Conchita: ¡°S¨¦ lo que siente la tenista y eso es un extra¡±
La preparadora habla del repunte de Muguruza, que no disputaba los cuartos de un grande desde hac¨ªa dos temporadas y buscar¨¢ el pase a semifinales contra Pavlyuchenkova, dirigida por su antiguo t¨¦cnico
El de ayer no fue un d¨ªa m¨¢s para Conchita Mart¨ªnez. La preparadora, que ahora trata de reconducir la carrera de Garbi?e Muguruza, se enter¨® de manera fortuita ¨Ca trav¨¦s de una pregunta de un periodista anglosaj¨®n¨C que a partir del pr¨®ximo mes de julio ingresar¨¢ en el exclusivo Sal¨®n de la Fama del Tenis. Es la sexta tenista espa?ola que accede al club en el que tambi¨¦n figuran Manuel Alonso (1977), Manolo Santana (1984), Arantxa S¨¢nchez Vicario (2007), Manuel Orantes (2009) y Andr¨¦s Gimeno (2012).
No le faltan m¨¦ritos a la entrenadora. Se coron¨® campeona en Wimbledon, en 1994, y ascendi¨® hasta el n¨²mero dos del circuito, en una ¨¦poca dorada para el tenis femenino. Entonces se bat¨ªan competidoras del calibre de Navratilova, Graf o Seles, y ella lidi¨® con todas ellas y se gan¨® un espacio propio. ¡°Hab¨ªa entrado tres veces en las votaciones y hab¨ªa grandes nombres junto al m¨ªo¡±, precisaba con una sonrisa de oreja a oreja, feliz por el galard¨®n y tambi¨¦n porque su jugadora parece haber despegado.
Muguruza bati¨® a Kiki Bertens (doble 6-3, en 68 minutos) y desembarc¨® en los cuartos de final del torneo, una cota que no alcanzaba en un major desde hac¨ªa dos a?os. ¡°No hay secreto, amo lo que hago. Trabajo duro. Siento que tengo una buena relaci¨®n con los jugadores, habiendo estado ah¨ª antes. S¨¦ lo que sienten en esos momentos y eso me aporta ese extra que considero bueno para un entrenador. Creo que saben que soy seria y esto ayuda a trabajar bien¡±, contest¨® cuando se le requiri¨® la receta del ¨¦xito.
En el caso de Garbi?e, la reconstrucci¨®n empez¨® por la palabra. ¡°Hablamos mucho y nos entendemos. A veces no necesitas hablar durante tres horas, sino que vas directa al grano. Ella lo entiende y ella conf¨ªa, y eso es bueno¡±, explic¨®. Comenz¨® a enderezar la situaci¨®n en noviembre, cuando pudieron emprender la pretemporada [entre Ginebra y San Diego] con un generoso margen para poner los cimientos. ¡°Me la encontr¨¦ con muchas ganas de trabajar y hacer las cosas bien, de dejarse llevar y dejarme trabajar con ella las cosas que cre¨ªamos que eran importantes¡±, valora.
Y todo ello tiene reflejo en la pista. En apenas cuatro partidos, el cambio ha sido radical. ¡°Hay que ir pasito a pasito¡±, previene. ¡°Esper¨¢bamos resultados, pero aqu¨ª se ha producido una explosi¨®n impresionante, sobre todo contra Svitolina; verle jugar as¨ª de bien, con tanta concentraci¨®n, con las cosas tan claras y con ese enfoque es algo muy positivo. Pero hay que seguir. Este camino va a ser largo y porque hagas un buen torneo no significa que vayas a estar ah¨ª. Hay que poner los ladrillos desde abajo e ir construyendo bien¡±, insiste.
El rearme an¨ªmico ofrece la consecuencia directa del repunte t¨¦cnico, un hecho que se percibi¨® en Melbourne desde el primer d¨ªa y antes en Shenzhen y Hobart. ¡°Lo primero fue meternos en la pista y demostrarle qu¨¦ puede hacer ah¨ª. Es un pasito a pasito¡±, repite; ¡°vienes de una racha que no es tan buena y no crees tanto, pero vas haciendo y haciendo, y llega la confianza. Nada viene regalado y no hay atajos, hay que trabajar. Ella es una campeona y es muy buena. ¡°Ya est¨¢ muy metida en el torneo y muy peligrosa¡±.
Ahora, el presente le cruza con la rusa Anastasia Pavlyuchenkova. Ayer super¨® a Angelique Kerber (6-7, 7-6 y 6-2) y est¨¢ asesorada, precisamente, por su antiguo t¨¦cnico, el franc¨¦s Sam Sumyk. ¡°Juego contra la rival, no contra su equipo. Solo voy a pensar en mi oponente y en desarrollar mi juego lo mejor posible¡±, dijo Muguruza (32 del mundo) en la sala de conferencias. ¡°Fue el final de un ciclo. Conseguimos cosas incre¨ªbles juntos, pero sent¨ªa que necesitaba una voz diferente, diferente energ¨ªa¡±, remat¨® la tenista, mirando ya solo hacia adelante.
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