El Atl¨¦tico, un l¨ªder en los huesos
El equipo rojiblanco, de nuevo con s¨ªntomas de agotamiento f¨ªsico y mental, recupera el primer puesto tras empatar ante un Betis que lo supera en la segunda mitad
El Atl¨¦tico es un l¨ªder de la Liga en los huesos, acosado por las bajas y sin el fuelle que exhibi¨® en una majestuosa primera vuelta. Un ej¨¦rcito que perdi¨® por lesi¨®n en el Villamar¨ªn a Jo?o F¨¦lix y Trippier, que se vio superado en muchas fases del partido por un buen Betis y que ofrece evidentes s¨ªntomas de cansancio f¨ªsico y mental. El gol de Carrasco le permite, no obstante, salir l¨ªder de Sevilla en un duelo de m¨¢xima exigencia, con un punto sobre el Madrid y dos sobre el Barcelona. El Atl¨¦tico vive de los ahorros cosechados en una impresionante primera vuelta. Ahora sufre y se desangra. Si Oblak lo salv¨® en un segundo tramo donde el Betis fue superior, Correa goz¨® de dos clar¨ªsimas ocasiones en el tiempo de descuento que fueron salvadas por Bravo. Herido, el Atl¨¦tico pudo ganar aunque no lo mereciera.
El Betis hizo un buen partido, manejado por la sabidur¨ªa de un t¨¦cnico, Pellegrini, que le ha dado mucho. Le falt¨® concretar en la segunda mitad, pero enfrente, aunque disminuido, estaba el l¨ªder de la Liga. Obligados a buscar soluciones, Pellegrini y Simeone exprimieron sus neuronas para solventar, esencialmente, las delicadas bajas de sus goleadores, Borja Iglesias y Luis Su¨¢rez. El chileno, que tiene al Betis en puestos europeos, ide¨® un equipo inesperado, optando por una alineaci¨®n muy ofensiva, con Joaqu¨ªn y Fekir de delanteros sin serlo ninguno de manera espec¨ªfica. Las novedades saltaban a la vista, pues lo mismo Bartra volv¨ªa tres meses despu¨¦s a la titularidad que Herrera lo hac¨ªa tras cinco. Con m¨¢s toque por el centro y con Jo?o F¨¦lix y Correa de delanteros, el Atl¨¦tico sent¨ªa la necesidad de reivindicarse.
A los cinco minutos, Carrasco casi se mete en la porter¨ªa de Bravo para hacer el 0-1. Una pared entre Jo?o F¨¦lix y el belga propici¨® que Correa, un incordio para la defensa b¨¦tica, intentara el remate ante el portero local. El bal¨®n le qued¨® muerto a Carrasco, que tir¨® con un amago a Bartra y anot¨® a puerta vac¨ªa. Se abr¨ªa un panorama feliz para el Atl¨¦tico, con un gol que calmaba su ansiedad y que le permit¨ªa ceder la iniciativa al Betis para buscar sentenciar a la contra.
El equipo de Pellegrini, sin embargo, tiene alma. Sufri¨® un remate de Sa¨²l que salv¨® Bravo, pero poco a poco se fue recomponiendo. No tanto por Fekir, muy vigilado. Mucho m¨¢s por los buenos movimientos de Joaqu¨ªn, que dejaba a los centrales atl¨¦ticos sin un nueve al que marcar. El asombroso repertorio del veterano futbolista aflor¨® con mucha valent¨ªa para pedir el bal¨®n donde es m¨¢s complicado. Y, sobre todo, desfigurar el entramado defensivo del Atl¨¦tico con cambios de ritmo y regates. En este f¨²tbol de tanto pase, una conducci¨®n de Joaqu¨ªn permiti¨® abrir a la banda mirando hacia el otro lado. ?lex Moreno centr¨® bien al ¨¢rea, donde irrumpi¨® Tello para batir a Oblak. El extrem¨® dej¨® la banda para aparecer en el ¨¢rea mientras Joaqu¨ªn se alejaba de ella para crear f¨²tbol. A veces, el mejor camino no es el m¨¢s recto, debi¨® de pensar Pellegrini en la previa. Mejor irrumpir que ocupar un ¨¢rea que el Atl¨¦tico suele defender bien.
Lesi¨®n de Jo?o F¨¦lix
El partido, equilibrado, viraba del toque del Betis a los movimientos r¨¢pidos del Atl¨¦tico. El esfuerzo rojiblanco era evidente, pero reinaba la sensaci¨®n de que un l¨ªder de la Liga debe mostrar m¨¢s jerarqu¨ªa. Para colmo de su mala fortuna, el tobillo de Jo?o F¨¦lix cruji¨® despu¨¦s de un cruce de Mandi.
El Betis super¨® a un Atl¨¦tico confundido en la segunda parte por la salida del delantero portugu¨¦s. Ya no apareci¨® Carrasco y los andaluces elaboraron veloces contragolpes ante un rival atascado. Oblak salv¨® ante Emerson y Lainez, como Gim¨¦nez con Ruibal. Mientras Simeone saltaba en la banda hecho un demonio, el Atl¨¦tico tir¨® de orgullo en el alargue. Bravo, por dos veces, le cerr¨® el camino del gol a Correa. El Atl¨¦tico es un l¨ªder doliente.
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