El Real Madrid apabulla en el inicio
El Alav¨¦s aguant¨® al equipo de Ancelotti hasta el descanso, pero se derrumb¨® en el comienzo de la segunda parte a partir de las acometidas de Benzema
Solo es el estreno, pero para el Real Madrid es mucho comenzar con una goleada a domicilio, con tres puntos para ir sumando tacita a tacita, para llenar el almac¨¦n y tener reservas para los momentos de baj¨®n. Convenci¨® el equipo de Ancelotti, sobre todo en la segunda parte, cuando el entusiasmo local comenz¨® a menguar y se abrieron las grietas en el cemento defensivo de Calleja.
Sin paliativos, la derrota del Alav¨¦s no encuentra excusas en ning¨²n factor externo. Entusiastas los vitorianos, se rindieron a la evidencia frente a un bloque poderoso, que esper¨® su momento. Saben los vitorianos que esta no es su guerra, que tendr¨¢n que fajarse contra otros rivales para encontrar la estabilidad esta temporada.
Suena con fuerza Mendizorroza, aunque est¨¦ apenas a un veinte por ciento de su caudal, ahora que han abierto las compuertas y las gradas se pueblan como se vac¨ªan los pantanos. Los 4.000 hacen ruido de 20.000 por persona interpuesta, abroncan al ¨¢rbitro, abuchean a Bale, se sorprenden por los melonazos de Alaba, pero respetan a Benzema, impulsan a los suyos, vestidos como los h¨¦roes que fraguaron la leyenda del glorioso, pantal¨®n y medias negras, y se divierten por fin.
Suena Mendi 526 d¨ªas despu¨¦s de que se cerraran las puertas y los futbolistas se acostumbraran al silencio, a los gritos exagerados despu¨¦s de cada entrada; a saber d¨®nde ir¨ªa cada bal¨®n s¨®lo por el ruido seco del golpeo, e incluso a los radiof¨®nicos desga?it¨¢ndose en cada acci¨®n de peligro. Ya no se escucha a los protagonistas, enhorabuena, porque ha sido muy duro para todos, y los goles no suenan igual en la grada que por televisi¨®n.
Si es que pod¨ªan llegar, claro, que esa es otra, porque en la primera parte no lo parec¨ªa. Tanto el Alav¨¦s de Calleja como el Real de Ancelotti dieron la sensaci¨®n de que les faltaban un par de hervores. Cansino el conjunto blanco, con Benzema al centro, Bale y Hazard en las bandas, desactivados por un rival din¨¢mico entusiasta. Solo a impulsos de Valverde se mov¨ªa el Madrid en el que Modric, demasiado avanzado en la l¨ªnea para pensar con claridad, se perd¨ªa y apenas filtraba el juego, su especialidad. Adocenado el equipo blanco, entusiasta pero atropellado el albiazul, el empate a cero del descanso era una consecuencia l¨®gica de lo que estaba sucediendo en el c¨¦sped, por mucho que en la grada suspiraran por otra cosa. Estuvo demasiado lento el Madrid, como si creyera encontrarse todav¨ªa en la Espa?a caliente de las temperaturas extremas y no en la Vitoria templada, de mantita para dormir. Cuando se dio cuenta de que el tiempo era perfecto para jugar al f¨²tbol, se desat¨®.
La galopada de Valverde
Se desencaden¨® entonces la tormenta perfecta tras la pausa; lo que tal vez temieron los espectadores que pudiera suceder en el cielo, despu¨¦s de una ca¨ªda s¨²bita de la temperatura, ocurri¨® en la alfombra verde de Mendizorroza y tambi¨¦n fue un chaparr¨®n. Golpe¨® el Real Madrid tres veces, como un martillo pil¨®n, desplegando toda su potencia ofensiva, y fue Benzema el inductor del estropicio en el ¨¢rea de Pacheco. Primero tras un centro de Lucas V¨¢zquez, que Hazard, en su contribuci¨®n a la causa, toc¨® de espuela con exquisitez para pon¨¦rsela al capit¨¢n en su zona de confort para abrir la herida alavesista.
Luego marcar¨ªa el tercero, al segundo intento, tras una galopada espectacular de Fede Valverde. En medio de los dos goles del capit¨¢n, Nacho remat¨® a la salida de un c¨®rner. Todo sucedi¨® en menos de un cuarto de hora chispeante de un Madrid tocado por la inspiraci¨®n.
Dos minutos despu¨¦s de la sentencia con r¨²brica de Benzema, Milit?o se complic¨® la vida en una cesi¨®n a Courtois, que zancadille¨® a Guidetti y cometi¨® penalti, que transform¨® Joselu para apurar un marcador m¨¢s digno. Le bast¨® con ese cuarto de hora al Real Madrid, en el que el reci¨¦n llegado Alaba estuvo discreto, como si todav¨ªa no se hubiera ubicado en su nuevo rol. Hazard, m¨¢s activo, dej¨® destellos, pero se apag¨® por momentos, o tal vez la sombra de Benzema fue demasiado alargada.
En el Madrid, en fin, hasta Vinicius acab¨® contento con su remate de cabeza en el descuento que ampli¨® la diferencia en el marcador, que castig¨® en exceso al Alav¨¦s, que durante la primera parte tute¨® a su rival pero se derrumb¨® en el comienzo de la segunda. No tiene la pegada de un grande, y eso se nota demasiado cuando al adversario le aparece la inspiraci¨®n.
Eden Hazard: ¡°El tobillo ya est¨¢ fuera de mi cabeza¡±
Uno de los centros de atenci¨®n del primer partido de Liga del Real Madrid era Eden Hazard, que hab¨ªa comenzado lesionado sus dos primeras temporadas, en las que adem¨¢s enlaz¨® una dolencia tras otra. Despu¨¦s de una Eurocopa discreta en la que tambi¨¦n termin¨® da?ado, el belga lleg¨® a Valdebebas en mejor estado f¨ªsico que las dos veces anteriores y anoche dio una asistencia a Benzema en el 0-1 y complet¨® m¨¢s de una hora de partido. Al terminar se mostr¨® contundente sobre el estado de su tobillo derecho, el de la doble operaci¨®n: ¡°El tobillo ya est¨¢ fuera de mi cabeza¡±.
Lo que no cambi¨® fue la puntualidad de Benzema con el gol. Especialmente con Ancelotti en el banquillo. El franc¨¦s ha marcado el primer tanto de los blancos en las tres Ligas que los merengues han disputado con el italiano en la banda. La goleada final escondi¨® un inicio no tan sencillo. ¡°El arranque nos ha costado. En el descanso lo hemos hablado y la segunda parte ha sido mejor. Hemos salido muy fuertes, que es lo que quer¨ªamos en la primera, pero el Alav¨¦s tambi¨¦n ha empezado muy bien¡±, analiz¨® Nacho, que meti¨® su tanto n¨²mero 13 en 234 encuentros con el Real Madrid. ¡°Ha sido m¨¢s de Luka que m¨ªo¡±, admiti¨® con una sonrisa. ¡°Estamos trabajando para que los partidos no nos cueste tanto \[ganarlos]. Tenemos mucho potencial y, si jugamos como equipo, los goles llegar¨¢n¡±, dijo el defensa.
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