El gol 500 de Fernando Morena
El uruguayo lleg¨® al medio millar en su carrera jugando en el Rayo Vallecano
Ahora que Luis Su¨¢rez ha llegado a los 500 goles en su carrera, salta al recuerdo el d¨ªa en que otro gran nueve uruguayo, Fernando Morena, alcanz¨® el medio millar ?con la camiseta del Rayo Vallecano!
Que Morena fichase por el Rayo Vallecano fue una gran sorpresa. Ocurri¨® en el verano de 1979, y aunque el Rayo estaba en Primera, Morena era una figura internacional de envergadura que superaba las dimensiones de ese simp¨¢tico club de barriada.
Nacido en Montevideo, debut¨® a los 17 a?os en Primera Divisi¨®n con el River Plate de Montevideo. A los 21 salta al gran club del pa¨ªs, el Pe?arol, con el que es el m¨¢ximo goleador del campeonato seis a?os consecutivos, de 1973 a 1978, y de la Copa Libertadores en 1974 y 1975. En siete a?os en el Pe?arol promedi¨® 1,28 goles por partido.
Ten¨ªa 27 a?os, le tentaron muchos clubes europeos y sorprendentemente escogi¨® el Rayo. Le convenci¨® el entrenador, H¨¦ctor N¨²?ez, uruguayo, que le asegur¨® que el Rayo era el mejor lugar para un aterrizaje sin riesgos en Europa. Su costo (500.000 d¨®lares) pudo ser pagado en parte por el traspaso de Landaburu al Bar?a. Su llegada fue sensacional. Era un caballero de pies a cabeza, con una forma culta y pausada de hablar que sorprendi¨® aqu¨ª.
La cuenta de sus goles nos lleg¨® de Uruguay: vino con 484. El 9 de diciembre le marc¨® en Vallecas al Athletic el 499, con nueve en Liga, tres en Copa y tres en amistosos. El siguiente partido, 16 de diciembre de 1979, era la visita a Mestalla. All¨ª le esperaba el formidable Kempes. En el banquillo, Di St¨¦fano. Goleador y entrenador uruguayos contra goleador y entrenador argentinos.
Aquello adquiri¨® una dimensi¨®n sensacional en el R¨ªo de la Plata. El Valencia recibi¨® solicitudes de acreditaci¨®n de numerosos periodistas de ambos pa¨ªses, entre ellos el c¨¦lebre relator V¨ªctor Hugo Morales, el mismo que a?os m¨¢s tarde dejar¨ªa para la historia su narraci¨®n del gol de Maradona a los ingleses.
Y no hizo el viaje en balde, porque desde la cabina que le asignaron, en la esquina del anfiteatro con el Gol Gran, pudo narrar, con su peculiar estilo, elegante y estrepitoso a un tiempo, el gol 500 de Morena. Ocurri¨® a las 17.23 (el partido hab¨ªa empezado a las 17.00). No fue un gol limpio, lleg¨® en un golpe franco que roz¨® la barrera. Pero era el gol 500, que ven¨ªa a escoltar al 1.000 de Pel¨¦, 10 a?os antes.
En la segunda mitad, primero Saura y luego Orlando Gim¨¦nez, paraguayo, marcaron para el Valencia. ¡°Un paraguayo resolvi¨® el duelo entre los gigantes argentino y uruguayo¡±, se dijo con orgullo en Paraguay. De inmediato, el Rayo viaj¨® a Montevideo para un amistoso concertado en el traspaso. Acab¨® 2-2, con gol 501 de Morena.
Morena complet¨® una estupenda campa?a, con 21 goles. Cuarto del Pichichi, precedido s¨®lo por Quini (24), Santillana (23) y el propio Kempes (22). Pero sus goles no consiguieron salvar al modesto Rayo y ¨¦l fich¨® precisamente por el Valencia, que pag¨® por ¨¦l 65 millones de pesetas. En el Valencia hizo pareja con Kempes, pero este regres¨® a mitad de temporada al River Plate. Morena dej¨® 24 goles, entre ellos el muy celebrado al Nottingham que vali¨® la Supercopa europea. Sufri¨® una sanci¨®n de ocho partidos tras una expulsi¨®n por protestarle insistentemente a S¨¢nchez Arminio un penalti de Arteche.
Pero lo le disfrutamos m¨¢s aqu¨ª. Uruguay sufr¨ªa por su ausencia. Entre la afici¨®n del Pe?arol (la mitad del pa¨ªs) surgi¨® un movimiento espont¨¢neo para repescarle con el lema A Morena lo traemos todos,primer verso de esta cuarteta que se repet¨ªa por todas partes: Morena lo traemos todos / porque todos somos Pe?arol / Una hinchada que se juega entera / por Morena, un gran goleador.
El Valencia exigi¨® un mill¨®n de d¨®lares. Mucha gente acudi¨® al reclamo de radios y peri¨®dicos y puso lo que pudo. Tambi¨¦n empresas de todo tipo. Y el dinero sali¨®. Morena volvi¨® y el a?o de su regreso, 1982, Pe?arol gan¨® el campeonato, la Libertadores y la Intercontinental. En 1983, una fractura de tibia y peron¨¦ ante Venezuela en la Copa Am¨¦rica (ganada por Uruguay) le fren¨®. Jug¨® unos cuantos partidos en Boca Juniors y regres¨® a Pe?arol para repetir t¨ªtulo nacional en 1984. Una vez retirado, accedi¨® a regresar en 1986 aunque s¨®lo para la Copa Libertadores, con un contrato simb¨®lico de 50 centavos. Marc¨® a Boca en La Bombonera su ¨²ltimo y definitivo gol, el que hac¨ªa el n¨²mero 668 de su carrera, el 334, justo la mitad, en partidos oficiales.
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