¡°Fue un poquito raro con p¨²blico otra vez¡±
Benzema se felicita por el regreso de la gente al Bernab¨¦u, pero admite la extra?eza de volver a jugar con espectadores, 19.874 personas este domingo en las gradas
Hasta un cuarto de hora antes de la apertura de puertas, a las 19.30, hubo carretillas maniobrando por los exteriores del Santiago Bernab¨¦u. Levantando vallas, sacando hierros y despejando el acceso a una de las torres (la b) ante el paso de altos responsables del Real Madrid. Un millar de obreros trabajando 24 horas sobre 24 horas en las ¨²ltimas semanas para preparar un estadio abierto en canal en un lugar listo para la competici¨®n 560 d¨ªas despu¨¦s.
Sobre la campana, pero todo a punto para que la realidad regresara a la Castellana entre un ambiente tranquilo en las calles. La gente paseaba, preguntaba y, especialmente, miraba. Miraba mucho, a los lados y hacia arriba para contemplar las toneladas de gr¨²as, acero y hormig¨®n repartidos por el recinto. Cuando la obra acabe, habr¨¢ dentro tanto acero corrugado (7.305 kilos) como el peso de toda la torre Eiffel.
De momento, lo que hubo este domingo en Concha Espina fue p¨²blico, que no es poco despu¨¦s de tanta quiebra. Cada espectador, con su entrada nominal, ten¨ªa una hora de entrada entre las 19.30 y las 20.30. Una recomendaci¨®n, en realidad. Se pod¨ªa llegar despu¨¦s, pero no antes, seg¨²n advert¨ªan los numerosos gu¨ªas vestidos de verde chill¨®n. Y la gente, que fuera tampoco estaba para grandes botellones, como era habitual antes, atendi¨® a la petici¨®n del club y fue ocupando con mucha antelaci¨®n su butaca (casi todo el anillo inferior estaba tapado por lonas debido a la reforma).
Dentro hab¨ªa m¨¢s ganas de alegrarse un rato la vida, y m¨¢s despu¨¦s de que la megafon¨ªa anunciara la victoria del equipo de baloncesto en la Supercopa. Aunque, justo 10 minutos antes de que el bal¨®n se hiciera presente, el silencio. Las 19.874 personas que estaban dentro se callaron de forma espont¨¢nea al un¨ªsono. Ocurri¨® mientras se desplegaba en el centro una enorme lona con el rostro del expresidente blanco Lorenzo Sanz, fallecido por covid.
Cumplido el homenaje p¨®stumo, se retom¨® la distensi¨®n, pero esta vez ya dur¨® poco. Cuatro minutos. Un l¨ªo en cadena en la defensa local desemboc¨® en el gol de Santi Mina. Y fue entonces cuando el f¨²tbol, el de verdad, regres¨® al Bernab¨¦u. La gente se olvid¨® de las gr¨²as y el cemento, de la vuelta al estadio y de los meses de ausencia. Ya se hab¨ªan preguntado todos por el verano y la familia. A partir de entonces, la realidad de la pelota se impuso.
Percut¨ªa Vinicius, sufr¨ªa Casemiro y se romp¨ªa la defensa merengue. El choque era un vaiv¨¦n. Nadie se pod¨ªa quejar de aburrimiento. Y de todo ello era espectador Zinedine Zidane, que segu¨ªa el encuentro con su esposa desde un palco privado. De su Madrid a lo que estaba viendo en la primera parte, bastantes diferencias con los mismos jugadores con los que termin¨® la pasada campa?a. M¨¢s abierto en ataque, pero tambi¨¦n m¨¢s agrietado atr¨¢s, una v¨ªa de fuga que no tard¨® en hac¨¦rsela pagar el Celta.
El ¡®nuevo¡¯ socio de Benzema
Lo que no cambi¨® respecto al Madrid de ZZ fue el flotador del equipo, Benzema, autor de un triplete. Nada altera el rendimiento del franc¨¦s, aunque s¨ª reconoci¨® cierta extra?eza por el nuevo escenario 560 d¨ªas despu¨¦s. ¡°Fue una noche especial para nosotros por el ambiente, la gente... El primer partido ha sido un poquito raro porque nos tenemos que adaptar otra vez con el p¨²blico. Es dif¨ªcil¡±, admiti¨® el galo.
Lo que s¨ª ha variado de forma radical en este inicio de curso es la ayuda que recibe arriba, con Vincius desatado ante el gol. ¡°Es un fen¨®meno, es joven y me gusta hablar y jugar mucho con ¨¦l¡±, subray¨® esta vez el nueve blanco. En las alabanzas al brasile?o tambi¨¦n particip¨® Ancelotti, aunque dentro de su cautela habitual. ¡°En esta parte de la temporada lo est¨¢ haciendo muy bien, mostrando su calidad. Eso est¨¢ claro. Debe seguir, nada m¨¢s. Tiene confianza y delante de la porter¨ªa se est¨¢ comportando de forma muy fr¨ªa¡±, se?al¨® el t¨¦cnico italiano.
El caso es que el brasile?o, contradiciendo otra vez a Ancelotti, que le advirti¨® de que si realizaba varios controles le resultar¨ªa m¨¢s dif¨ªcil marcar, recibi¨® en carrera, condujo y ajust¨® ante Mat¨ªas Dituro. Otra vez Vini en plan justiciero. Y el muchacho, como pose¨ªdo, no se sabe si tambi¨¦n en su f¨²tbol, no se le ocurri¨® otra forma mejor para celebrarlo que ir a abrazarse sobre un grupo de espectadores, invadiendo una parte de la grada, entre aficionados sin mascarilla ni distancia de seguridad. Y ya nada detuvo la fiesta en la nueva casa blanca. Camavinga, que llevaba solo seis minutos en el c¨¦sped, recogi¨® las sobras tras una gran jugada de Modric para poner el cuarto. Y de nuevo Vinicius provoc¨® un penalti para que Benzema se apuntara el tercero.
Los goles y el triunfo fueron como las gr¨²as: blancos. Sin embargo, en medio de la fiesta, tambi¨¦n hubo una dosis de autocr¨ªtica. ¡°Tenemos que trabajar m¨¢s para no encajar goles. En la segunda parte hicimos lo que ten¨ªamos que hacer¡±, se?al¨® Benzema. El discurso de Ancelotti insisti¨® en lo mismo que lleva haciendo en estas primeras citas. Mucho potencial arriba, pero atr¨¢s... Y el encuentro de este domingo se ajust¨® al diagn¨®stico.
¡°El equipo ha mostrado mucha calidad ofensiva. Esto estaba claro. Lo que no estaba tan clara era la organizaci¨®n defensiva. Nos complicamos el partido. El principio lo regalamos, demasiado. Faltan jugadores importantes, como Alaba y Mendy, pero tenemos que ayudar m¨¢s sin bal¨®n. Nos evitar¨¢ problemas en el futuro¡±, alert¨® el italiano, que alab¨® varias veces a la afici¨®n, a la que salud¨® desde el centro del campo al terminar el duelo. ¡°La reacci¨®n nos permiti¨® ganar, pero hay que tener m¨¢s equilibrio. Hablaremos de lo que no hemos hecho bien. El problema no es de calidad, es de sacrificio¡±, zanj¨® Ancelotti.
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