Derrocadas las reinas Marmolada y Pordoi, la etapa del Giro se queda en princesita

Llueve y hace fr¨ªo, tres, cuatro grados, en la Marmolada y en el Pordoi, los gigantes de los Dolomitas que deber¨ªan haber convertido la etapa 16? del Giro en la reina de la carrera. Los pron¨®sticos meteorol¨®gicos avisan, como mucho, de posible aguanieve por encima de los 2.000 metros. El Giro de Italia anula su ascensi¨®n y su descenso. Recorta la etapa, que de 212 kil¨®metros pasa a 162.

Las condiciones meteorol¨®gicas no parec¨ªan, sin embargo, nada imposible para una carrera que cuenta, entre las im¨¢genes que la han hecho grande, ¨²nica, admirada, materia prima de primera calidad para la poes¨ªa, la nevada del Bondone ¨C¡± y Charly Gaul saliendo de la niebla, / de la ventisca de Bondone en el 56, / le casta?eteaban los dientes, la mirada fija, / y bajo la manta / era un h¨¦roe de la fatiga en la meta¡±, escribi¨® el poeta Maurizio Cucchi-- o la nevada del Gavia de Perico, Hampsten, Breukink en el 88. Los ciclistas afrontaban la nieve y el fr¨ªo con los maillots pelados, en manga corta, y cuando sobreviv¨ªan se sent¨ªan algo, personas especiales, personas que han mirado al imposible cara a cara y no se han vuelto atr¨¢s. Se sent¨ªan h¨¦roes, y la afici¨®n les aplaud¨ªa, y como tales les trataba, les admiraba, y los periodistas escrib¨ªan aquello de que estos deportistas est¨¢n hechos de otra pasta. Y as¨ª se tej¨ªa la historia del ciclismo, un deporte ¨²nico.

Ya no m¨¢s. El Giro mira el pron¨®stico meteorol¨®gico, se asusta porque algunos equipos se quejan y, antes de tener que lamentar problemas y pol¨¦micas, decide anular el paso por la Marmolada (2.057 metros) y el Pordoi (2.239). ¡°La salud de los ciclistas es nuestra mayor preocupaci¨®n¡±, proclama Mauro Vegni, director de la carrera, que prefiere crear una pol¨¦mica controlable que arriesgarse a las iras de equipos y corredores, quienes ya lograron anular, por lluvia, m¨¢s de media etapa intrascendente en el Giro pasado. Y habr¨ªa que pensar que con este nuevo paradigma, en el que la ¨¦pica ya no es sino un asunto literario, tambi¨¦n se habr¨ªan anulado algunas de las etapas que hicieron de Vincenzo Nibali un superhombre en el Giro del 13, con la nieve en las Tres Cimas de Lavaredo, la misma ventisca que hizo grande a Eddy Merckx en la misma cima dolom¨ªtica en 1968. O la etapa del Stelvio nevado de Nairo Quintana en 2014. Y hasta la gran etapa dolom¨ªtica de Mikel Nieve en 2011, fr¨ªo, lluvia, 229 kil¨®metros, siete horas y media pedaleando, Piancavallo, Marmolada, Giau, Refugio Val Gardeccia¡­

El pelot¨®n de 2021 no sube en manga corta. Va abrigado con chubasqueros negros y c¨¢lidos, ropa que no empapa, que calienta, que no pesa. La raz¨®n l¨®gica de los ciclistas, del l¨ªder Egan Bernal, preocupado por el desgaste de su equipo, tantos d¨ªas defendiendo la maglia rosa, la mente calculadora que a todos rige de vez en cuando, aplaudir¨¢ el recorte de la etapa reina, convertida en una princesita de 152 kil¨®metros (60 menos de los previstos) y un solo gigante, el Giau (2.233 metros, nueva cima Coppi); la raz¨®n loca, sin embargo, la principal raz¨®n que les ha hecho ser ciclistas, llorar¨¢, pues se les ha privado el derecho a ser grandes. A¨²n recuerda Egan, con cierta amargura, c¨®mo cuando gan¨® el Tour, se mutil¨® la etapa que le coron¨®, la del Iseran, priv¨¢ndole del derecho a ganar en Tignes, un triunfo de etapa para celebrar a la perfecci¨®n su maillot amarillo, y evitar los ¡°qu¨¦ habr¨ªa pasado si no se suspende¡­¡±

Iron¨ªa final, en la fuga de Nibali que marc¨® la etapa cercenada, figuraban dos espa?oles, Gorka Izagirre y Antonio Pedrero, ya protagonistas de etapas Giro con meteorolog¨ªa complicada. El vasco subi¨® con Nairo, ayud¨¢ndole, el Stelvio Nevado de 2014; el catal¨¢n amarg¨® un ataque de Nibali en el Mortirolo congelador trabajando para la maglia rosa de su compa?ero Carapaz en 2019.

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