¡°Acepto el circo del Everest¡±
Reci¨¦n llegado del techo del planeta, el alpinista alem¨¢n David Goettler describe su relaci¨®n con la monta?a y sus carreras con Kilian Jornet
Desde la ventana de su casa en Cantabria, el alpinista alem¨¢n David Goettler puede ver la autov¨ªa que une Bilbao y Santander y hacia ella se?ala con un gesto evasivo mientras responde: ¡°Por supuesto que me horrorizan las colas para alcanzar la cima del Everest, pero tampoco entiendo hacer cola en el coche al calor del verano para ir a la playa, algo que veo aqu¨ª desde hace a?os. Lo que quiero decir es que no me siento legitimado para decir a nadie lo que ha de hacer o no hacer. En 2019 y esta primavera he intentado escalar el Everest sin ox¨ªgeno y a pesar de los pesares no ha sido una mala experiencia. He disfrutado de la compa?¨ªa de Kilian Jornet y he convivido con amigos sherpas, gu¨ªas como yo, del trabajo de la monta?a, algo que no me es ajeno puesto que soy gu¨ªa y lo que veo en el Everest lo he visto antes en el Mont Blanc, el Cervino o en cualquier monta?a alpina de renombre¡±.
Goettler y su pareja, M¨®nica Piris, m¨¦dica que trabaja de forma habitual en expediciones en el Himalaya, pasan los veranos en Cantabria y los inviernos en Chamonix. Junto al garaje, David muestra un almac¨¦n pulcramente ordenado en el que ha dispuesto su material de escalada y el equipo que ha empleado en el Everest: prototipos de botas ligeras pero muy calientes, buzos futuristas de pluma de dos piezas, ropa que no se encuentra en tienda alguna, vestimenta ideada para correr por encima de los 8.000 metros. ¡°Todo el mundo cree que el Everest es un lugar g¨¦lido, pero cuando est¨¢s expuesto al sol la incidencia de los rayos ultravioleta es brutal, te quemas. Pero en cuanto se va el sol, la temperatura se desploma y en minutos est¨¢s a 10? bajo cero, por eso hay que escoger muy bien la ropa. He visto a gente casi deshidratada con el buzo de pluma cl¨¢sico¡±, ilustra.
De hecho, en una temporada marcada por el mal tiempo y la irrupci¨®n del cicl¨®n Yaas en la cordillera, Goettler y Jornet quedaron literalmente fundidos por las altas temperaturas el d¨ªa que lanzaron un intento a cima por la ruta cl¨¢sica de la vertiente sur del Everest. ¡°Yo arranqu¨¦ de madrugada para alcanzar el campo 2 y esperar all¨ª a Kilian. Despu¨¦s de varias semanas entren¨¢ndonos juntos, pude comprobar que en altitudes por debajo de los 8.000 metros el catal¨¢n es mucho m¨¢s r¨¢pido que yo, y que nuestro ritmo converge a partir de los 8.000 metros. Por esta raz¨®n decidimos ir por separado y unir fuerzas a partir del collado Sur. Descansando en mi tienda en el campo 2, el calor era insoportable dentro de la tienda y cuando ambos alcanzamos el collado Sur vimos que no est¨¢bamos bien, que no pod¨ªamos acercarnos a nuestro ritmo ¨®ptimo. De haber seguido hacia la cima, hubi¨¦ramos vivido una jornada ¨¦pica, en el sentido negativo del t¨¦rmino. Renunciamos. Pod¨ªamos haber seguido, pero hubi¨¦ramos quedado expuestos en el descenso, que es lo que les ocurre a muchos clientes de las expediciones comerciales¡±, explica el alem¨¢n.
Regresar sanos y salvos
El himalayista Marc Batard denunci¨® un trabajo mediocre en t¨¦rminos de seguridad por parte de los sherpas que equiparon el Annapurna la pasada primavera, permitiendo m¨¢s de 60 cimas en una sola jornada. Goettler no observ¨® nada parecido en el Everest: ¡°Creo que los sherpas hacen bien su trabajo, incluso mejor que algunos gu¨ªas occidentales, pero a unos pocos se les olvida una cosa: su deber no es colocar al cliente en la cima, sino permitir que regrese sano y salvo. En cuanto estos pocos aprendan a decir ¡®no¡¯, su trabajo ser¨¢ tan bueno como el de los mejores gu¨ªas de Nepal o de Occidente¡±. Goettler considera que guiar en el Everest no es un desprop¨®sito: ¡°No se gu¨ªa como en Europa, en ratio 1/1 y en cuerda corta, sino que se f¨ªa todo a las cuerdas fijas que est¨¢n desde el campo base hasta la cima. Con hasta cadena de seguridad los gu¨ªas solo tienen que preocuparse de que sus clientes tengan todo lo necesario y de tomar las decisiones adecuadas¡±.
