Real y Sevilla, dos equipos descontentos
Los donostiarras fallan un penalti y los andaluces, la mejor ocasi¨®n en los minutos finales del partido
Nadie acab¨® contento en Anoeta, y cada cual tiene sus razones. La Real Sociedad, porque apret¨® en la primera parte como si no hubiera una segunda, y fall¨® un penalti; el Sevilla, porque en los minutos finales tuvo la ocasi¨®n m¨¢s clara del partido, al margen de la pena m¨¢xima, para llevarse los tres puntos, pero Remiro estuvo inspirado para desviar con su cuerpo el disparo de Rafa Mir que parec¨ªa letal e irremediable por el escaso tiempo que quedaba por jugar.
Una banda de rock animaba Anoeta en los minutos previos al partido. Y se vio que les iba la marcha a los donostiarras, que aparecieron enchufados en el campo, no como los sevillistas, que a los 15 segundos hab¨ªan cedido ya un c¨®rner absurdo, sin sentido. No ser¨ªa el ¨²nico. Por mucho que Lopetegui se obcecara desde la banda en corregir a sus hombres, sin que estos parecieran tener en cuenta sus consejos, que es lo que suele suceder casi siempre, los futbolistas del Sevilla se empe?aron una y otra vez en buscar los apoyos en corto para avanzar, pero la presi¨®n donostiarra en campo ajeno fue feroz, y rara vez lo consiguieron. Era eso o lanzar balones largos a En-Nesyri, y tampoco funcion¨® el plan alternativo.
As¨ª que era la Real la que ten¨ªa casi siempre la pelota, la que buscaba a su d¨²o n¨®rdico Sorloth-Isak, la que empujaba con Merino y aireaba su f¨²tbol con Oyarzabal, creando quebrantos y rechinar de dientes en la zaga sevillana, por no hablar de su entrenador, que hiperventilaba en el banquillo ante el desastre que se percib¨ªa, y que no pas¨® a mayores porque Bono le adivin¨® a Oyarzabal la trayectoria del penalti que lanz¨® por mano de Diego Carlos, en una acci¨®n en la que el VAR avis¨® a Mateu.
Aparte del penalti errado, la Real tuvo peores noticias con la lesi¨®n de Isak, que tuvo que retirarse antes del descanso dejando su puesto a Januzaj. Imanol, que hab¨ªa refrescado parte del equipo despu¨¦s de jugar el jueves en Holanda, se qued¨® de golpe sin su estilete sueco. Lo peor para los donostiarras, sin embargo, es que hab¨ªan dejado vivo al Sevilla, que cement¨® su equipo en la salida de la segunda parte con Ocampos y ?scar. La salida del argentino, sobre todo, oxigen¨® la banda derecha de su equipo. Jes¨²s Navas, desdibujado en el primer parcial, comenz¨® a aparecer y a crear m¨¢s peligro. El Sevilla tom¨® el mando, aunque la Real se defendi¨® bien, pero ya no era lo mismo que al inicio, hab¨ªa perdido esa vitalidad de la primera parte frente a un rival renacido, que aguant¨® mecha hasta que Papu G¨®mez tuvo fuelle en el medio campo.
Imanol tambi¨¦n debi¨® refrescar a su equipo. Quit¨® a Oyarzabal enseguida y puso a su segunda unidad sobre el c¨¦sped. Se equilibr¨® el partido con los j¨®venes, pero el oleaje se estrellaba al borde del ¨¢rea. El partido fue perdiendo fuelle con el paso de los minutos. S¨®lo un disparo lejano de Zaldua, que rechaz¨® Bono, despert¨® a la grada. Despu¨¦s lleg¨® la gran ocasi¨®n de Rafa Mir en un desajuste defensivo de la Real Sociedad, y la inquietud en ambas ¨¢reas despu¨¦s de un par de saques de esquina consecutivos lanzados por la Real, un cabezazo de Zubimendi que se fue alto, y un postrero remate de Diego Carlos que detuvo Remiro en dos tiempos.
Al final, dos equipos con un gran potencial ofensivo se quedaron sin anotar, as¨ª que entre los dos pierden un punto en el camino y se reparten los otros dos.
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