Abel Ferreira, el entrenador que busca ganar la Copa Libertadores con la bandera de Portugal
El Palmeiras vuelve a la final del torneo sudamericano despu¨¦s de 20 a?os y se enfrentar¨¢ al Santos. Por segunda vez consecutiva, la competici¨®n continental la puede ganar un entrenador portugu¨¦s
Cuando el Palmeiras salte al campo para enfrentarse al Santos el pr¨®ximo s¨¢bado en el Maracan¨¢ para disputar la final de la Copa Libertadores, al otro lado del Atl¨¢ntico habr¨¢ un pa¨ªs que volver¨¢ a estar pendiente del t¨ªtulo m¨¢s codiciado de Am¨¦rica. Por segunda edici¨®n consecutiva, el torneo puede ganarlo un entrenador portugu¨¦s. En menos de cuatro meses al frente del Palmeiras, Abel Ferreira ha superado incluso los n¨²meros de su compatriota Jorge Jesus, campe¨®n continental con el Flamengo en 2019.
¡°No me gusta hacer comparaciones. Creo que lo mejor de m¨ª est¨¢ por llegar¡±, destac¨® el entrenador, que rechaz¨® los paralelismos con la trayectoria de Jesus en Brasil. ¡°No vivo del trabajo de los dem¨¢s. Mi preocupaci¨®n es mirar hacia adentro, corregir mis errores. Con mis virtudes y defectos, solo pienso en dar lo mejor de m¨ª para ayudar al Palmeiras y a los jugadores¡±. Su discurso motivador, que parece importado del coaching, tuvo un efecto inmediato y encant¨® a la plantilla, a la directiva y a los aficionados. En sus primeros 20 partidos al frente del equipo albiverde, sus resultados fueron mejores que los del exentrenador del Flamengo.
Asumi¨® el equipo cuando ya se hab¨ªa clasificado para los octavos de final de la Libertadores, una herencia de Vanderlei Luxemburgo, que fue destituido tras una secuencia de malos partidos ¡ªa pesar de haber ganado el Campeonato Paulista y de haber realizado la mejor campa?a en la fase de grupos del torneo continental¡ª. Con Ferreira, el Palmeiras, que hab¨ªa invirti¨® mucho en jugadores como Luiz Adriano, Gustavo G¨®mez, Mat¨ªas Vi?a, Felipe Melo y el pichichi Rony, finalmente convenci¨®. Pas¨® con autoridad por Delf¨ªn y Libertad hasta encontrar al River Plate en la semifinal.
Con una alineaci¨®n en el mediocampo repleta de j¨®venes, como Danilo (19 a?os), Gabriel Menino (20 a?os) y Patrick de Paula (21 a?os), anul¨® las principales fortalezas del equipo de Marcelo Gallardo y se impuso con un arrollador 3-0 en el partido de ida en Argentina. Sin embargo, en el Allianz Parque al exaltado conjunto de Ferreira le dio una p¨¢jara y, gracias a las acertadas intervenciones del VAR, que anul¨® correctamente un gol y un penalti al River, el equipo respir¨® aliviado cuando el ¨¢rbitro pit¨® el fin del partido con el resultado de 2-0 a favor de los brasile?os. ¡°Gallardo es mejor entrenador que yo, y sus jugadores tienen m¨¢s experiencia que los nuestros. Pero la ¨²nica manera de adquirir experiencia es viviendo situaciones como esta¡±, reconoci¨® el portugu¨¦s, que elogi¨® a su colega y, a la vez, valor¨® su clasificaci¨®n para la final de la Libertadores.
Superar a un River, que ha ganado dos copas continentales y ha llegado a cinco semifinales en los ¨²ltimos seis a?os de la mano de Gallardo, dio a¨²n m¨¢s credibilidad al trabajo de Ferreira. En pocos meses, ha transformado al Palmeiras en un equipo tan competitivo como el Flamengo de Jesus, pero con marcadas diferencias de estilo. Mientras su compatriota hizo que los rojinegros cariocas practicaran el f¨²tbol m¨¢s vistoso del pa¨ªs, el entrenador del Palmeiras moldea a su equipo en funci¨®n del rival, priorizando la organizaci¨®n defensiva y los contraataques a gran velocidad. As¨ª venci¨® al River y, por si fuera poco, tambi¨¦n ha llegado a la final de la Copa de Brasil, cuyo rival ser¨¢ el Gremio. No es casualidad que el Palmeiras tenga la segunda mejor defensa del Campeonato Brasile?o, una competici¨®n a la que Ferreira se resiste a renunciar, aunque los aficionados prefieran la Libertadores.
El ¨¦xito de Jorge Jes¨²s, que volvi¨® a Portugal en julio, ha abierto las puertas a otros entrenadores portugueses en Brasil. Adem¨¢s de Abel Ferreira, Jesualdo Ferreira fue contratado para dirigir al Santos y, posteriormente, Ricardo S¨¢ Pinto aterriz¨® en R¨ªo de Janeiro para dirigir al Vasco. Sin embargo, ninguno de ellos estuvo cerca de conquistar el mayor t¨ªtulo de Am¨¦rica. Cada uno dur¨® solo 15 partidos. Y, a diferencia de Jesus, no se les ech¨® en falta en sus respectivos clubes. ¡°Cuando empec¨¦ a jugar hab¨ªa muchos entrenadores brasile?os en Portugal¡±, record¨® Ferreira, un modesto ex lateral derecho, durante su presentaci¨®n en el Palmeiras, quit¨¢ndole peso a la escuela portuguesa en su formaci¨®n. ¡°Mi referencia en el f¨²tbol es el conocimiento. Son los libros, la gente, los portugueses, los brasile?os, todos los que he conocido en el pasado, porque soy el fruto de mis experiencias. Antes de venir, habl¨¦ con portugueses y brasile?os para aprender sobre Brasil¡±.
Ferreira, que se adapt¨® r¨¢pidamente al loco calendario del f¨²tbol brasile?o, cay¨® en gracia a los aficionados del Palmeiras no solo por los resultados, sino por el perfil discreto y unificador. ¡°Todos somos uno¡±, repite el t¨¦cnico mientras predica la uni¨®n entre club, jugadores y afici¨®n. Le gusta sentir lo que ¨¦l llama el ¡°perfume del sudor¡± cada vez que su equipo vence con m¨¢s transpiraci¨®n que inspiraci¨®n. ¡°Para m¨ª, trabajar aqu¨ª est¨¢ siendo una experiencia muy enriquecedora. Estamos vivos en tres competiciones y vamos a intentar ganarlas una a una. Las finales se hicieron para ganar¡±, afirma. De vuelta a la final de la Libertadores despu¨¦s de 20 a?os, el Palmeiras puede darle el primer t¨ªtulo como entrenador a Ferreira, que, a su vez tiene, la posibilidad de coronar la soberan¨ªa de los entrenadores portugueses en Am¨¦rica.
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