Zidane, otro final confuso: tres semanas de las dudas entre los jugadores al silencio

Se puede decir que, de alg¨²n modo, Zinedine Zidane juega como vive: es capaz de extraer resultados y conclusiones s¨®lidas de planteamientos en apariencia vaporosos, o incluso confusos. Y suele considerar que necesita dar pocas explicaciones, ni siquiera para ponerse medallas cuando su plan funciona. Este jueves el anuncio de su dimisi¨®n lo hizo el club en un comunicado de 102 palabras que no inclu¨ªa una sola respuesta a por qu¨¦ se iba. La cuenta de Instagram del franc¨¦s, con 28,3 millones de seguidores, permaneci¨® en silencio.

Su segunda huida del banquillo del Real Madrid condensa ese proceder. Desde la ma?ana del 8 de mayo, la v¨ªspera del partido contra el Sevilla, a cuatro jornadas de acabar la Liga, cuando algunos de los futbolistas llegaron a casa convencidos de que les hab¨ªa dicho que se iba a final de curso; hasta la noche del mi¨¦rcoles, 26 de mayo, cuando les escribi¨® para contarles que, en efecto, se iba.

En medio, cuatro partidos en los que siguieron peleando el t¨ªtulo. Y una coincidencia de calendario casi exacta respecto de la primera vez que abandon¨® el banquillo, en mayo de 2018. Entonces jugaron el ¨²ltimo partido un s¨¢bado, la final de la Champions contra el Liverpool, y el mi¨¦rcoles fue a ver al presidente, Florentino P¨¦rez, y le dijo que se marchaba. Ahora, el ¨²ltimo encuentro liguero fue tambi¨¦n un s¨¢bado, contra el Villarreal, y tambi¨¦n el mi¨¦rcoles acudi¨® a ver al presidente.

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Para entonces la cuesti¨®n llevaba semanas hirviendo, entre evasivas del t¨¦cnico sobre sus planes futuros en sus comparecencias y reflexiones que podr¨ªan servir para sellar una despedida inminente, como el ¡°se lo voy a poner muy f¨¢cil al club¡± de la v¨ªspera del partido contra el Sevilla. La frase la pronunci¨® despu¨¦s de una charla con sus futbolistas que provoc¨® confusi¨®n, seg¨²n varias fuentes con acceso al vestuario.

Varios jugadores salieron ese d¨ªa de Valdebebas convencidos de que Zidane les hab¨ªa dicho que no cumplir¨ªa la temporada de contrato que le quedaba. Otros, cuando supieron que se extend¨ªa esa versi¨®n, aseguraron que el entrenador no hab¨ªa dicho eso ¡ªe insistieron en ello el mi¨¦rcoles por la noche¡ª. Incluso hubo alguno que se qued¨® con una impresi¨®n intermedia a la que no dio la menor importancia: ¡°Algo dijo. No se explic¨® muy bien¡±, sosten¨ªa.

El t¨¦cnico quiso desactivar el revuelo despu¨¦s del partido contra el Athletic en San Mam¨¦s, el 16 de mayo: ¡°?C¨®mo voy a decir a mis jugadores que me voy ahora? Es mentira¡±, asegur¨®.

Pasaban los d¨ªas y Zidane segu¨ªa sembrando sus apariciones de frases que pod¨ªan servir para envolver la despedida, pero tambi¨¦n para apuntalar que agotara su contrato. Como una de la v¨ªspera del partido contra el Athletic: ¡°Hay momentos en que tienes que estar y momentos en que tienes que cambiar. Pero para el bien de todos, no solo el m¨ªo, eh¡±.

En el club, nadie ten¨ªa una impresi¨®n n¨ªtida de cu¨¢les eran las intenciones del t¨¦cnico: ve¨ªan que parec¨ªa que se ir¨ªa, pero tambi¨¦n que pod¨ªa quedarse. En reuniones de fin de curso de responsables del club con representantes de futbolistas, siguieron trasladando esa incertidumbre hasta al menos la semana pasada.

El equipo consumi¨® las jornadas restantes manteniendo hasta el ¨²ltimo instante la presi¨®n al l¨ªder, el Atl¨¦tico de Madrid, pese al paisaje vaporoso por el que atravesaban. Zidane ha mostrado muy a menudo esa extra?a habilidad: ha logrado resultados extraordinarios a partir de instrucciones brumosas. ¡°La t¨¢ctica es un estado mental¡±, ha dicho, por ejemplo. O tambi¨¦n: ¡°Lo importante es la animaci¨®n¡±. As¨ª aguantaron hasta la remontada final contra el Villarreal el s¨¢bado pasado en Valdebebas. Despu¨¦s volvi¨® a evitar de nuevo decantarse en p¨²blico sobre su futuro y cenaron todos juntos para despedir el curso. Como todos los a?os.

Seg¨²n varias fuentes con acceso al vestuario, nada les hizo pensar durante el evento, ni en la despedida del t¨¦cnico que se trataba del ¨²ltimo acto bajo el mando de Zidane. Tampoco tres a?os antes sospecharon nada en los festejos de la 13? Champions.

Transformaci¨®n pendiente

Como entonces, ¨¦l y sus futbolistas salieron de all¨ª rumbo a sus d¨ªas de descanso o a concentrarse con sus selecciones sin la impresi¨®n de encontrarse ante un final de mandato. Como entonces, cuatro d¨ªas despu¨¦s Zidane pidi¨® ver al presidente, y este trat¨® de convencerle de que reconsiderara su decisi¨®n de marcharse antes de cumplir su contrato, que venc¨ªa en junio de 2022. Pero tambi¨¦n como entonces, cuando el franc¨¦s tiene algo claro en su cabeza, resulta casi imposible que cambie de parecer.

En ese punto, de nuevo la bruma: el comunicado sobre su dimisi¨®n no aporta razones, ¨¦l no abri¨® la boca y, a diferencia de 2018, no se despidi¨® con una comparecencia p¨²blica. A falta de las explicaciones de Zidane sobre su segunda espantada del banquillo del Madrid antes de tiempo, quedan algunas que se apuntan desde el club: lo mucho que hay que renovar la plantilla; el cansancio del a?o, en especial con la prensa; su aparente ilusi¨®n por ser seleccionador de Francia. Otra huida inexplicada.

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