Sangre de buey en el bid¨®n

Hay una sensaci¨®n com¨²n en los ciclistas ¡ªsean profesionales, aficionados o eventuales¡ª que se produce al encarar los ¨²ltimos metros de un ascenso ¡ªsea un puerto de categor¨ªa especial, de cuarta o la cuesta del barrio¡ª. Es una mezcla entre el alivio y la satisfacci¨®n. Tambi¨¦n de la esperanza de que las leyes naturales sigan funcionando en las alturas y al ascenso le siga el descenso. Si se va con tiempo ¡ªy con aire; y con piernas¡ª se podr¨¢ disfrutar de la impagable experiencia de contemplar c¨®mo el horizonte gana terreno al asfalto a medida que se recorren los ¨²ltimos metros.

Algo similar sucede al leer C¨®mo ganar el Giro bebiendo sangre de buey (Libros del K.O.), el nuevo libro del periodista donostiarra Ander Izagirre. Una cr¨®nica sobre c¨®mo el Giro de Italia ayud¨® ¡ªy ayuda¡ª a hilvanar un pa¨ªs que en 1909 ¡ªprimera edici¨®n de la prueba¡ª apenas acababa de completar la unificaci¨®n. Izagirre, ciclista aficionado, sube al lector en la bicicleta y lo va paseando por las peque?as historias que conforman todo lo que hoy es la gran ronda italiana. Lo hace con ritmo. Con un pedaleo constante ¡ªpalabra a palabra¡ª que culmina en cada texto con una frase que es un descubrimiento. Un nuevo paisaje al que se llega a trav¨¦s de unas letras muy cuidadas, impregnadas de un peculiar sirimiri de iron¨ªa.

El libro coge velocidad desde las primeras p¨¢ginas. Suceden tantas cosas ya desde el inicio que resulta complicado apartar la vista del trayecto. Un compendio de trampas de pel¨ªcula, un tratado sociol¨®gico sobre la bicicleta, el norte y el sur de Italia, el reflejo de las llamas de una pira de ejemplares de La Gazzetta dello Sport iluminando el futuro del Giro, un ciclista que se avitualla con sangre de buey. Y todo eso en la primera etapa. Y, despu¨¦s, coronar cada cap¨ªtulo. Y sin dar una pedalada. ?Se puede pedir algo m¨¢s?

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