Delonte West, la cara m¨¢s triste de la NBA
Las redes difunden im¨¢genes deplorables del exjugador de los Celtics y los Cavaliers, que sufre de un trastorno bipolar y se encuentra en la indigencia
¡°Me enferma ver las im¨¢genes de Delonte (West). Para contestar a todos los que me preguntan sobre esta situaci¨®n¡ Todo lo que podemos hacer rezar por ¨¦l y por su familia, y esperar que busque la ayuda que necesita¡±. Este es el inicio del texto hecho p¨²blico por Jameer Nelson, el base que jug¨® en la NBA desde 2004 hasta 2018, a prop¨®sito de dos v¨ªdeos difundidos en las redes en los que aparece el tambi¨¦n exjugador de la NBA Delonte West en unas condiciones deplorables. Hay quien afirma que vive en la indigencia, en la calle.
Un oficial de polic¨ªa de Maryland ha sido suspendido por filmar uno de los v¨ªdeos en que aparec¨ªa? West mientras era interrogado, sin camisa y esposado. La polic¨ªa explic¨® en un comunicado que fue alertada de una pelea cerca del casino MGM National Harbor, en Washington, DC. Cuando llegaron los oficiales, vieron a un hombre sangrando por la cara y tomaron la decisi¨®n de esposarle. Se trataba de West. Tanto ¨¦l como la otra persona implicada en el incidente rechazaron el tratamiento m¨¦dico y se negaron a presentar cargos.
West, de 36 a?os, jug¨® en la NBA desde 2004 hasta 2012. Ten¨ªa tan solo 29 a?os cuando se vio obligado a poner fin a su carrera. Sufr¨ªa un trastorno bipolar que alteraba su estado de ¨¢nimo. Tuvo que lidiar con la enfermedad, con ¨¦pocas en que se encontraba bien y su comportamiento era satisfactorio, y episodios c¨ªclicos que desembocaron en una serie de desmanes.
Nacido en Washington y tras su etapa en el Saint Joseph College, fue elegido en el puesto 24 del ¡®draft¡¯ de 2004 por los Celtics. Jug¨® en Boston sus tres primeras temporadas en la NBA, a continuaci¨®n lo hizo con Seattle, Cleveland, donde fue compa?ero de LeBron James y alcanz¨® su mejor clasificaci¨®n con la final de la Conferencia Este en 2009, para despu¨¦s regresar una temporada a los Celtics y otra, la 2011-2012, a Dallas. Fue la ¨²ltima. Cuando iba a dar inicio la siguiente, en octubre, algo grave sucedi¨® en el vestuario. Fue la gota que colm¨® el vaso de la paciencia de sus compa?eros y de su entrenador, Rick Carlisle. Los Mavericks lo despidieron.
Base-escolta zurdo, fue un jugador liviano, de 1,93 metros y 81 kilos, h¨¢bil, con buen manejo de bal¨®n y buenos porcentajes. En aquella temporada 2008-2009 en que los Cavaliers llegaron a la final de Conferencia, fue el tercer m¨¢ximo anotador del equipo en los playoffs con una media de 13,8 puntos, adem¨¢s de 4 asistencias, por detr¨¢s de LeBron y Mo Williams.
En sus ocho temporadas en la NBA gan¨® un total de 16,2 millones de d¨®lares, 14,6 millones de euros, una cifra que, de no haber sido por sus problemas de salud, hubiera sido muy superior. Tuvo que aceptar el m¨ªnimo salarial en su ¨²ltimo contrato con los Mavericks. Ya en 2010, cuando jugaba en los Cavaliers, fue detenido por la polic¨ªa por haber cometido una infracci¨®n de tr¨¢fico. Y cuando registraron sus pertenencias encontraron dos rev¨®lveres y un fusil escondidos en la funda de una guitarra. Un a?o despu¨¦s fue condenado a arresto domiciliario y la NBA le sancion¨® con 10 partidos.
En febrero de 2012, seg¨²n explic¨® despu¨¦s ¨¦l mismo, no pudo costearse el pago de un apartamento en Dallas y durmi¨® varias noches en el vestuario de los Mavericks y tambi¨¦n en su coche. Despu¨¦s, tuvo que trabajar en una tienda de muebles en Maryland y vender sus coches y sus joyas. ¡°Todo lo que pose¨ªa, excepto mi casa y mi ropa¡±, explic¨® en el Dallas Morning News.
Ahora, tras haberse difundido las im¨¢genes en que se encontraba en la calle en unas condiciones deplorables, su amigo Jameer Nelson, con el que estudi¨® y jug¨® en Saint Joseph, exhorta a trav¨¦s de las redes sociales: ¡°El trastorno mental es algo con lo que muchos tienen que lidiar y ni siquiera lo saben hasta que es demasiado tarde. No s¨¦ exactamente qu¨¦ est¨¢ pasando con Delonte, pero ¨¦l sabe que estoy aqu¨ª y que lo ayudar¨¦ a superar esto. S¨ª, he estado hablando con ¨¦l durante los ¨²ltimos meses, he estado tratando de estar cerca como amigo. Hay algo que s¨ª s¨¦. Si tienes preocupaciones mentales, emocionales o f¨ªsicas en la vida, tienes que hablarlo con alguien, con un m¨¦dico; no con tus padres, amigos, primos o esposa, sino con alguien que tenga conocimientos para ayudar a las personas que pasan por este tipo de problemas. Y tened cuidado cuando publiqu¨¦is v¨ªdeos y fotos de alguien. Pod¨¦is pensar que lo est¨¢is ayudando, pero tal vez pueda hacerle m¨¢s da?o. Las personas tienen hijos y los ni?os no merecen ser avergonzados. Por favor, rezad¡±, concluye Nelson. El ex entrenador de Saint Joseph, Phil Martelli, ha explicado que est¨¢ trabajando para obtener ayuda m¨¦dica para West. Martelli dirigi¨® a West y Nelson durante tres temporadas.
Despu¨¦s de que varios jugadores de la NBA, como Kevin Love y DeMar DeRozan, hicieran p¨²blico que hab¨ªan sufrido trastornos de tipo mental, la NBA cre¨® un equipo de trabajo para abordar estos casos. La pr¨®xima temporada contar¨¢ con un Programa Integral de Salud Mental y Bienestar para prevenir situaciones de riesgo para sus deportistas. En el dec¨¢logo de medidas fundacionales se incluyen tres obligaciones para las 30 franquicias: contar en su staff, con al menos, un profesional con ¡°experiencia en la evaluaci¨®n y el tratamiento de problemas cl¨ªnicos de salud mental¡±, designar ¡°un psiquiatra licenciado¡± que est¨¦ disponible para ayudar a manejar los casos que aparezcan en su ¨¢mbito, y dise?ar ¡°un plan de acci¨®n¡± ad hoc para ¡°emergencias¡± de este tipo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.