Fernando Alonso contiene a Hamilton

La F¨®rmula 1 est¨¢ llena de im¨¢genes que han contribuido a alimentar la teatralidad de esta disciplina tan caprichosa, en la que todo el esfuerzo de los pilotos puede quedar reducido a la nada, bien sea por la poca pegada del coche, por alg¨²n error propio o por uno ajeno. El duelo entre Ayrton Senna y Alain Prost a finales de los a?os ochenta y principios de los noventa dej¨® secuencias inolvidables, como tambi¨¦n lo son algunas instant¨¢neas de James Hunt, Niki Lauda o Michael Schumacher. El alem¨¢n fue uno de los seis ¨²nicos monoplazas que tomaron parte en el Gran Premio de Estados Unidos de 2006, en uno de los momentos m¨¢s bochornosos del Mundial.

Indudablemente, la foto del reinicio de la carrera de este domingo en Hungaroring formar¨¢ parte de ese cat¨¢logo de momentos hist¨®ricos. Nunca antes una parrilla de salida estuvo tan despoblada como en Budapest, donde el ¨²nico monoplaza que arranc¨® de la forma convencional fue el de Lewis Hamilton. El resto de b¨®lidos optaron por enfilar el carril de los talleres para realizar una primera parada, deshacerse de las gomas de agua y salir desde el carril de los garajes, con las de seco. Un error garrafal de Mercedes, que le complic¨® la vida a su piloto antes de comenzar y le recoloc¨® el ¨²ltimo tras la parada obligatoria que tuvo que hacer en la primera vuelta.

Lo que ocurre es que la superioridad de las Flechas de Plata hace posible que Hamilton siempre caiga de pie, una met¨¢fora que en Hungr¨ªa signific¨® que el actual campe¨®n llevara a cabo otra de sus remontadas para terminar cruzando la bandera de cuadros el tercero, por m¨¢s que una penalizaci¨®n a posteriori para Sebastian Vettel le coloc¨® el segundo. Un bot¨ªn magn¨ªfico si tenemos en cuenta que la jornada fue nefasta para Max Verstappen, arrollado por Lando Norris en la primera curva de la primera arrancada despu¨¦s de que el de McLaren fuera embestido por detr¨¢s por Valtteri Bottas, fuera de control llegado el momento de pisar el freno.

Si Hamilton no lleg¨® a pelear por el triunfo fue por obra de Fernando Alonso, capaz de taponar al brit¨¢nico durante diez vueltas, a pesar de conducir un coche dos segundos m¨¢s lento que el de su rival. El asturiano, que este jueves cumpli¨® los 40 a?os, demostr¨® que no ha perdido un gramo de esa agresividad que le llev¨® a celebrar sus dos coronas de campe¨®n (2005 y 2006), y a pesar de no poder subirse al caj¨®n contribuy¨® de forma evidente la primera victoria de Esteban Ocon, su compa?ero. Se trata del primero de Renault como constructor desde 2008, y el primero desde que la estructura francesa se rebautiz¨® como Alpine a principios de este curso. Vettel cruz¨® el segundo bajo la bandera de cuadros, aunque el de Aston Martin fue descalificado cuatro horas despu¨¦s, porque los comisarios no pudieron recolectar del tanque de combustible la cantidad de gasolina que estipula el reglamento (un litro). La sanci¨®n hizo que Hamilton pasara a ser el segundo y permiti¨® que Carlos Sainz, inicialmente cuarto, subiera al caj¨®n. Alonso, por su parte, pas¨® de la quinta plaza a la cuarta. La hinchada le reconoci¨® su carrer¨®n al elegirle como piloto del d¨ªa en las votaciones que cada gran premio se realizan por Internet.

Alonso: ¡°Cada vuelta de Hamilton detr¨¢s era oro para el triunfo¡±

¡°Hamilton ten¨ªa dos segundos y medio de ventaja cuando lleg¨® a mi, pero comet¨ªa los mismos errores en las ¨²ltimas tres curvas y no consegu¨ªa adelantarme. Sab¨ªa que no lo iba a poder mantener, pero cada vuelta que lo manten¨ªa detr¨¢s era oro para la victoria de Esteban¡±, resumi¨® Alonso, que se ir¨¢ de vacaciones tras conseguir el mejor resultado tras su regreso a la F1. ¡°Hemos atravesado momentos dif¨ªciles. Quiero darle la enhorabuena a Fernando porque este triunfo tambi¨¦n se le debo a ¨¦l, por c¨®mo batall¨® con Lewis¡±, declar¨® Ocon, en paz consigo mismo despu¨¦s de ser el foco de muchas cr¨ªticas por su rendimiento irregular. ¡°Es incre¨ªble trabajar con Fernando. Todo el mundo me hab¨ªa dicho muchas cosas de ¨¦l antes de comenzar la temporada, pero me he dado cuenta de que todo eso era falso¡±, a?adi¨® el franc¨¦s, que nada m¨¢s bajarse del coche se fundi¨® en un gran abrazo con su vecino de taller. El destino quiso que el de Evreux estrenara su casillero de victorias en el mismo escenario en el que tambi¨¦n lo hizo el ovetense, en 2003, y defendiendo la misma compa?¨ªa.

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