Bautista tropieza con un diamante

Tiene 19 a?os, pero Jannik Sinner, aquel gigant¨®n pecoso que hace medio a?o le hizo pasar un mal rato a Rafael Nadal en la madrugada de Par¨ªs, consigue eso que es tan complicado: hacer f¨¢cil lo dif¨ªcil. Juega el italiano como si fuera todo un veterano, como si estuviera hecho de otra pasta y como si llevase toda la vida en el circuito. Pero no. Apenas acaba de asomar la cabeza. Y cuidado, porque viene como un cicl¨®n. Que se lo pregunten si no a Roberto Bautista, que comenz¨® fabulosamente la semifinal de Miami y al final se march¨® brazos en jarra: ?Qu¨¦ ha podido ocurrir para que se me haya escapado esto? La respuesta es simple: Sinner. 5-7, 6-4 y 6-4, en 2h 28m.

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Ven¨ªa el castellonense de tumbar a Daniil Medvedev en los cuartos, an¨ªmicamente lanzado por la victoria ante el n¨²mero dos, pero se top¨® con un chico que apunta muy alto. Dice el historial de este Masters que Andre Agassi (19), Rafael Nadal o Novak Djokovic (19) hicieron diabluras cuando tambi¨¦n estaban rompiendo el cascar¨®n, as¨ª que el presente obliga a tomar nota. El italiano, que no lo parece ¡ªpelirrojo, blanco el¨¦ctrico de piel y fr¨ªo como un n¨®rdico¡ª, tiene a la vuelta de la esquina la posibilidad de sumar su tercer trofeo en la ¨¦lite y el primero en todo un escenario del Masters 1000. Enfrente, Hubert Hurkacz (6-3 y 6-4 a Andrey Rublev).

Bautista llegaba sobre aviso. Sinner le hab¨ªa batido en Dub¨¢i, a tres mangas, y el guion se repiti¨®. Arranc¨® bien el espa?ol, adjudic¨¢ndose el primer parcial despu¨¦s de un intercambio de roturas, pero en el segundo perdi¨® la lucidez en un instante clave, cuando en el s¨¦ptimo juego dispuso de un 0-40 favorable y una cuarta opci¨®n de break. Se le esfumaron todas y el italiano, que adem¨¢s de pegar sabe bregar, contragolpe¨® con todo para equilibrar un duelo que se introdujo en un territorio m¨¢s f¨ªsico. A priori, Bautista, de 32 a?os y l¨®gicamente mucho m¨¢s hecho, ten¨ªa todas las de ganar. Sin embargo, pinch¨® y se desinfl¨®.

Aunque dio un zarpazo en el tercer juego, Sinner (ya 21 del mundo) se recompuso (del 2-1 abajo al 4-3 de cara) y naveg¨® mejor entre el viento y los vaivenes del tramo final, de tir¨®n en tir¨®n uno y otro. A la que tuvo una opci¨®n franca de cerrar el duelo, lo hizo: rev¨¦s cruzado, como un meteorito, y a la caza de su tercer trofeo en el circuito de la ATP tras los de Sof¨ªa (2020) y Melbourne, este ¨²ltimo a comienzos de curso. Volvi¨® a exhibir cat¨¢logo y a anticipar intenciones, mientras que a Bautista, 12 golpes ganadores por los 37 de su rival, le falt¨® filo en el colmillo.

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