La inevitable muerte del m¨¢nager todopoderoso

La figura m¨ªtica del m¨¢nager todopoderoso tiene los d¨ªas contados. La Premier League, que durante a?os se ha resistido a la figura del director deportivo o director de f¨²tbol, est¨¢ acelerando la conversi¨®n del m¨¢nager en una dupla formada por un director (con enormes poderes en teor¨ªa pero no siempre en la pr¨¢ctica) y el llamado primer entrenador (head coach en ingl¨¦s). En la temporada 2018-19 a¨²n hab¨ªa 14 m¨¢nagers y seis entrenadores. Esta temporada arranc¨® con 11 primeros entrenadores y solo nueve m¨¢nagers.

La doble figura del entrenador y el director de f¨²tbol, que empez¨® en Italia en los a?os setenta, ha sido tradicionalmente vista como una particularidad continental de dif¨ªcil exportaci¨®n a las islas. Sin embargo, hace ya a?os que los clubes de la Premier tienen directores. David Pleat, por ejemplo, fue director deportivo del Tottenham entre 1998 y 2005. Lo que est¨¢ ocurriendo ahora es que el papel de esos directores tiene m¨¢s realce en la medida en que un entrenador es una figura con mucha menos apariencia de poder que un m¨¢nager. Todo ese cambio lo que realmente hace es acrecentar el poder de los due?os de los clubes y su intenci¨®n de convertirlos en m¨¢quinas de ganar dinero. En ese sentido, el control de los fichajes, de los traspasos y de los salarios de los jugadores, que antes estaba en manos del m¨¢nager, est¨¢ ahora en manos de la propiedad, porque los directores de f¨²tbol son los ojos y las manos de la propiedad en el seno del club. Y la propiedad no quiere que un m¨¢nager, por bueno que sea a la hora de plantear los partidos, tenga el poder enorme que ten¨ªa cuando el negocio del f¨²tbol era mucho m¨¢s peque?o.

Hay clubes en los que haya m¨¢nager o haya entrenador es obvio que quien manda es la propiedad. En el Tottenham, Mauricio Pochettino fue ascendido de entrenador a m¨¢nager y ¨¦l mismo admiti¨® que su trabajo era el mismo. Todo el mundo sabe que quien corta el bacalao es el presidente, David Levy, que no tuvo problemas para echarle pese a su condici¨®n de m¨¢nager. El Manchester United ha estado tradicionalmente en contra de tener un director de f¨²tbol y sorprendi¨® al nombrar uno a principios de a?o. Pero el elegido, John Murtough, es un discreto cargo t¨¦cnico que no ha participado ni en la decisi¨®n de fichar de nuevo a Cristiano Ronaldo ni en el despido de Ole Gunnar Solskjaer (pese a que ten¨ªa rango de m¨¢nager). En el United sigue mandando el vicepresidente, Ed Woodward, el hombre de confianza de los propietarios, la familia Glazer.

Es obvio que en el Chelsea los fichajes los decide el due?o, Roman Abramovich, con independencia de qui¨¦n sea el director de f¨²tbol. En julio de 2007, Abramovich coloc¨® en ese cargo a Avram Grant, para disgusto del entrenador de la ¨¦poca, Jos¨¦ Mourinho, que no se fiaba de ¨¦l. Grant sustituy¨® a Mourinho en el banquillo dos meses despu¨¦s. M¨¢s recientemente, Antonio Conte abandon¨® Stamford Bridge por sus desencuentros con Abramovich.

En el Manchester City, el director general Ferran Soriano, el director de f¨²tbol Txiki Begiristain y el entrenador (que no m¨¢nager) Pep Guardiola forman un equipo que ya funcionaba en el Barcelona. ¡°Aqu¨ª las decisiones en materia deportiva las tomamos entre tres o cuatro¡±, declar¨® Guardiola en su d¨ªa. La opini¨®n de Pep tiene mucho peso, pero la ¨²ltima palabra la tiene la propiedad. Marcelo Bielsa tampoco tiene categor¨ªa de m¨¢nager en el Leeds United pero a ¨¦l no parece preocuparle qui¨¦n hace los fichajes, si ¨¦l o el director de f¨²tbol, V¨ªctor Orta: ¡°?l ofrece y yo digo s¨ª o no¡±, declar¨® una vez.

Pero, en definitiva, la desaparici¨®n de la figura del m¨¢nager, al margen de que cada club es un mundo, significa que el entrenador est¨¢ en una posici¨®n m¨¢s fr¨¢gil. La media de duraci¨®n de los entrenadores es de 13 meses en Inglaterra. Y la propiedad quiere planes a tres o cuatro a?os. Esa es la tarea del director de f¨²tbol. Los m¨¢nagers y los entrenadores pasan. Los directores suelen permanecer.

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