El Madrid, un l¨ªder con cabeza
Un gol de Nacho, de cabeza tras un centro lateral, devuelve al equipo de Zidane al primer puesto de LaLiga tras un partido en Valladolid en el que fue de menos a m¨¢s
Medio tiempo le bast¨® al Madrid para lanzarse como l¨ªder tras un partido que solo repasar¨¢ Nacho. Un gol del canterano, ese interino que rara vez chirr¨ªa, le dispar¨® con tres puntos de ventaja sobre el Bar?a. Tras un primer tiempo de bostezos, el Real apret¨® m¨¢s tarde a un Valladolid desinflado en el segundo tiempo hasta que Nacho le caz¨® al vuelo y le dio la puntilla. Un Madrid con cabeza y comprometido hasta en d¨ªas nublados salv¨® uno de esos partidos que se pueden enlodar por el sobreest¨ªmulo ajeno. Uno de esos encuentros sin mayor gracia, pero que definen a los campeones.
De entrada, Valladolid y Madrid se negaron hasta la nader¨ªa. Eso fue el primer acto, puro barbecho. Los de Pucela, firmes sin la pelota; trabucados con ella. Los del Real, pesadotes, ingr¨¢vidos, sin mordida. Todo tosco, salvo la intriga del quisquilloso VAR. Lo suyo no es valorar tarascadas como la de Joaqu¨ªn a Rodrygo, al que volte¨® con las suelas por delante como sierras. Una amarilla y falta a pies de Kroos. Su rosca la cabece¨® Casemiro a la red, pero le penaliz¨® que le colgara una manga. Lo llaman f¨²tbol de vanguardia, con la tecnolog¨ªa como justiciera por encima de la naturaleza del juego. Ninguna ventaja ten¨ªa Casemiro por ese dedo de m¨¢s, pero as¨ª est¨¢n las cosas.
Desde la intervenci¨®n del VAR nada m¨¢s hubo que contemplar en las ¨¢reas. La trama se reduc¨ªa al medio campo, donde no hab¨ªa descuelgue en el Madrid, con todos sus volantes en plan funcionarial, sin chispa, sin nadie intr¨¦pido con el bal¨®n. O sin ¨¦l. Cuesta creerlo cuando se alista una cofrad¨ªa de peloteros de viol¨ªn como Kroos, Modric e Isco. Esta vez, m¨¢s necesarios que nunca para articular un conjunto sin recorrido por las alas, donde los laterales, Nacho y Mendy, m¨¢s custodios que extremos, no tuvieron peso ofensivo hasta el remate terminal del madrile?o.
Sin marcha el Real, a resguardo se sinti¨® el equipo de Sergio, al que le van las trincheras. Territorio id¨®neo para futbolistas como Joaqu¨ªn y Fede San Emeterio, siempre a punto con el pico y la pala. Tan sosaina estuvo el equipo de Zidane que apenas hubo migas de Benzema, tan abandonado como Rodrygo. Un chollo para los blanquivioletas, m¨¢s dispuestos para el sost¨¦n del prometedor Salisu, un central ghan¨¦s de 20 a?os que el Valladolid se ha sacado de la chistera, que de delanteros como Guardiola y Unal, con m¨¢s juego de espaldas que frontal. En Zorrilla el gol es muy accidental. El equipo sobrevive en la ¨¦lite con otras aptitudes.
Pese al decepcionante primer tiempo, no movi¨® el cesto Zidane. Al t¨¦cnico franc¨¦s le faltaban piezas de ataque (Hazard, Bale), pero le quedaba el recluta Valverde, jugador apto para subir el volumen. Un disparo de Rodrygo desviado por Masip anticip¨® a otro Madrid. Floreci¨® un Madrid con m¨¢s combusti¨®n. La pelota ya tuvo otra aceleraci¨®n, ya iba m¨¢s fresca. Suficiente para que los locales recularan m¨¢s a¨²n. M¨¢xime cuando se quebr¨® su capit¨¢n, M¨ªchel, su jugador baliza. Los de Sergio pasaron de sentirse c¨®modos y campechanos a verse anudados cerca de Masip. Tan mal lo vio Sergio que retir¨® a Unal para envidar por un centrocampista como ?scar. No gust¨® a la hinchada pucelana.
El encuentro ya solo se dirim¨ªa en terreno morado cuando Benzema puso en alerta roja a los locales con un cabezazo que se alej¨® del gol por un me?ique. Ya flu¨ªa mejor el Madrid cuando Zidane recurri¨® a Lucas V¨¢zquez, recortado como estaba el equipo en el juego por las orillas. Mendy no es Marcelo ¡ªsuplente en Zorrilla en partido muy a su favor, con un adversario sin jugadores que piquen en ataque¡ª. No se trataba de supeditar el juego a los centros laterales, pero s¨ª que el equipo contara con otra variable. Zidane la busc¨® en Lucas, fijado en la banda derecha mientras Rodrygo se atornill¨® a la izquierda.
Con otro orden lleg¨® el gol. Precisamente, con un centro lateral de Kroos que dio con Nacho en una posici¨®n central. El canterano, eterno suplente sin apenas tachas, caz¨® el centro del alem¨¢n y clav¨® en la red la pelota con un cabezazo diab¨®lico para Masip. Una soluci¨®n inesperada para un Madrid al que le hab¨ªa servido con otro volumen para llevar a las cuerdas al Valladolid y mandarle a la lona v¨ªa Nacho, la inopinada ruta triunfal del nuevo l¨ªder. Un l¨ªder que encuentra remedios hasta en sus partidos m¨¢s grises. Como el gol no abunda desde que se sec¨® Benzema ¡ªa Bale no se le espera¡ª, el caso ha pasado ser asunto de medios como Casemiro o zagueros como Nacho. Enmiendas que le tienen de lo m¨¢s enchufado a una Liga a la que ha cogido el tranquillo. Incluso en jornadas con un sustillo final, cuando el asistente adivin¨® el fuera de juego de Guardiola previo a su gol. Un espejismo del Valladolid, sometido sin alardes por un l¨ªder que alegra la vida de Zidane, que jam¨¢s ocult¨® su querencia por la Liga. Sus chicos se han contagiado. Eso parece.
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