Plet¨®rico Bar?a
Dirigidos por Messi y Busquets, los azulgrana arrollan con sus laterales a la Real Sociedad
A m¨¢s presi¨®n, mejor respuesta del Bar?a. Los azulgrana cerraron una jornada muy esperada con un luminoso marcador en Anoeta. No era un partido cualquiera, porque antes hab¨ªan ganado el Atl¨¦tico y el Madrid, y la expectaci¨®n era m¨¢xima en San Sebasti¨¢n. Y tampoco se trataba de un escenario menor porque en la cancha de la Real se han dado algunos de los episodios m¨¢s decisivos en los ¨²ltimos a?os del Barcelona. No se sabe todav¨ªa el alcance del 1-6. La goleada provocar¨¢ en cualquier caso que de momento se hable mucho y bien del Bar?a por m¨¢s que le separen a¨²n cuatro puntos del Atl¨¦tico.
Aguantado por Ter Stegen, el f¨²tbol azulgrana desbord¨® a la Real, malparada y sometida por el magisterio de Busquets y Messi y desbordada por Dest y Alba en su 32? cumplea?os. Los veteranos se reivindican y los laterales han pasado de penalizar en defensa para ser decisivos en ataque despu¨¦s de que el equipo se haya estabilizado con la mano de Koeman. Vuelan los barcelonistas, alegres y ambiciosos en un momento decisivo para medir a los aspirantes a ganar la Liga. El Barca ya no sufre para recortar puntos sino que disfruta e intimida con las victorias, rebosa salud despu¨¦s de sumar 37 puntos sobre 39, 18 partidos sin perder, nueve victorias seguidas en campo ajeno, la ¨²ltima brillante por 1-6.
La vida le sonr¨ªe al Bar?a desde que comenz¨® el a?o, tan a gusto con el marcador y seguro con su f¨²tbol que el entrenador no var¨ªa el dibujo, un aparente 3-4-3 que a menudo se convierte en un 3-4-2-1, ni toca tampoco la alineaci¨®n, incluso cuando recupera a un titular como Araujo. La suplencia del uruguayo supon¨ªa mantener a Griezmann, el d¨ªa que celebraba su 30? aniversario en un estadio en el que irrumpi¨® como futbolista distinguido de la Liga, y que De Jong continuara de central junto a Mingueza y Lenglet. Acert¨® Koeman.
M¨¢s sorprendente fue la formaci¨®n de Imanol por la presencia como falso lateral del volante Merquelanz. A pesar de recogerse tambi¨¦n con tres centrales, la Real sangr¨® por el costado izquierdo, agujereada por Dest. Jugaban de memoria los azulgrana, atrevidos en el despliegue y la presi¨®n, solidarios defensivamente para evitar las transiciones de los donostiarras, verticales incluso sin Silva. Alternaban los barcelonistas las posesiones con los pases largos para el desmarque de Demb¨¦l¨¦ cuando la Real apretaba en bloque la salida de bal¨®n.
A los azulgrana, sin embargo, les faltaba precisi¨®n para tirar la l¨ªnea de pase desde su ¨¢rea y tambi¨¦n para acabar las jugadas ante Remiro. Agradecida y generosa, la Real es tan exigente consigo misma como con el rival porque convierte cada partido en once duelos individuales, un plan que penaliza cada error con una oportunidad: Isak se encontr¨® con el cuerpo de Ter Stegen despu¨¦s del fallo de De Jong.
Efectividad azulgrana
No hubo m¨¢s ocasi¨®n en media hora, muy concentrados los dos equipos, hasta que entr¨® en juego Messi despu¨¦s de un fallo de Remiro a centro de Dest. El capit¨¢n barcelonista activ¨® a los laterales y cayeron dos goles en un momento: habilit¨® primero a Alba, cuyo centro fue rematado por Demb¨¦l¨¦ y remachado por el esforzado Griezmann, y m¨¢s tarde profundiz¨® para Dest, que cruz¨® ante la salida de Remiro. Dest fue un pu?al contra la Real.
Isak, por contra, no pudo con Ter Stegen. El portero neg¨® por dos veces al delantero en dos acciones que previamente retrataron al propio meta y a De Jong. Las p¨¦rdidas no penalizaron a los azulgrana, m¨¢s efectivos en cambio que la Real, falta de pegada y de conducci¨®n, incapaz de tapar a Busquets y a Messi. El equipo se orienta alrededor del omnipresente mediocentro y marca las diferencias a partir de la posici¨®n de enganche del 10. Messi y Busquets tocan y abren para los laterales cuando no conectan entre ambos como ocurri¨® en el 0-4.
Necesitaba el capit¨¢n refrendar su condici¨®n de pichichi (23 tantos) despu¨¦s de que hubieran marcado Benzema y Luis Su¨¢rez. El cuarto gol coron¨® la excelente actuaci¨®n del Bar?a ante una desnortada Real y el sexto agrand¨® al capit¨¢n el d¨ªa que sumaba su 768 partidos con la zamarra del Bar?a. El tercero expres¨® las din¨¢micas opuestas: la fortuna de Dest se junt¨® con la desdicha de Merquelanz. Y, entremedio, quedan dos excelentes tantos, de Demb¨¦l¨¦ y de Barrenetxea, para amenizar el partido plet¨®rico del Barcelona.
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