Mondo Duplantis es Bubka con una varita m¨¢gica, un genio
El pertiguista sueco, de 20 a?os, sube un cent¨ªmetro m¨¢s, 6,18m, el r¨¦cord del mundo que bati¨® hace una semana
Cada s¨¢bado, una obra maestra. Genial, precoz, generoso, inimitable y prol¨ªfico, Mondo Duplantis, cada vez m¨¢s Mozart de la p¨¦rtiga. Siete d¨ªas despu¨¦s de dejar en 6,17 metros el r¨¦cord del mundo de la p¨¦rtiga, el casi adolescente atleta sueco (20 a?os y tres meses), elev¨® un cent¨ªmetro m¨¢s la plusmarca, la dej¨® en 6,18m, compitiendo contra s¨ª mismo (el segundo clasificado, el doble campe¨®n del mundo Sam Kendricks se qued¨® en 5,75m) en el mitin de Glasgow en pista cubierta.
Recibi¨® a cambio un cheque de 30.000 d¨®lares, la admiraci¨®n mundial, again, y el asombro de boca abierta de los aficionados, que no saben qu¨¦ m¨¢s decir, aparte de que, encima, hace lo que hizo en sus tiempos Sergu¨¦i Bubka, el primer dios de la p¨¦rtiga, batir de cent¨ªmetro en cent¨ªmetro su r¨¦cord y dejar siempre la impresi¨®n de que pod¨ªa haber ido m¨¢s lejos a¨²n.
Pero Mondo, sueco nacido en Lafayette (Louisiana, Estados Unidos) con una p¨¦rtiga debajo de un brazo, de padre pertiguista norteamericano, Greg, quien es su entrenador adem¨¢s de su donante de genes, y madre heptatleta y voleibolista, es algo m¨¢s.
Su estilo y su t¨¦cnica, tan naturales e instintivos que son inimitables, le convierten en un Bubka tocado con una varita m¨¢gica. As¨ª, no ser¨ªa impensable concluir que a Bubka, analizando su r¨¦cord, se le quedara la cara que se le quedaba a Salieri viendo inventar nueva m¨²sica al mozalbete de Salzburgo, haciendo cosas que nadie hab¨ªa intentado antes porque nadie las hab¨ªa imaginado, y haci¨¦ndolas parecer sencillas, y pensara, pero si hasta convierte considerados errores infantiles en momentos geniales, los elementos m¨¢s fascinantes de sus sinfon¨ªas, y salta la barra y le sobran cinco cent¨ªmetros por lo menos.
Es la marca de los genios.
¡°Hizo algo que nunca antes hab¨ªa visto¡±, dice el t¨¦cnico Jon Karla Lizeaga, poseedor de un ojo privilegiado. ¡°Cuando se aproxima al cajet¨ªn a su velocidad supers¨®nica habitual e inclina la p¨¦rtiga para encajarla, deja caer la punta unos cent¨ªmetros antes, y la arrastra por el suelo antes de clavarla. Eso, supuestamente, es un fallo de cadetes. Y este marciano se permite hacerlo en un r¨¦cord del mundo en el que le sobran cent¨ªmetros m¨¢s que en el de la semana pasada. Lo l¨®gico es meter, ¡°apoyar¡±, directamente la p¨¦rtiga en el cajet¨ªn, que mide exactamente 1 metro, y casi todo el mundo la apoya entre 20 y 35 cent¨ªmetros antes del tope del cajet¨ªn¡±. Y al primer ensayo sobre la altura, a la que salt¨® desde los seis metros de su altura anterior.
La magia, el elemento inesperado que convirti¨® los pocos segundos de carrera y salto en una burbuja de irrealidad en el pabell¨®n de la ciudad escocesa, comenz¨®, sin embargo, unos minutos antes, cuando dej¨® de funcionar la pistola del starter de las carreras de pista. La prueba femenina de 400m debi¨® ser retrasada y el juez de p¨¦rtiga le pregunt¨® al sueco si no le importaba aprovechar el par¨®n para hacer su intento. Mondo, que estaba en otro planeta, le dijo, ?por qu¨¦ no?, y sin pens¨¢rselo m¨¢s se lanz¨® hacia el list¨®n.
¡°Ha sido una gran competici¨®n¡±, dijo Duplantis, campe¨®n de Europa y subcampe¨®n mundial detr¨¢s de Kendricks en 2019, como sin dar m¨¢s importancia a su logro. ¡°La afici¨®n me transmiti¨® tan tremenda energ¨ªa que me hizo entrar en ebullici¨®n¡±.
Hizo lo que hab¨ªa hecho Bubka en 1993, quien ocho d¨ªas despu¨¦s de dejar en Li¨¦vin (Francia), el r¨¦cord en 6,14m, lo bati¨® de nuevo en su pueblo, Donetsk (Ucrania) para dejarlo en los 6,15m que perduraron hasta que el franc¨¦s Renaud Lavillenie lo mejor¨® en un cent¨ªmetro 21 a?os m¨¢s tarde, en 2014. Para Lavillenie, el r¨¦cord fue la culminaci¨®n de una carrera que despu¨¦s coje¨® por culpa de las lesiones. Para Duplantis, el pr¨®ximo objetivo deber¨ªa ser igualar el triplete de Bubka en 1991, que bati¨® tres veces el r¨¦cord mundial (de 6,10m lleg¨® a 6,12m), en nueve d¨ªas de marzo y en tres ciudades diferentes, San Sebasti¨¢n, Donetsk y Grenoble.
Bubka logr¨® por primera vez el r¨¦cord del mundo en 1984 (5,94m), a los 20 a?os y 10 meses, y desde entonces bati¨® la plusmarca 34 veces m¨¢s (sumadas al aire libre y pista cubierta, antes diferenciadas). En 1985 se convirti¨® en el primer hombre que superaba los seis metros, y en 1993, a los 29 a?os, cerr¨® su ciclo para siempre. Fue su l¨ªmite. Lo que nadie se atreve a imaginar, ni siquiera a apostar por ello, es donde se encuentran los l¨ªmites de Duplantis, menudo, mozalbete, insolente, genial.
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