La fragilidad de Van Basten
El libro, en el que el futbolista holand¨¦s no tiene piedad de nadie, es una s¨ªntesis de lo ef¨ªmero que es todo en la vida
Avanzando a gatas para poder llegar al cuarto de ba?o en mitad de la noche. Marco van Basten nunca hubiera podido imaginar que pasar¨ªa por eso. Ni cuando debut¨® con el Ajax de ?msterdam, sustituyendo a Johan Cruyff. Ni en las decenas de ocasiones en las que perfor¨® las porter¨ªas rivales en la liga holandesa.
Tampoco cuando fich¨® por el Milan, con el que alz¨® numerosos t¨ªtulos y, en tres ocasiones, el Bal¨®n de oro. Ni cuando el tiempo se detuvo en aquel instante de la final de la Eurocopa de 1988 que pas¨® a la historia del f¨²tbol, cuando se invent¨® una volea que se convirti¨® en el ¡°gol de Van Basten¡±.
Despu¨¦s de vivir todo eso, aquel delantero holand¨¦s al que comparaban con el bailar¨ªn sovi¨¦tico Rudolf Nur¨¦yev se vio un d¨ªa a cuatro patas en el pasillo de su casa, contando los 120 segundos que suele tardar en hacer el trayecto hacia el aseo. Cada vez que su tobillo derecho roza alg¨²n umbral, tiene que morderse el labio para no gritar de dolor. Es 1995. Han pasado dos a?os desde que, cuando ten¨ªa 28, jug¨® su ¨²ltimo partido. Operaciones. Soluciones que no lo son. Y el que fuera mejor delantero del mundo se levantar¨¢ al d¨ªa siguiente con la ¨²nica expectativa de pasarse el d¨ªa en el sof¨¢.
Casi tres d¨¦cadas despu¨¦s llega Fr¨¢gil (C¨®rner), en el que el jugador holand¨¦s hace memoria y en el que, como el propio exfutbolista indica, no tiene piedad de nadie. Mucho menos de s¨ª mismo. Desde su peculiar infancia, en la que vio morir a un amigo tras hundirse en un lago helado, hasta su experiencia como t¨¦cnico y su salida de la FIFA, en 2018, el libro es una s¨ªntesis de lo ef¨ªmero que es todo en la vida. En noviembre de 1992, San Marco anot¨® cuatro goles en dos partidos diferentes. El tobillo no dejaba de dolerle. En diciembre, lo operaron. Y nada volvi¨® a ser lo mismo.
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