Un Giro como les gusta a Landa y a la afici¨®n
La ¡®corsa rosa de 2022¡ä, que parte de Budapest el 6 de mayo, ser¨¢ un festival de monta?a y solo 26 kil¨®metros contrarreloj
Mario Cipollini habla como un amante cuando le preguntan por Miguel Indurain. Habla de belleza cl¨¢sica, de la perfecci¨®n y armon¨ªa de su cuerpo sobre la bicicleta, como se puede hablar del David de Miguel ?ngel o del Disc¨®bolo de Mir¨®n, y habla el Rey Le¨®n, el espr¨ªnter intratable de aquellos a?os, los de Indurain, un adorador de la anatom¨ªa y la est¨¦tica, de una etapa del Giro en la que, contra las ¨®rdenes y los intereses de su equipo, se qued¨® a rueda del navarro ¡°raptado por la belleza de su pedaleo¡±. ¡°Me sent¨ªa un espectador afortunado, imantado por el momento, hasta que, de mala gana, la raz¨®n recuper¨® el control sobre m¨ª¡±, dice.
Y sus palabras m¨¢s que de Indurain le definen a ¨¦l mismo y, por extensi¨®n, al alma ciclista italiana, de la Italia tan dependiente de la palabra belleza, y explican por qu¨¦, cuando hablan del Giro de 2022, cuyo recorrido completo acaba de ser conocido, dan tanta importancia a una etapa en teor¨ªa intrascendente, la del circuito de N¨¢poles por el monte Proscida, sobre la isla Proscida y sus limoneros, y su olor, como a la pen¨²ltima, la m¨¢s decisiva de todos, la de los Dolomitas del San Pellegrino y el Pordoi que termina en la cima de la Marmolada, donde sobre la cascada de la Malga Ciapela, entre la nieve, pasado el tramo de asfalto con la pintada enga?osa de ¡°manca poco¡±, se mueven lentas las marmotas. A ambas, y a todo el Giro, que comienza en Budapest el 6 de mayo, viernes, les une el mismo ideal, en apariencia de folleto tur¨ªstico, pero real.
Parte del placer est¨¦tico del Giro lo regala la certeza de que lo que all¨ª ocurre entre de pleno en el territorio de la leyenda, de la ¨¦pica, sea la rendici¨®n de Indurain ante Marco Pantani al llegar a Aprica despu¨¦s de escalar el Mortirolo, suceso que se rememora 27 a?os despu¨¦s, y el Valico de Santa Cristina, en la llegada de la etapa 16?, martes, sea el pinchazo en Aprica de Alberto Contador y el ataque de Mikel Landa en el mismo Mortirolo, y la victoria del alav¨¦s en Aprica en 2015, o sea el Eddy Merckx, pipiolo de 21 a?itos, que en el Blockhaus de la Majella, en los p¨¢ramos de los Abruzos, logr¨® en 1967, y con P¨¦rez Franc¨¦s de rosa, la primera victoria que dej¨® al mundo con la boca abierta, y con tan buen recuerdo al Can¨ªbal que bautiz¨® Blockhaus 1967 una de las mejores bicicletas que fabric¨® a?os despu¨¦s.
Marmolada y Blockchaus (etapa novena, el domingo 15 de mayo), ser¨¢n dos de los cinco finales en alto (se sumar¨¢n el Etna del Contador volc¨¢nico de 2011 en la cuarta etapa, tras el vuelo Hungr¨ªa-Sicilia; Cogne, en el Valle de Aosta, de la 15?, y el friulano Santuario de Castelmonte de la 19?) de un Giro considerado como el m¨¢s duro de los ¨²ltimos 10 a?os, con sus 51.000 metros de desnivel totales. En el sur se atravesar¨¢n los Apeninos duros hasta Potenza (s¨¦ptima), en Tur¨ªn (14?) no se eludir¨¢ la subida a Superga y junto a Trento, en la 17?, antes de la meta de Lavarone se ascender¨¢ el Menador, ocho kil¨®metros al 10% por una carretera excavada por los militares austriacos en la Primera Guerra Mundial.
Frente a la monta?a y sus sudores, la est¨¦tica de la contrarreloj apenas tendr¨¢ espacio: nueve kil¨®metros en Budapest, en la segunda etapa, la v¨ªspera de la despedida de Hungr¨ªa el 8 de mayo, en las orillas del lago Balat¨®n, donde los h¨²ngaros meriendan gulasch los domingos, y 17 kil¨®metros el ¨²ltimo d¨ªa hasta la Arena de Verona, con en el 2019 que coron¨® ganador final a Richard Carapaz. Ser¨¢n en total unos m¨ªnimos 26 kil¨®metros contrarreloj, la menor distancia en un Giro desde el de 1962 de Balmamion, en el que no hubo ning¨²n kil¨®metro, un dato que hace florecer una sonrisa en Mikel Landa, el ciclista espa?ol m¨¢s italianizado, m¨¢s amoroso del Giro. ¡°Pinta bien este Giro, s¨ª¡±, dice el alav¨¦s que el a?o pasado sufri¨® en la corsa rosa una ca¨ªda que le oblig¨® a abandonar y convirti¨® la temporada en una pesadilla para el landismo floreciente. ¡°S¨ª, a¨²n no lo tenemos decidido mi equipo y yo, pero estamos barajando volver¡±.
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