Jules Deloffre, el ciclista saltimbanqui

En los primeros a?os del Tour, ser una figura del ciclismo era una bicoca. Los grandes de la carrera ten¨ªan una casa comercial que les apoyaba, una buena cama al llegar a la meta, comida en abundancia y otros corredores a su servicio. Luego estaban los routiers, que ten¨ªan que buscarse la vida. La organizaci¨®n les daba unos francos de dieta, que no llegaba para casi nada, y un cami¨®n en el que cada ma?ana cargaban sus pertenencias y que les esperaba en la meta. All¨ª recog¨ªan la impedimenta y buscaban despu¨¦s una cama barata en la que descansar.

Jules Deloffre, nacido en 1885, era uno de ellos. Amaba el ciclismo, y hab¨ªa comenzado a correr con 14 a?os, en 1900, antes de que se organizara la primera edici¨®n del Tour. No era uno de los mejores, as¨ª que casi siempre corri¨® como ¡°isol¨¦¡±, la categor¨ªa de los que no ten¨ªan equipo y corr¨ªan por su cuenta. Disput¨® las grandes carreras de la ¨¦poca: la Par¨ªs-Roubaix, la Burdeos-Par¨ªs o la Par¨ªs-Bruselas. Su primer Tour lo corri¨® en 1908 y el ¨²ltimo, en 1928, veinte a?os m¨¢s tarde. Hasta 1985 conserv¨® el r¨¦cord de ser el ciclista con m¨¢s ediciones en sus piernas (14). Corri¨® siete antes de la I Guerra Mundial y otros siete al final de la contienda. Pudo terminar la mitad. En 1910 y 1911 acab¨® decimoquinto y, adem¨¢s, en 1912 fue el primero entre los isol¨¦s y al a?o siguiente hizo su mejor clasificaci¨®n: duod¨¦cimo.

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Particip¨® en la batalla de Verd¨²n durante la guerra, en la que sirvi¨® en una brigada ciclista, y despu¨¦s puso una tienda de bicicletas en Le Cateau, su lugar de adopci¨®n, que se llamaba Au Tour de France, ubicada en la Place Verte. Durante sus participaciones se dedicaba a promocionar el establecimiento y la marca de bicicletas Pannetton, bajo cuyo patrocinio corri¨® algunas ediciones.

Sin embargo, a Deloffre se le conoc¨ªa por sus habilidades circenses. Al acabar las interminables etapas, en muchos casos de m¨¢s de 300 kil¨®metros, se hac¨ªa un hueco entre el p¨²blico que hab¨ªa acudido a la llegada y con el polvo del camino encima y a veces con los tubulares de respuesto todav¨ªa cruzados sobre el maillot, realizaba una serie de ejercicios gimn¨¢sticos que acababan con una voltereta que dejaba asombrada a la gente despu¨¦s de tan agotadora carrera. Una vez concluida su exhibici¨®n, se quitaba la gorra y la pasaba entre los asistentes, mientras cantaba alguna canci¨®n popular. Cuando acababa, vend¨ªa entre el p¨²blico, postales con su imagen.

Era un buscavidas y una de las personas m¨¢s queridas de su pueblo, que le dedic¨® una avenida a su muerte. Una vez retirado segu¨ªa amando profundamente la bicicleta, se dedicaba a hacer pruebas de resistencia y exhibiciones. Tambi¨¦n sent¨ªa pasi¨®n por los coches. Coleccionaba veh¨ªculos antiguos.

Deloffre muri¨® sobre su bicicleta. El 13 de octubre de 1963 acudi¨® montado en la suya, al Crit¨¦rium Internacional de Cambrai, que gan¨® Jacques Anquetil. A la vuelta, mientras regresaba a Caudry, fue atropellado por un autom¨®vil y no sobrevivi¨® a las heridas. Ten¨ªa 78 a?os.

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