Entre Muguruza y la historia, un sue?o llamado Australia
Garbi?e, citada en la final de este s¨¢bado (9.30) con la rocosa Kenin, aspira a convertirse en la primera mujer espa?ola que conquista el grande oce¨¢nico y las tres superficies: tierra, hierba y cemento
Cualquier rinc¨®n val¨ªa para protegerse de la calorina, que decidi¨® llegar este viernes a Melbourne con fuerza. 43 grados lleg¨® a marcar el term¨®metro, acompa?ados de una masa de aire caliente y h¨²medo que convert¨ªan la ciudad en una especie de sart¨¦n. Y la can¨ªcula, claro, alter¨® la actividad del torneo y los tenistas. La organizaci¨®n del Open de Australia aplic¨® la pol¨ªtica de calor extremo y las tres pistas principales sellaron sus cubiertas retr¨¢ctiles. Ca¨ªa fuego y el s¨¢bado es d¨ªa grande, porque son muy pocos los que juegan la final de un Grand Slam y menos en un escenario tan complicado, de modo que Garbi?e Muguruza se refugi¨® en una zona cubierta para pelotear y destensar los m¨²sculos antes de la gran batalla (9.30, Eurosport/DAZN) contra la estadounidense Sofia Kenin.
Lleg¨® la hora, el momento por el que muy pocos, poqu¨ªsimos, apostaban. Dos a?os y medio despu¨¦s, Muguruza vuelve a ser noticia y a ganarse titulares, despu¨¦s de un largo viaje de ida y vuelta que puede a?adir otro episodio feliz: de Par¨ªs a Londres y de la nada a Melbourne. Un partido, hab¨ªa ganado Garbi?e entre julio del a?o pasado y este enero austral, as¨ª que no entraba en una sola quiniela. Lleg¨® enferma y nada m¨¢s poner el pie le endosaron un 6-0, pero el destino es caprichoso y ahora no solo est¨¢ en la final, sino que adem¨¢s parte como favorita, dado que sabe muy bien de qu¨¦ va esto y su rival, de 21 a?os, no hab¨ªa superado nunca la tercera ronda en un major y ya hab¨ªa visto levantar dos (Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017) a Muguruza cuando puso su primer pie en el profesionalismo.
Pero cuidado. ¡°La experiencia siempre ayuda, pero no lo llamar¨ªa una ventaja. No te da garant¨ªas¡±, previene Conchita Mart¨ªnez, la preparadora que le ha devuelto la forma a Muguruza en apenas tres meses. ¡°Kenin est¨¢ jugando muy, muy bien, y es muy, muy s¨®lida¡±, subraya la t¨¦cnica, a la que no le falta raz¨®n. La norteamericana, que en realidad naci¨® en Mosc¨² y se llama Sonya, no Sofia, viene sin hacer ruido pero dando campanadas. Por el camino se llev¨® por delante a la ejecutora de Serena Williams (Shuai Zhang), a la gran promesa mundial (Coco Gauff), a la revelaci¨®n (la tunecina Ons Jabeur) y a la jugadora en la que toda Australia confiaba y actual n¨²mero uno, Ashleigh Barty.
¡°Estoy demostrando qui¨¦n soy yo¡±, dec¨ªa hace unos d¨ªas Kenin, la ni?a que creci¨® admirando a Anna Kournikova y Maria Sharapova, y que con siete a?os desafiaba en un v¨ªdeo a Andy Roddick asegurando que pod¨ªa devolverle uno de sus ca?onazos; la joven que a los 18 tuvo que decidir entre ir a la universidad o acceder directamente al circuito profesional, porque ya estaba pegando fuerte desde j¨²nior; la jugadora que el curso pasado despach¨® a la gran Serena de Roland Garros y que fue reconocida luego como la mejor progresi¨®n del a?o; la finalista m¨¢s joven (21 a?os y 80 d¨ªas) desde Sharapova (20 y 283, en 2008) y que ahora, con su 1,70 y su tenis lineal y corrosivo se ha plantado delante de una Muguruza que encara la cita metida en la burbuja mental que tan bien le funcion¨® antes en los d¨ªas de gala.
La estela de Arantxa y Conchita
¡°Hay que controlar los sentimientos. Es una final de un Grand Slam y es dif¨ªcil estar supertranquila... Ella est¨¢ bien, con la actitud correcta, muy centrada. El descanso es prioritario. Ya le he visto otras veces as¨ª, cuando estaba jugando un gran tenis. Garbi?e es as¨ª de buena, as¨ª que una vez que coge ritmo se trata de seguir y seguir. Ojal¨¢ pueda hacer un gran partido¡±, desea Conchita antes de la jornada que puede disparar a su jugadora hacia otra dimensi¨®n hist¨®rica.
Si triunfa, Muguruza (32 del mundo) no solo ser¨¢ la primera mujer espa?ola que conquista las Ant¨ªpodas ¨Cpudieron serlo Arantxa S¨¢nchez Vicario, finalista en 1994 y 1995, y la propia Conchita en 1998¨C y la tercera campeona que no part¨ªa entre las cabezas de serie del torneo junto a Serena (2007) o Chris O¡¯Neill (1978), sino que se convertir¨ªa adem¨¢s en la ganadora con el ranking m¨¢s bajo desde que lo consiguiera Williams siendo la 81? hace 13 a?os. Adem¨¢s, lucir¨ªa con la estadounidense y la checa Hana Mandlikova como las tres ¨²nicas tenistas, hombres o mujeres, que logran sus tres primeros Grand Slams en superficies diferentes: tierra, hierba y cemento.
Y ah¨ª no queda la cosa. De conquistar Melbourne, la hispano-venezolana, de 26 a?os, figurar¨ªa ya como la ¨²nica espa?ola que levanta tres t¨ªtulos de Grand Slam distintos; a Arantxa (Roland Garros 1989, 1994 y 1998, y el US Open 1994) se le resisti¨® Londres, adem¨¢s de Australia, y a Conchita (Wimbledon 1994) la tierra de Par¨ªs y los asfaltos. Se quedar¨ªa Garbi?e, adem¨¢s, a un solo paso de completar el p¨®quer de grandes, a falta solo del US Open neoyorquino en el palmar¨¦s. ¡°Siempre ha sido un sue?o poder ganar este trofeo¡±, comenta Garbi?e, que cedi¨® contra Kenin en el ¨²nico precedente entre ambas, el a?o pasado en Pek¨ªn. Ahora, ella y los suyos conf¨ªan en un giro.
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