Hazard, cuesti¨®n de fe
Ancelotti apela a la resistencia y al ejemplo extremo de Mariano para revivir al belga, que en octubre solo disput¨® 44 minutos con el Madrid
Para explicar la larga crisis de Hazard y la necesidad de no perder la esperanza con ¨¦l, Carlo Ancelotti recurri¨® este martes al ¨²ltimo jugador de la primera plantilla desde hace tres a?os como un ejemplo a tener en cuenta. ¡°?Qui¨¦n pensaba que iba a llegar el momento de Mariano, que no hab¨ªa jugado ni un minuto?¡±, pregunt¨® al aire y casi como una lecci¨®n de vida el t¨¦cnico italiano, en referencia a la afanosa actuaci¨®n del delantero el s¨¢bado pasado en Elche, titular ante la ausencia de Benzema. ¡°Debe tener fe¡±, a?adi¨® el preparador sobre el belga en la previa del duelo de este mi¨¦rcoles contra el Shakhtar (18.45, Movistar Liga de Campeones).
El trance del fichaje m¨¢s caro de la historia del Madrid (115 millones) resulta tan delicado tras dos cursos atrapado en un c¨ªrculo fatal de lesiones y desconfianza que sobre ¨¦l empiezan a escucharse conceptos tan vaporosos como la fe y la resiliencia, con Mariano como caso extremo en el que mirarse. Aguantar y resistir para que su f¨²tbol reviva el d¨ªa menos pensado.
Despu¨¦s de dos temporadas de desgracias f¨ªsicas e intrascendencia futbol¨ªstica (cinco goles), Hazard volvi¨® a empezar el curso con la etiqueta de prioritario, pero esta vez solo le dur¨® dos partidos. ?l fue el primero en caerse, y no por lesi¨®n, de unas alineaciones elaboradas en agosto a partir del gran peso del curr¨ªculum, con ¨¦l y Bale como acompa?antes de Benzema. La erupci¨®n de Vinicius se lo llev¨® por delante, lo dej¨® definitivamente a la intemperie: sin peso sobre el campo, con el temor de siempre a una reca¨ªda y, desde ese momento, con competencia de verdad en el vestuario.
El lozano mundo brasile?o (especialmente Vinicius) ha comenzado a moverse en su radio de acci¨®n mientras ¨¦l contin¨²a en el mismo socav¨®n en el que cay¨® hace ahora dos a?os cuando se cruz¨® con su compatriota Meunier. Como le ocurre a algunos enfermos, la ausencia de noticias es una mala noticia, y Hazard no consigue alumbrar nada bueno. Despu¨¦s de perder la titularidad, ya acumula cuatro suplencias seguidas, apenas 44 minutos en todo octubre con el Madrid y el runr¨²n sobre su futuro es cada vez m¨¢s alto. La ausencia de Rodrygo por la leve lesi¨®n muscular (volver¨¢ tras el par¨®n, seg¨²n los plazos) abre ahora un hueco a corto plazo en el ataque blanco y se presenta como una nueva oportunidad para ¨¦l, aunque en las ¨²ltimas citas la preferencia la tuvo Asensio, que tampoco pasa por ser uno de los favoritos del entrenador.
Tras la protecci¨®n que le brind¨® Zidane, que nunca dud¨® en darle carrete a la menor oportunidad, Hazard (a dos meses de cumplir los 31) se ha dado cuenta de que los mimos de Ancelotti no son tan duraderos ni incondicionales. Como su predecesor, el italiano ha insistido en que se ver¨¢ la mejor versi¨®n del jugador esta campa?a; no obstante, los matices de su discurso resultan menos calurosos. Hace una semana, en la previa del duelo contra Osasuna, zanj¨® que el problema del belga era que ¨¦l prefer¨ªa a otro. Y tres d¨ªas despu¨¦s, antes de viajar a Elche, preguntado por cu¨¢l ser¨ªa su reacci¨®n si el ex del Chelsea u otro le pidieran salir en el mercado de invierno, el preparador de Reggiolo tir¨® de teor¨ªa general para decir que jam¨¢s ha forzado a nadie a quedarse contra su voluntad. Dos respuestas tan obvias como as¨¦pticas. Si Zizou movi¨® lo necesario para hacerle un hueco, Carletto ha dejado claro que necesita m¨¢s evidencias futbol¨ªsticas.
Entrenamientos aparte
Quienes lo tratan en Valdebebas se siguen refiriendo a ¨¦l como un tipo ¡°siempre positivo, dispuesto a hacer lo que sea y educado¡±. Dani Carvajal, otro futbolista que sabe bien el coste f¨ªsico y mental de tantas lesiones (35 partidos perdidos la temporada pasada), admiti¨® este martes que la situaci¨®n de Hazard es peliaguda. ¡°Aunque aparente que le da todo igual, no es as¨ª. Intenta lo mejor para su cuerpo y hacer rutinas diferentes¡±, asegur¨® el lateral, que habl¨® tambi¨¦n de ¡°entrenamientos aparte¡± del belga, sin m¨¢s detalles.
Su p¨¦rdida de peso se ha acelerado en el ¨²ltimo mes, apenas presente en tres ratos sobre el c¨¦sped, ninguno de ellos en el Camp Nou. La titularidad indiscutible de Vinicius en su posici¨®n natural del extremo izquierdo y la apuesta por el 4-3-3 han estrechado todav¨ªa m¨¢s su campo de movimientos. Si el dibujo no cambia, solo queda libre el lado derecho del ataque, una ubicaci¨®n ortop¨¦dica para ¨¦l que hasta ahora la han ocupado Rodrygo o, en su defecto, Asensio, Lucas V¨¢zquez y, al principio, Bale. El ¨²nico hueco para Hazard en octubre ha sido como aguador del brasile?o o por detr¨¢s de Benzema en situaciones de m¨¢xima urgencia. As¨ª se despleg¨® frente a Osasuna en otra actuaci¨®n irrelevante.
La ¨²nica noticia positiva son las 10 convocatorias consecutivas que enlaz¨® al inicio de campa?a, algo que no consegu¨ªa desde su llegada al Bernab¨¦u en 2019. Otra cuesti¨®n ya fue su protagonismo en el equipo y la capacidad de las piernas para resistir dos encuentros en tres d¨ªas. Ya avis¨® Ancelotti en septiembre de que deb¨ªan tener cuidado por su historial m¨¦dico. En la Eurocopa, contra Finlandia, fue la primera vez desde 2019 que complet¨® los 90 minutos. Seis d¨ªas despu¨¦s volvi¨® a salir de partida ante Portugal en octavos, tambi¨¦n por primera vez desde sus primeros meses en el Madrid, y acab¨® en la enfermer¨ªa y fuera de los cuartos frente a Italia.
Sin confianza plena en su f¨ªsico, con un f¨²tbol en punto muerto y la explosi¨®n de Vinicius, fe y resistencia son las nuevas medicinas para un Hazard que despu¨¦s de tantas esperas y decepciones empieza a correr el serio riesgo de caer en el olvido.
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