Una r¨¢faga para so?ar
Soy consciente de que la tarea que le queda a mi sobrino no ser¨¢ nada f¨¢cil, pero esos nueve juegos encadenados confirman mis esperanzas de verle otra vez levantar el trofeo
De los tres representantes espa?oles que ten¨ªamos en cuartos de final, solo Rafael ha accedido a las semifinales de Roland Garros.
Alejandro Davidovich cay¨® ante Alexander Zverev pagando, a buen seguro, el cansancio de sus dos anteriores encuentros a cinco sets. Despu¨¦s de un primer parcial ajustado, nada pudo hacer en los dos siguientes; el alem¨¢n fue claramente superior. De todos modos, ha firmado una brillante actuaci¨®n que, a sus reci¨¦n cumplidos 22 a?os, le augura un futuro venidero de ¨¦xitos seguros.
Paula Badosa, nuestra representante femenina, cay¨® tambi¨¦n en un duro encuentro ante Tamara Zidansek. En este partido, no estuvo tan acertada como en sus anteriores encuentros. Hab¨ªa llegado a esta antepen¨²ltima ronda con una gran dosis de moral. Se la vio un poco m¨¢s nerviosa y, al final, sucumbi¨® ante una rival, a priori, inferior a ella. Est¨¢ claro que ha dejado pasar una buena oportunidad pero, vista su progresi¨®n en estos ¨²ltimos meses y dada tambi¨¦n su juventud, estoy convencido de que pronto le llegar¨¢n otras opciones que, a buen seguro, no va a desaprovechar.
A sus 23 a?os y despu¨¦s de una progresi¨®n constante en el ranking, la espa?ola ha logrado una mayor solidez en su juego que, combinado con el gran esp¨ªritu de lucha que la caracteriza, la ha llevado a encaramarse a la 34? posici¨®n mundial y a convertirse en una de las grandes esperanzas del tenis espa?ol.
El partido entre Diego Schwartzman y Rafael nos dej¨® a nuestro ¨²nico representante en las semifinales, a pesar de que durante las tres primeras mangas, mi sobrino no consiguiera jugar con gran brillantez. El hecho de que el argentino le haya puesto las cosas dif¨ªciles en algunas ocasiones anteriores propici¨® que saliera algo m¨¢s nervioso de lo normal.
A pesar de tener una envergadura poco com¨²n en el circuito actual, donde imperan jugadores de gran estatura, el brillante bonaerense consigue suplir este h¨¢ndicap con una depurada t¨¦cnica y una gran visi¨®n t¨¢ctica. Y, por si fuera poco, logra alimentar las esperanzas de otros j¨®venes de caracter¨ªsticas similares.
Durante los dos primeros sets y hasta finales del tercero vimos c¨®mo los golpes de Rafael no le hac¨ªan suficiente da?o. Pocas veces consigui¨® desbordarle y en ning¨²n momento tuve la sensaci¨®n de que Schwartzman se sintiera lo suficientemente acosado durante estos parciales. Eso le permit¨ªa jugar con cierta tranquilidad y mantener el marcador igualado. Cuando me parec¨ªa que las cosas se nos hab¨ªan complicado enormemente, despu¨¦s de ceder el segundo set e ir 4-3 abajo en el tercero, fue el momento en el que Rafael, con un ligero cambio t¨¢ctico, consigui¨® darle la vuelta a la situaci¨®n.
Retrocedi¨® un poco su posici¨®n y, a partir de aqu¨ª, consigui¨® un poco m¨¢s de tranquilidad a la hora de ejecutar sus golpes; sus tiros empezaron a lastimar mucho m¨¢s a su rival y acab¨® recuperando la agresividad y la precisi¨®n de las que hab¨ªa carecido su juego hasta aquel momento.
Rafael est¨¢ a dos pasos de conseguir su decimocuarto Roland Garros y su vigesimoprimer Grand Slam. Soy consciente de que la tarea que le queda no ser¨¢ nada f¨¢cil, pero este ¨²ltimo set, con nueve juegos encadenados a un gran nivel, confirman mis esperanzas de verle otra vez levantar el trofeo.
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