Nadal y Korda, del golf a un gato llamado Rafa

Repasando el libro de familia de los Korda, parece inevitable que Sebastian, 20 a?os, llegase hasta donde ha llegado hoy. Su padre Petr fue campe¨®n del Open de Australia en 1998 y n¨²mero dos, aunque su nombre qued¨® manchado por la nandrolona; su madre Regina Rajchrtova tambi¨¦n fue tenista profesional y lleg¨® a ser la 26? de la WTA; su hermana Jessica, la mayor (27), es actualmente la segunda mejor golfista del mundo; y Nelly, que naci¨® un par de a?os antes que ¨¦l, tambi¨¦n apost¨® profesionalmente por el putt. Es decir, el destino estaba claro; la disyuntiva estaba en la herramienta.

Por eso de descolocar, el verdugo de Pedro Mart¨ªnez y ya octavofinalista de Roland Garros comenz¨® con el stick de hockey, aunque al final eligi¨® la raqueta a los 11 a?os con un objetivo claro. ¡°Ganar dos Grand Slams, uno m¨¢s que mi padre¡±, cuenta a los periodistas despu¨¦s de lograr la victoria ante el valenciano (6-4, 6-3 y 6-1) y ganarse una cita con Rafael Nadal en el segundo grande en el que participa, tras estrenarse hace poco m¨¢s de un mes en el US Open con una derrota en la primera ronda contra Denis Shapovalov.

¡°?l es mi gran ¨ªdolo, una de las razones por las que juego al tenis. Es un competidor incre¨ªble, nunca se rinde. Siempre que estoy en la pista, intento ser como ¨¦l¡±, a?ade antes de desvelar que llam¨® a su gato Rafa y que, como el ganador de 19 grandes, como sus dos hermanas, tambi¨¦n disfruta mucho con el golf. ¡°Juego mucho cuando estoy en casa. Tengo un h¨¢ndicap de dos o tres, y mi padre es de un gran club. En realidad, somos todos buenos golfistas¡±, a?ade este gigant¨®n diestro y larguirucho (1,96, seis cent¨ªmetros m¨¢s que Petr) que todav¨ªa tiene que hacerse f¨ªsicamente, y que naci¨® y creci¨® en Bradenton.

All¨ª ha ido d¨¢ndole forma la academia de Nick Bollettieri, inagotable fuente de talento que celebra ahora su progresi¨®n. ¡°Si le he servido de inspiraci¨®n, bienvenido sea. Tiene un gran futuro por delante y ese potencial extra de los j¨®venes, que no sabes hacia d¨®nde pueden ir en un momento dado, pero el domingo voy a salir a la pista al cien por cien¡±, anticipa Nadal. ¡°Fui con mi padre y con Radek [Stepanek, exjugador checo] al US Open de 2009. Jug¨® contra Djokovic en la sesi¨®n nocturna y cuando volvimos a casa dije: esto es exactamente lo que yo quiero hacer¡±, recuerda.

Sigue rebobinando y explica que ha visto muchas veces (¡°tenemos un par de cintas de v¨ªdeo¡­¡±) aquella final que perdi¨® Petr en 1992 en Par¨ªs, contra el estadounidense Jim Courier, en tres sets. Desea ahora ¨¦l seguir abri¨¦ndose camino en el tenis y de momento figura entre los 16 mejores del torneo, partiendo desde la fase clasificatoria, estando fuera del top-200 y sin saber qu¨¦ significaba ganar un solo partido en un major. El apellido Korda, pues, vuelve al escaparate del circuito. De Petr a Sebastian, este frente a Nadal. Golf y gato de por medio.