S¨ª, Garbi?e Muguruza est¨¢ de vuelta
La hispano-venezolana, de 26 a?os, derrota a la rumana Halep (7-6(8) y 7-5, en 2h 05m) y se enfrenar¨¢ en la final del s¨¢bado a la estadounidense Kenin (7-6 y 7-5 a Barty) con el objetivo de lograr su tercer grande
Melbourne alumbra definitivamente el renacer disparando el term¨®metro, envolviendo la ciudad en casi 40? de un calor asfixiante que derrite hasta a las gaviotas que pasean por Melbourne Park. No a Garbi?e Muguruza ni Simona Halep, que regalan un estupendo cuerpo a cuerpo en la pista central del que sale airosa la hispano-venezolana, finalista con todas las letras del primer grande de la temporada. S¨ª, Garbi?e ya est¨¢ a aqu¨ª: 7-6(8) y 7-5, en 2h 05m. Tres a?os despu¨¦s de haber disputado su ¨²ltima final en un major y de dos deambulando por el desierto, sin un horizonte claro, despeja el paisaje y vuelve a irrumpir como un torbellino en la primera fila del escaparate. S¨ª, Muguruza est¨¢ de vuelta.
Lo hace Garbi?e (26 a?os) a su manera, sin t¨¦rminos medios. A lo grande. Han sido tiempos complicados y repunta en el asfalto australiano con una exhibici¨®n de dos semanas en las que ha ido de menos a m¨¢s. Lleg¨® enferma y, por primera vez desde 2014, fuera de las cabezas de serie de un gran escenario. Nadie contaba con ella, menos ella y su equipo. Lo sabe ella, lo saben ellos: si quiere, es dif¨ªcil que alguien le pare. No puede hacerlo la rumana, una competidora resabiada que tambi¨¦n tiene dos majors en sus vitrinas y se las sabe casi todas. Sin embargo, si Muguruza pone el turbo, ap¨¢rtese quien pueda.
Completa su trazado hacia la final con una exhibici¨®n en toda regla. Supera bajo el sol abrasador un pulso ¨¢spero a m¨¢s no poder, porque Halep, la n¨²mero tres, tiene mecha de sobra y discute cada una de las bolas. Responde la victoria, en buena medida, a la capacidad para reponerse y sortear las bombas del primer parcial, en el que levant¨® cuatro bolas de set en contra, dos de ellas despu¨¦s de haber dispuesto de otras dos a su favor. Oda a la resistencia. Saber sufrir, saber vencer. Reprime el deseo de la rival a base de servicio, temple y una majestuosa direcci¨®n con el rev¨¦s, su arma predilecta.
Halep se desespera. Rema, rema y rema, pero algo va dici¨¦ndole por dentro que hoy el plan no va a salir bien. Le niega una y otra vez Garbi?e, que se mete en el bolsillo el tie break y entonces pone una monta?a entre su adversaria y la victoria. Ah¨ª est¨¢ el Kilimanjaro, met¨¢fora alpin¨ªstica de este despertar. All¨ª subi¨® la tenista en noviembre y all¨ª arriba obtuvo un buen pu?ado de respuestas. La gloria exige apretar los dientes y no ofrece d¨ªas libres. As¨ª es la ¨¦lite, rigurosa hasta cuando se duerme. Un segundo es un palmo de ventaja a las dem¨¢s y se lo ha grabado en la mente.
El retorno ya es un hecho y viene de la mano de Conchita Mart¨ªnez, que alza el pu?o en el box cada vez que su jugadora gana un metro y acorrala a Halep, que lo intenta por todos los medios, tierra, m¨¢s y aire, rendida en la segunda manga despu¨¦s de un intercambio de breaks que se resuelve a las bravas.
De Gisbert (1968) a ella, siete finalistas
Garbi?e, hoy d¨ªa camuflada en una enga?osa posici¨®n del ranking, la 32, abraza la final y a su cabeza vuelven aquellos buenos d¨ªas, los mejores, en Roland Garros (2016) y Wimbledon (2017). Por primera vez, tiene a tiro el Open de Australia y entre ella y el trofeo solo est¨¢ Kenin, estadounidense de origen ruso que contabiliza a sus 21 a?os tres t¨ªtulos menores (Hobart, Mallorca y Guangzhou) y que accedi¨® a la final habiendo apeado a la prometedora Coco Gauff y este jueves a Ashleigh Barty, la n¨²mero uno (7-6 y 7-5). ?nicamente existe un precedente entre las dos, el a?o pasado en Pek¨ªn; entonces venci¨® la norteamericana sobre el cemento chino.
No obstante, Muguruza afronta la cita decisiva (s¨¢bado, 9.30, Eurosport) con inmejorables sensaciones, habiendo eliminado sucesivamente a Shelby Rogers (155), Ajla Tomljanovic (52), Elina Svitolina (5), Kiki Bertens (10), Anastasia Pavlyuchenkova (30) y Halep (2). Bunkerizada mentalmente, no se despista estos d¨ªas ni con el vuelo de una mosca. No hay sonrisas ni ganas de hablar, sino solo de ganar, ascender a lo m¨¢s alto de Melbourne. D¨ªa a d¨ªa y partido a partido, se convierte as¨ª en la s¨¦ptima tenista espa?ola que disputa la final del major australiano.
Abrieron v¨ªa Joan Gisbert (1968) y Andr¨¦s Gimeno (1969), y despu¨¦s lo consigui¨® Arantxa S¨¢nchez Vicario (1994 y 1995); posteriormente lo lograron Carlos Moy¨¤ (1997) y la preparadora actual de Garbi?e, la aragonesa Conchita Mart¨ªnez (1998); despu¨¦s lleg¨® Rafael Nadal, y con el balear el primer t¨ªtulo (2009) y las finales de 2012, 2014, 2017 y 2019. Es su turno. Le reclamaba el tenis y ella ha decidido emprender el camino de vuelta. Del Kilimanjaro a las Ant¨ªpodas. En ocasiones es bueno perderse durante un rato para recuperar y saber valorar los or¨ªgenes.
Toda una finalista Muguruza.
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