El Celta remonta al Sevilla y sale del descenso
Dos goles en el ¨²ltimo cuarto de hora, el postrero ya en tiempo de prolongaci¨®n, castigan al equipo de Lopetegui, que pierde la cuarta plaza en beneficio del Atl¨¦tico
El Celta se pas¨® toda la tarde del domingo como colista de LaLiga y al atardecer se qued¨® fuera del descenso, dos puntos sobre esa zona, victorioso tras una remontada de tintes ¨¦picos en el ¨²ltimo cuarto de hora, con gol del triunfo casi sobre los tres pitidos. Todo le cambi¨® al equipo vigu¨¦s cuando m¨¢s herido semejaba. Fue ah¨ª cuando encontr¨® un ¨²ltimo aliento para golpear a un Sevilla que hab¨ªa exhibido oficio y un plan, pero que se diluy¨® en el momento de la verdad con una facilidad que deber¨ªa preocuparle y que, para empezar, ya le deja fuera de los puestos de Liga de Campeones en beneficio del Atl¨¦tico. El Celta no ganaba desde noviembre y en Bala¨ªdos no lo hac¨ªa desde el 6 de octubre. ¡°Puede ser el punto de inflexi¨®n que necesita el equipo¡±, valor¨® al final Iago Aspas.
El Celta sufre y lo hizo durante muchos minutos ante un Sevilla que sali¨® al campo con ideas claras y renovadas. Julen Lopetegui dibuj¨® un partido con cinco cambios respecto al ¨²ltimo tropez¨®n de su equipo frente al Alav¨¦s. Reguil¨®n, Kound¨¦, Banega, De Jong y Nolito se quedaron de inicio a la vera del entrenador. El Sevilla se verticaliz¨® y lanz¨® una emboscada al Celta, le atrajo hacia su ¨¢rea para desnudarlo con desplazamientos en largo en busca de pu?ales. Ocampos, que en esta ocasi¨®n oper¨® desde la izquierda, y sobre todo En-Nesyri, lo fueron. El marroqu¨ª avis¨® un par de veces antes de marcar. Fue limpio, f¨¢cil y con clase. El meta Vaclik toc¨® sobre Diego Carlos, que estaba a su lado. Con todo el Celta en campo del Sevilla, el brasile?o exhibi¨® su patada, el central Olaza fall¨® en el corte y En-Nesyri se qued¨® solo ante Rub¨¦n Blanco en el otro extremo del campo. Defini¨® con sutileza.
Lo que menos le conviene a un equipo en la situaci¨®n del Celta es remar contracorriente, repleto como est¨¢ de estilistas que lucen sus magn¨ªficas condiciones en aguas tranquilas. El equipo se activ¨® a trav¨¦s de la conexi¨®n entre Rafinha y Aspas, dos tipos a los que no les quema la pelota en los pies. Hubo incluso buenos minutos del equipo, manejo, aparente control. Parec¨ªan bombas de palenque, pero eran fuegos artificiales. El Celta precisa ser m¨¢s efectivo que luminoso, concretar m¨¢s que mostrar. La primera intervenci¨®n de ?scar Garc¨ªa Junyent sobre su alineaci¨®n fue en esa l¨ªnea porque en el descanso llam¨® a Pione Sisto en detrimento de Brais M¨¦ndez, que apenas sac¨® su excelente pincel en un par de brochazos.
Para entonces el Celta ya estaba en el alambre. Poco antes del descanso a Ocampos se le hab¨ªa hecho de noche en un mano a mano ante Rub¨¦n Blanco. Fue una de esas acciones que igual con el tiempo se recuerdan como llaves en una temporada. El Celta estaba entre tinieblas. Apenas un remate lejano del ruso Smolov apur¨® a Vaclik antes del descanso. Antes, en la apertura del partido, Aspas hab¨ªa marrado una de esas acciones que no perdona, incomodado tambi¨¦n por Diego Carlos, que forz¨® lo justo para que no le se?alasen penalti.
Necesitaba m¨¢s producci¨®n ofensiva el Celta, no le bastaba con tener la pelota porque adem¨¢s jam¨¢s dej¨® de estar expuesto ante el galope rival. Empuj¨® en los primeros veinte minutos de la segunda parte, con Sisto a lo suyo, para lo bueno y para lo malo, para dinamitar sin valorar tampoco mucho los da?os colaterales. El Sevilla apret¨® entonces los dientes porque dej¨® de encontrar salidas y debi¨® de correr tras la pelota m¨¢s de lo aconsejable. Acab¨® por hallarlas en cuanto al Celta le flaque¨® el f¨ªsico, pesado y exigente como estaba el empapado c¨¦sped de Bala¨ªdos. En-Nesyri marc¨® de nuevo, pero en fuera de juego, antes de pasarle el testigo a De Jong.
A esa altura el Sevilla sinti¨® que estaba abierta la puerta de la sentencia. Fue entonces cuando lleg¨® el empate, justo cuando m¨¢s perdido parec¨ªa el Celta, cuando Okay arm¨® una contra mal defendida por los sevillistas y todo cambi¨®. El turco hizo el despegue, pero tuvo la inteligencia de ceder los mandos en el aterrizaje de la jugada, se los dej¨® a Rafinha, que volvi¨® a encontrar a Aspas. Parece incre¨ªble que un equipo con una sociedad as¨ª ande a lo que anda. El delantero internacional defini¨® con la ayuda de Diego Carlos, que acab¨® de empujar la pelota hacia su propia porter¨ªa.
El partido se aboc¨® a un cuarto de hora final de mutuo inconformismo porque a nadie le convenc¨ªa el empate. Volvi¨® a pasarlo mal el Celta cuando ten¨ªa que defenderse, pero el Sevilla volvi¨® a destaparse y Okay, con m¨¢s pulmones que nadie, volvi¨® a armar la jugada que el dio el trunfo a su equipo, con r¨²brica de Pione Sisto y suspense hasta en la manera en la que la pelota cruz¨® la l¨ªnea de meta, tras golpear en el palo y pasearse sobre ella. Tras ocho jornadas sin ganar volvi¨® a celebrar un triunfo el Celta.
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