El Levante se pone serio
El conjunto de Paco L¨®pez saca un empate de su visita a San Mam¨¦s y obliga al Athletic a marcar en la vuelta para llegar a una nueva final copera
El de San Mam¨¦s fue uno de esos partidos de Copa con todos los ingredientes, de los que hacen vibrar a la afici¨®n en las gradas, aunque no hubo afici¨®n en el estadio bilba¨ªno. El Athletic y el Levante se ir¨¢n al partido de vuelta en Orriols, el 4 de marzo, con los deberes a medio hacer, porque el empate a uno, aunque obliga a los rojiblancos a marcar para plantarse en su tercera final del a?o, no inclina la balanza demasiado hacia el bando levantino.
Hubo de todo. Empez¨® el partido con el Athletic dormido y el Levante muy despierto, a la caza de cualquier error local para meter la zarpa. Con el f¨²tbol bilba¨ªno al ralent¨ª, el equipo de Paco L¨®pez circulaba c¨®modo, buscando a Roger, sobre todo gracias al juego entre l¨ªneas de Melero, que fue el protagonista del gol que abr¨ªa el marcador.
Lleg¨® porque el futbolista madrile?o estaba solo como un anacoreta que medita en su cueva, pero lo curioso es que aquello no era una cueva, sino el punto de penalti, que ni con las medidas de distancia social es un lugar adecuado para abandonar a un jugador del equipo contrario. Y eso es lo que hizo el Athletic. Mientras Yeray, que estaba a otras faenas, tambi¨¦n dentro del ¨¢rea, le gritaba a Vencedor para que saliera de su estado catat¨®nico, hipnotizado como una gallina por un charlat¨¢n de feria, Melero se permit¨ªa un lujo casi imposible en la ¨¦lite: fallar el primer remate despu¨¦s del centro de Coke y tener tiempo para armar la pierna otra vez y fusilar a Unai Sim¨®n.
Vencedor fue el futbolista pasmado y Melero, puede que tambi¨¦n, aunque por razones diferentes. Posiblemente pens¨® que despu¨¦s del error le caer¨ªan encima los geos o un batall¨®n de caballer¨ªa, pero all¨ª segu¨ªa solo, para rematar, adelantar al Levante y certificar que si el Athletic estaba con una empanada mental importante, los suyos hab¨ªan salido a aprovechar su oportunidad de llegar a una final.
Melero, en realidad, culmin¨® con el gol una primera mitad primorosa por su parte. Fue el alma de un Levante puntiagudo, que supo lo que ten¨ªa que hacer en todo momento.
Despu¨¦s de una primera parte con los bilba¨ªnos coci¨¦ndose en su propia impotencia y un Levante sin complejos de debutante en semifinales, Marcelino opt¨® por las soluciones dr¨¢sticas. En el descanso mand¨® a la ducha virtual ¡ªporque ahora los futbolistas se duchan en casa¡ª, a los dos mediocentros, Dani Garc¨ªa y Vencedor, y a Capa, que andaba justito.
La f¨®rmula le funcion¨® enseguida. Tanto que antes de que se cumplieran cinco minutos de la segunda parte, C¨¢rdenas hab¨ªa tenido que demostrar que su presencia en las alineaciones coperas no es una concesi¨®n gratuita de Paco L¨®pez. Le sac¨® un espectacular remate de cabeza a Ra¨²l Garc¨ªa, un remate a Berenguer y otro m¨¢s a Williams. Un minuto m¨¢s tarde se lesion¨® el omnipresente Melero, un mal augurio para el Levante, que poco despu¨¦s encaj¨® el empate en un inapelable remate de I?igo Mart¨ªnez en un c¨®rner sacado por Muniain.
El Athletic entendi¨® que sin intensidad, su juego no tiene peso espec¨ªfico, as¨ª que le puso velocidad a la circulaci¨®n de la pelota y agresividad a sus acciones. La que estaba poniendo el Levante, que durante unos minutos se sinti¨® sobrepasado. Despu¨¦s del empate todav¨ªa pudo marcar uno m¨¢s el equipo bilba¨ªno, tras un error defensivo que dej¨® a Berenguer en posici¨®n favorable, aunque se le hizo de noche cuando intentaba por fin rematar.
Luego se tranquiliz¨® el partido un rato. Se estir¨® otra vez el Levante, aunque era el Athletic el que llevaba la iniciativa, pero Paco L¨®pez hab¨ªa recompuesto las piezas defensivas que dejaron de ser tan permeables como en el comienzo de la segunda parte. Empujaron bastante los de Marcelino, pero el equipo visitante defendi¨® con orden y no permiti¨® demasiadas veleidades en una segunda mitad que fue mucho m¨¢s vistosa que la primera, pero que no decant¨® la eliminatoria hacia ning¨²n lado.
Claro que los m¨¢s optimistas de entre los bilba¨ªnos se agarran a los recuerdos de 2015, cuando el Espanyol de Sergio le pas¨® por encima al Athletic de Valverde en San Mam¨¦s, aunque s¨®lo reba?¨® un empate a uno, como el que se lleva el Levante. Un mes m¨¢s tarde, los bilba¨ªnos arrasaron en Cornell¨¤. Ya se ver¨¢ en Valencia.
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