El Athletic se come al Bar?a

San Mam¨¦s es cruel con el Barcelona actual. Dos veces le ha ganado el Athletic esta temporada en el ¨²ltimo suspiro. En agosto fue un gol de Aduriz con una espectacular chilena en la primera jornada de Liga (1-0); en pleno invierno, aunque con un febrero clemente por Bilbao, el remate inveros¨ªmil entre Williams y el intento de despeje de Busquets, despu¨¦s de un centro de Ibai, tumb¨® de la Copa al equipo azulgrana en la misma ronda de cuartos, a partido ¨²nico, en la que antes hab¨ªa ca¨ªdo el Real Madrid en su estadio ante la Real Sociedad. Ninguno de los grandes estar¨¢ en semifinales (este viernes es el sorteo) y el trofeo queda en manos de los dos conjuntos vascos, el Granada y el sorprendente Mirand¨¦s.

Est¨¢ el gallinero azulgrana revolucionado por una cosa o por otra, como si la edad de Messi, que no muestra signos de decadencia, empezara a pesar m¨¢s en el resto del club que en s¨ª mismo, ante la incertidumbre de un futuro cada vez m¨¢s cercano en el que la estrella que m¨¢s ilumina el planeta f¨²tbol se apagar¨¢ sin remedio. Hay ruido de sables en la sala de banderas de Can Bar?a, ?cu¨¢ndo no lo hay?, y eso se traslada tambi¨¦n al campo, por lo que se ve. Messi aspira a un entorno tranquilo, pero siempre hay un Abidal que alborota.

Lleg¨® el Barcelona a un escenario duro como San Mam¨¦s, y dio la sensaci¨®n en el primer acto que los futbolistas de amarillo, porque el Bar?a hace a?os olvid¨® vestir de azulgrana en Bilbao, estaban m¨¢s al plato que a las tajadas. Dominaron un rato; Messi extendi¨® el p¨¢nico entre los jugadores del Athletic en los primeros minutos, pero una vez estabilizado el partido, tras muchos instantes de toque est¨¦ril por parte del equipo visitante en los que bull¨ªa Ansu Fati hasta que se apag¨®, los rojiblancos se estiraron m¨¢s, apretaron en la salida del bal¨®n y provocaron errores. Como el de Ter Stegen, que le regal¨® la pelota a Dani Garc¨ªa ¡ªdispar¨® fuera¡ª, una serie de fallos que pusieron de los nervios a Messi, que vio tarjeta amarilla por una entrada a Ra¨²l Garc¨ªa cuando la jugada ya no val¨ªa, y a Jordi Alba por el efecto rebote de la acci¨®n de su capit¨¢n, es decir, por darle a la lengua a destiempo. Hasta Quique Seti¨¦n se contagi¨® los nervios y tambi¨¦n fue amonestado.

Hubo muchas escaramuzas, pero ninguna acci¨®n lo suficientemente peligrosa como para que los guardametas se ganaran el sueldo. De hecho, San Mam¨¦s solo sinti¨® miedo en una falta que cometi¨® Yeray al borde del ¨¢rea, pero que Messi estrell¨® contra la barrera.

El folio segu¨ªa en blanco mediada la segunda parte, y los porteros no hab¨ªan estrenado los guantes. Unai Sim¨®n fue el primero que apareci¨®, en el minuto 69, para detener con las piernas un remate a bocajarro de Griezmann, casi reci¨¦n ingresado al campo, que recibi¨® tras una magn¨ªfica galopada de Sergi Roberto.

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Las im¨¢genes del partido

El efecto Aduriz

Piqu¨¦ tambi¨¦n vio tarjeta despu¨¦s de que se le escapara Williams por velocidad y tuviera que agarrar al delantero rojiblanco por la camiseta. Un ratito despu¨¦s, el central azulgrana se tuvo que marchar lesionado. Tuvo que salir Umtiti en su lugar. Garitano, en el Athletic, ech¨® mano del efecto Aduriz, el desatascador en la Liga con aquella memorable chilena. El partido estaba muy equilibrado, pero cualquier error pod¨ªa decantar la cita; o una genialidad. La intent¨® Arthur, que se peg¨® una carrera espectacular en el minuto 87 que cogi¨® en modo despiste a los zagueros rojiblancos. Ingres¨® en el ¨¢rea y busc¨® a su compa?ero m¨¢s fiable, Leo Messi, que meti¨® la zurda en una posici¨®n ideal, pero all¨ª apareci¨® Unai Sim¨®n de nuevo, para con el pie neutralizar la mejor ocasi¨®n del Barcelona en todo el partido.

La pr¨®rroga estaba en el ambiente. El Athletic hab¨ªa superado dos en esta Copa, algo que se ha notado en las piernas de sus futbolistas en las ¨²ltimas jornadas, pero estaba dispuesto a la batalla. No hubo lugar porque ya en el descuento, con Ibai en el campo tras sustituir a Muniain unos segundos antes, el jugador bilba¨ªno recibi¨® de Capa, busc¨® postura para centrar, puso la pelota con rosca y Williams entr¨® al remate de cabeza junto a Busquets para que en el salto el bal¨®n se desviara lo m¨ªnimo y despistara a Ter Stegen, que no hab¨ªa tenido que intervenir apenas en todo el partido.

San Mam¨¦s estall¨® de j¨²bilo; la afici¨®n lo celebr¨® como si fuera una final, y no es para menos. Desde hace 61 a?os, el Athletic no eliminaba al equipo azulgrana del torneo copero. La calle Licenciado Poza recib¨ªa a miles de seguidores rojiblancos que segu¨ªan la fiesta mientras en el vestuario visitante de la Catedral se celebraba un funeral. Seti¨¦n no es el problema, parece, como tampoco lo parec¨ªa ser Ernesto Valverde. Parece que la crisis barcelonista, que se acelera con la eliminaci¨®n copera, tiene razones estructurales