Jordan Spieth, el genio del golf que desapareci¨® y ha vuelto
El estadounidense, que fue n¨²mero uno mundial, gana un torneo despu¨¦s de casi cuatro a?os y renace a las puertas del Masters de Augusta
Un genio ha vuelto. Entre 2015 y 2017, Jordan Spieth pareci¨® inaugurar una nueva era en el golf. Mientras declinaba la estrella de Tiger Woods, crec¨ªa el brillo de este joven estadounidense lleno de talento. Spieth lo ten¨ªa todo: magia en las manos, gran atractivo para la televisi¨®n, tir¨®n entre los aficionados y toda la carrera por delante. Por algo le apodaron El Chico Maravilla. Cuando ese 2017 gan¨® el Open Brit¨¢nico en Southport con solo 23 a?os, nadie discut¨ªa que el futuro era suyo. Su tercer grande, despu¨¦s del maravilloso doblete de Masters de Augusta y US Open de 2015, llegaba con mayor precocidad de la que hab¨ªa firmado Woods (solo el Tigre y ¨¦l sumaban adem¨¢s al menos 10 victorias en torneos antes de los 24) y solo por detr¨¢s en la historia de Jack Nicklaus. Era tambi¨¦n el ganador m¨¢s joven de la famosa Jarra de plata desde Seve Ballesteros. Un adolescente entre mitos.
Y de repente, la estrella se fue apagando. Sin saber por qu¨¦, Spieth perdi¨® la magia. Dej¨® de jugar como los ¨¢ngeles. Dej¨® de ganar. El misterio ha durado casi cuatro a?os. Hasta que este domingo, en el Valero Texas Open, Spieth ha conseguido su 12? victoria en el circuito americano (PGA), 1.351 d¨ªas y 83 torneos despu¨¦s de aquel triunfo que nadie pensaba que quedar¨ªa tan lejano. El estadounidense se ha impuesto con 18 golpes bajo par, dos de ventaja sobre Charley Hoffman. Ya hab¨ªa avisado de su recuperaci¨®n en varios torneos de este a?o (fue cuarto en el Open de Phoenix y en el torneo de Arnold Palmer y tercero en Pebble Beach), rozando una victoria que no ol¨ªa desde hace una eternidad, pero le faltaba rematar la faena, gritar de verdad que hab¨ªa vuelto. Este domingo sac¨® por fin de la bolsa algunos de esos majestuosos golpes que le convirtieron en un referente del circuito, divino en algunas recuperaciones y en los putts, rebosante de la confianza que hab¨ªa extraviado.
Unfazed under pressure.@JordanSpieth saves par at 15 to keep a two-shot lead. pic.twitter.com/RFzSa9P0He
— PGA TOUR (@PGATOUR) April 4, 2021
El de Spieth es uno de esos casos que describen la enorme dureza psicol¨®gica del golf, un deporte que se juega tanto con las manos como con la cabeza. Siendo t¨¦cnicamente el mismo jugador, en plenitud f¨ªsica, algo hab¨ªa dejado de hacer clic en la mente del chico. El que fuera n¨²mero uno del mundo en 2015 (solo 931 d¨ªas despu¨¦s de hacerse profesional) descendi¨® hasta el puesto 92 el pasado 31 de enero, su peor posici¨®n en el r¨¢nking desde julio de 2013. Con la victoria de este domingo, ascender¨¢ al n¨²mero 38. Y aterriar¨¢ en el Masters de Augusta, que se disputa esta semana, el primer grande de la temporada, renacido y pleno de ¨¢nimo para volver a vestirse como campe¨®n de un grande. ¡°He tenido problemas de confianza. No lograba volver a jugar bien y ganar. Ha sido un trabajo duro, he agachado la cabeza y he seguido trabajando, y ahora se abre una nueva etapa¡±, coment¨® el vencedor.
Pap¨¢ Jon Rahm
La victoria de Spieth a?ade picante a un Masters en el que el n¨²mero uno del mundo, Dustin Johnson, defiende la chaqueta verde y en el que el bombardero Bryson DeChambeau amenaza con una nueva demostraci¨®n de m¨²sculo. En el cartel de favoritos tambi¨¦n est¨¢ Jon Rahm, que llegar¨¢ a Augusta con la felicidad de ser padre por primera vez. A los 26 a?os, el golfista vasco celebr¨® el s¨¢bado el nacimiento de su primer hijo, al que su esposa Kelley Cahill y ¨¦l han llamado Kepa. ¡°??3.2kg y 52cm, un chicharr¨®n del norte!! Sin duda alguna, el mejor momento de mi vida¡±, cont¨® Rahm en las redes sociales.
El jugador de Barrika disputar¨¢ el Masters sin la incertidumbre de cu¨¢ndo iba a nacer su hijo, puesto que su mujer sal¨ªa de cuentas el lunes despu¨¦s de la celebraci¨®n del primer grande de la temporada. El adelanto del nacimiento permitir¨¢ a Rahm viajar a Augusta en un gran momento personal, receta que en un deporte tan psicol¨®gico como el golf suele ser sin¨®nimo de buenas actuaciones.
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