros
En la relaci¨®n a tres bandas, jugador, entrenador, club, siempre sobrevuela la sensaci¨®n de que si el juego del equipo no se acomoda a las caracter¨ªsticas del primero, este no tardar¨¢ en solicitar su marcha. En los peores momentos del jugador el curso pasado, Mendes ya hizo movimientos en el mercado ingl¨¦s con vistas a una venta prematura. La suplencia de Jo?o F¨¦lix en Lisboa, en los cuartos de final ante el Leipzig, tambi¨¦n levant¨® ampollas y disgust¨® sobremanera al jugador y a su apoderado. Las tres partes se concedieron una especie de segunda oportunidad con el inicio de esta temporada.
El cambio hacia un equipo m¨¢s ofensivo impulsado por los jugadores hab¨ªa deparado la explosi¨®n m¨¢s continua de Jo?o F¨¦lix. Al derbi se present¨® con ocho goles y tres asistencias entre Liga y Champions y doblando su registro de pases y de regates respecto al curso pasado. En la hora de juego sobre la hierba de Valdebebas, Jo?o F¨¦lix padeci¨®, como el resto del equipo, la incapacidad para salir de la presi¨®n a la que le someti¨® el Real Madrid. Aculado el Atl¨¦tico por su rival y por no encontrar soluciones, el luso se march¨® a la hora de juego sin un remate a puerta. Pero tambi¨¦n cuando la ocasi¨®n de Lemar avisaba de que su equipo empezaba a generar m¨¢s en ataque.
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