Carlsen vapulea a Caruana (2,5-0,5) con t¨¦cnica exquisita en la primera manga de cuartos de final
Art¨¦miev tiene un d¨ªa muy desgraciado y cae ante Niep¨®mniachi, tambi¨¦n por 2,5-0,5
Fue una jornada rara, pero llena de emociones fuertes. Magnus Carlsen, escarmentado tal vez por lo mucho que sufri¨® para derrotar (9,5-8,5) hace diez d¨ªas a Fabiano Caruana en la final del Torneo Termostato, no corri¨® riesgo alguno, y le fue de maravilla (2,5-0,5). Ian Niep¨®mniachi dobleg¨® por el mismo resultado a su infortunado compatriota Vladislav Art¨¦miev. Los cuatro disputar¨¢n el s¨¢bado la 2? de las tres mangas previstas en cuartos de final del torneo r¨¢pido Chessable Masters. Las otras dos eliminatorias, Giri-Grischuk y Nakamura-Ding, se disputan este viernes.
Carlsen, muy jovial, dedic¨® bastante m¨¢s tiempo del que acostumbra a la entrevista con los comentaristas y espectadores de Chess24.com: ¡°Obviamente, estoy muy contento por el desenlace de hoy. En general, cuando juego bien lo hago realmente muy bien. El problema es que en mis peores d¨ªas lo hago realmente mal. Y esa falta de consistencia me preocupa un poco¡±.
La primera manga fue impresionante por varios motivos. Carlsen busc¨® claramente una posici¨®n que muchos aficionados consideran aburrida: las blancas tienen una ventaja microsc¨®pica, basada en una sola debilidad de las negras. Pero, a partir de ese momento, el campe¨®n solo necesit¨® 22 movimientos para forzar la rendici¨®n de Caruana. Es verdad, l¨®gicamente, que el estadounidense cometi¨® un error no forzado, pero tambi¨¦n lo es que la dificultad de su posici¨®n en ese momento era objetiva, y dif¨ªcil de creer, por lo explicado anteriormente.
Mientras tanto, el irregular Niep¨®mniachi exhib¨ªa su mejor versi¨®n con un sacrificio de pieza tan instructivo como bello, que le dio una posici¨®n ganadora seg¨²n las m¨¢quinas. Pero no acert¨® en el remate, y permiti¨® que Art¨¦miev encontrarse un recurso para forzar el empate por jaque perpetuo. Entonces ocurri¨® lo imprevisible: Art¨¦miev perdi¨® su conexi¨®n a internet cuando estaba ejecutando la triple repetici¨®n, y no logr¨® recuperarla antes de que se acabara el tiempo en el reloj. Seg¨²n las normas, perdi¨® la partida. Una desgracia que para algunos ser¨¢ muy injusta y para otros justicia divina, dado el gran m¨¦rito del juego anterior de Niep¨®mniachi, quien, sin embargo, dijo despu¨¦s: ¡°Tal vez haya que cambiar las normas, y reanudar la partida tal como estaba cuando se produjo la desconexi¨®n¡±.
En todo caso, perder as¨ª es sumamente doloroso, y m¨¢s a¨²n para un jugador de 22 a?os. Pero Art¨¦miev dio muestras de gran resiliencia pocos minutos despu¨¦s, cuando, con su habitual juego de apariencia sencilla y lleno de sentido com¨²n, logr¨® una posici¨®n muy ventajosa con las piezas blancas en el segundo asalto. Pero no era nada f¨¢cil de rematar y, como su compatriota se defendi¨® bien, tuvo que conformarse con el empate, mientras Carlsen repet¨ªa la misma secuencia: ventaja microsc¨®pica en una posici¨®n muy seca, largas y virtuosas maniobras, y segundo punto en el marcador.
Carlsen estaba lanzado y Caruana no ten¨ªa su d¨ªa. En el tercer combate, el americano, obligado a ganar para no perder la primera manga, se lanz¨® al ataque con negras. El escandinavo par¨® esa ofensiva, lanz¨® otra de inmediato en el flanco opuesto y logr¨® una impecable y definitiva ventaja decisiva, que no convirti¨® en la tercera victoria porque no lo necesitaba: provoc¨® el pase a un final de torres que jam¨¢s podr¨ªa perder, y acept¨® el empate.
Art¨¦miev tampoco ten¨ªa su d¨ªa, y la tercera partida demostr¨® algo bien conocido en cuanto a la psicolog¨ªa de los ajedrecistas: crees que ya has olvidado tu gran disgusto de una partida anterior, pero el pajarraco sigue revoloteando en el subconsciente. El joven ruso igual¨® sin problemas con negras y, justo entonces, cometi¨® un error de principiante, que le llev¨® a la derrota definitiva.
Nada indica que lo acontecido en esta primera manga en ambos duelos vaya a marcar su rumbo el s¨¢bado en la segunda. Tanto Caruana como Art¨¦miev tienen credenciales m¨¢s que suficientes para dar por casi seguro que presentar¨¢n gran batalla, por muy fuertes que sean sus rivales.
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