La presencia de Goettler y Jornet en el Everest dispar¨® la rumorolog¨ªa sobre si la pareja intentar¨ªa la traves¨ªa in¨¦dita Everest-Lhotse, uno de los grandes asuntos pendientes en el Himalaya. ¡°Yo nunca dije que lo ¨ªbamos a intentar, y creo que Kilian tampoco, aunque reconozco que es una actividad apasionante. Pero si no anunci¨¦ mis planes es porque no quiero calcar una costumbre que aborrezco: muchos monta?eros anuncian un plan ambicioso y complejo, los medios lo recogen y le dan una publicidad enorme y resulta que luego ni se aproximan a la actividad cacareada porque nunca han tenido el nivel para hacerlo. Creo que los medios han de ser m¨¢s rigurosos y descubrir si lo que asegura tal o cual monta?ero est¨¢ en consonancia con su capacidad y su curr¨ªculo. Personalmente, prefiero hablar de lo que he hecho que de lo que no s¨¦ si har¨¦, porque para hacer la traves¨ªa Lhotse-Everest sin ox¨ªgeno hacen falta condiciones perfectas del terreno y del tiempo¡±.
¡°Y volviendo a ciertos medios¡±, contin¨²a, ¡°cuando me entrevistaban y me preguntaban por el coronavirus en el campo base, notaba que deseaban que la temporada quedase cancelada por el Gobierno de Nepal para tener una noticia. Tampoco apreci¨¦ la hipocres¨ªa de varias expediciones comerciales que tras cancelar su expedici¨®n dijeron que lo hac¨ªan para no exponer a sus sherpas frente al virus, que era una irresponsabilidad estar ah¨ª, cuando en realidad estos sherpas ya se hab¨ªan contagiado y estaban en su casa y las expediciones no ten¨ªan capital humano de trabajo. Si deseasen cuidar a sus sherpas, no los enviar¨ªan 10 veces a la cascada del Khumbu, donde tantos han muerto enterrados por aludes y bloques de hielo¡±.
¡°M¨¢s paradojas: ahora, con las redes sociales, todo el mundo puede promocionarse aunque carezca de pedigr¨ª y as¨ª nacen h¨¦roes que no deber¨ªan serlo, como por ejemplo la mujer china que ha realizado el r¨¦cord femenino de velocidad¡ con seis sherpas de apoyo, ox¨ªgeno artificial al flujo m¨¢ximo¡ como ganar el Tour con una bici el¨¦ctrica. Esa noticia sali¨® en casi todas partes, y esos mismos medios que ensalzaban el mencionado r¨¦cord criticaban el vuelo de helic¨®pteros con alpinistas y equipo al campo 2, como si fuese un sacrilegio, y yo lo defiendo: deber¨ªan volar m¨¢s, llevar todo el material como tiendas, ox¨ªgeno, cuerdas, etc¨¦tera, para que los sherpas no tengan que perder la vida transport¨¢ndolo por la cascada del Khumbu. Y si nos ponemos puristas, ?cu¨¢ntos escalan realmente el Mont Blanc o el Cervino? El 99% no sale andando desde el pueblo sino que se sube a uno o dos telef¨¦ricos para ahorrarse varias horas de caminata tanto de subida como de bajada. El Everest es una monta?a comercial, como todas las monta?as famosas. Y yo tengo parte de responsabilidad, como profesional, porque deber¨ªa aclarar estas cuestiones, separar lo importante de lo accesorio en la actividad que se realiza en la monta?a¡±, a?ade.
?Y no ha dejado David Goettler pasar la oportunidad de explicar lo que es una actividad relevante, puntera, se?alando sus deseos de afrontar la traves¨ªa Everest-Lhotse y aclarando lo que es el alpinismo aut¨¦ntico y separ¨¢ndolo del turismo? ¡°S¨ª, creo que en ese sentido he dejado pasar una oportunidad de aclarar las cosas¡±, reconoce el alem¨¢n.
¡°Es obvio que falta cultura de monta?a y que mucha gente solo quiere apuntarse una cima concreta, pero cuando voy al Mont Blanc, al Cervino, al Aneto o al Everest s¨¦ que va a haber mucha gente, y lo asumo, no pongo el grito en el cielo. Detr¨¢s de las monta?as hay un negocio, y yo como gu¨ªa me beneficio de ¨¦l porque existe un mercado. La gente quiere consumir monta?a, y acude sin estar preparada. Es una utop¨ªa pedir a esta gente que se prepare, que vaya paso a paso, que beba de la cultura monta?era. Pero tambi¨¦n hay personas que se toman el reto a conciencia, como por ejemplo el pr¨ªncipe de Bahrein y su grupo: no eran monta?eros pero no llegaron al Everest de repente sino que escalaron previamente el Ama Dablam (6.812 m), despu¨¦s el Manaslu (8.156 m) y finalmente el Everest (8.848 m) pero siempre con los mismos sherpas, conociendo el material, sabiendo hacer las cosas y as¨ª, con mucho dinero, lo que consiguieron es tener una red de seguridad antes de medirse al techo del planeta. Si no tienes conocimientos, mejor tener mucho dinero para que otros te cuiden. Acepto el circo del Everest. Soy parte del mismo. Y solo la educaci¨®n podr¨ªa arreglarlo, pero no creo que lo logremos¡±, concluye.
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