Blanca Riad
La capital de Arabia Saud¨ª, se?alada por la falta de algunas libertades, vive con pasi¨®n el f¨²tbol y la Supercopa, entregada al Real Madrid
No ha despuntado todav¨ªa el sol en Riad (Arabia Saud¨ª) a las seis de la ma?ana, pero desde los altavoces de las mezquitas se escucha la adhan, la llamada a la oraci¨®n. Algunos acudir¨¢n y muchos m¨¢s rezar¨¢n desde su casa como tambi¨¦n lo har¨¢n al mediod¨ªa, a las 15.20 horas, a las 17.00 y a las 19.30, tal y como indica el Cor¨¢n y el calendario invernal. La religi¨®n siempre est¨¢ presente en las animadas conversaciones de las incontables cafeter¨ªas de la ciudad, aunque esta semana el f¨²tbol y la Supercopa de Espa?a ha sido una de las ch¨¢charas predilectas. Como sucede en un restaurante japon¨¦s a las afueras de la ciudad, en el que los precios quitan el hipo porque el dinero sobra como explican los pomposos centros comerciales que se multiplican por Riad, los edificios que hacen cosquillas a las nubes o la infinidad de Ministerios.
¡°Yo soy madridista hasta la muerte, no hay un equipo mejor¡±, cuenta Turki, un banquero que apenas supera la treintena. ¡°?El Bar?a! ?No te acuerdas del 2-6 o del 5-0? ?El sextete?¡±, rechista su amigo Mohammed. ¡°Partidos que solo valen tres puntos. Y todo el mundo puede tener un buen a?o. Pero nosotros somos los reyes de Europa con 13 Champions y tres seguidas¡±, replica Turki, al tiempo que se gira y suelta: ¡°?Y as¨ª se acaban aqu¨ª las discusiones!¡±.
Riad es mucho m¨¢s blanca que azulgrana. Algo que qued¨® claro en el cl¨¢sico que se celebr¨® en el ostentoso King Fahad Internacional Stadium (2-3). ¡°?Hala Madrid!¡± y ¡°?Benzema!¡± fueron los gritos m¨¢s repetidos en un grader¨ªo que animaba sin cesar y que reconvirti¨® la canci¨®n que le dedica al Al-Hilal, uno de los equipos locales y campe¨®n de la ¨²ltima Champions asi¨¢tica. ¡°Clap, clap, clap [aplausos], ?Madrid!¡±. Turki lo explica: ¡°Muchos nos enamoramos de Los Gal¨¢cticos ¡ªBeckham, Zidane, Figo, Ronaldo y Roberto Carlos¡ª y eso se queda en el coraz¨®n. Con Guardiola y Messi algunos se hicieron del Bar?a, pero sin Leo, la gente prefiere al United por Ronaldo¡±.
M¨¢s que nada porque a Messi no lo ven, pues beIN Sports emite LaLiga y la Premier, tambi¨¦n su competici¨®n, no la Liga francesa. Pero ning¨²n otro deporte sale por la tele a excepci¨®n de las carreras de camellos y caballos, la otra gran tradici¨®n deportiva del pa¨ªs, en la que los jeques invierten ingentes cantidades de dinero, tambi¨¦n la pasi¨®n del pr¨ªncipe Mohamed bin Salm¨¢n. Tambi¨¦n los hay m¨¢s que invierten en f¨²tbol, incluso en comprar jugadores para cederlos a los clubes.
¡°Ahora que no le ponen de titular, podr¨ªamos traer a Luis Su¨¢rez¡±, pide Hafid, l¨ªder de una veintena de j¨®venes que ha acudido al estadio a animar al Atl¨¦tico. ?l ha pagado unos 40 euros, el precio medio del torneo aunque hab¨ªa billetes desde los nueve a los 590 euros, los que est¨¢n en la zona VIP, en las cristaleras junto al palco presidencial. Los colchoneros est¨¢n casi solos, pues solo acudieron 17.000 aficionados al duelo ante el Athletic por los 33.500 oficiales (que fueron m¨¢s) del cl¨¢sico. ¡°No nos perdemos un partido importante del Atl¨¦tico. Nos reunimos en casa de alguien y cantamos. Es el mejor equipo y alg¨²n d¨ªa lo entender¨¢n los dem¨¢s. Inshallah¡±, completa Hafid, al tiempo que toca el escudo de la camiseta. Original, por supuesto.
Las prohibiciones
Tampoco es que haya un gran mercado de el¨¢sticas falsas por la ciudad. ¡°Las mejores est¨¢n en Al Owais, cerca del zoco¡±, apunta Turki. Pero, de nuevo, el dinero no es un problema extendido en la ciudad. ¡°Hasta hace poco, el agua, la energ¨ªa y otros servicios eran pr¨¢cticamente gratis, aunque todo depende de c¨®mo vayan las exportaciones de petr¨®leo. Y los saud¨ªes viven muy bien y tienen a gente extranjera de otros pa¨ªses isl¨¢micos a sueldo¡±, explica Ernesto Gim¨¦nez, que fue el embajador espa?ol en Riad de 2016 a 2018. Aunque no es oro todo lo que reluce en un estado totalitario, pues existe la pena de muerte ¡ªno as¨ª ya las ejecuciones p¨²blicas¡¡ª, adem¨¢s de que la homosexualidad es un delito de pena m¨¢xima, no se puede beber ni tener relaciones extramatrimoniales, la tenencia o distribuci¨®n de pornograf¨ªa se castiga con la c¨¢rcel y el tr¨¢fico de drogas con la decapitaci¨®n. Y dan a las mujeres, en muchos casos, un estatus m¨¢s bajo.
¡°Cada vez hay m¨¢s derechos y libertades para la mujer en Riad. Eso significa que vamos por el buen camino¡±, rese?a Karima, nombre falso porque de lo contrario se negaba a hablar. Desde 2015 pueden votar, en 2018 se aboli¨® la ley de que no pod¨ªan conducir y en los restaurantes ya no est¨¢n segregadas de los hombres. No as¨ª llevar ropa que no sea ancha y larga, ba?arse en una piscina comunitaria y otras tantas libertades.
Cae la tarde en Riad y los comercios echan el cierre como han hecho durante el d¨ªa en los momentos de oraci¨®n, 15 minutos de pausa para rezar. Tambi¨¦n se pone a llover con profusi¨®n ¡ªel Athletic anul¨® su entrenamiento¡ª y las vastas e innumerables carreteras y autopistas que anegan la ciudad reciben las gotas para sacudirse por una vez la arena y polvo del desierto. Ma?ana volver¨¢ el f¨²tbol, la final de la Supercopa. Riad volver¨¢ a ser blanca de nuevo. Aunque para ellos lo importante es que se juegue aqu¨ª. Y, como dicen para desear suerte y dicha, Arabia Felix.
La liga femenina del pa¨ªs, en marcha pero todav¨ªa an¨®nima
Las restricciones a las mujeres tambi¨¦n se ven en los estadios, pues en los partidos de la liga saud¨ª solo pueden sentarse en la zona para las familias. Algo que la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol se neg¨® a aceptar como se vio en los duelos de la Supercopa, aunque abundaron m¨¢s en el Atl¨¦tico-Athletic. ¡°A las dos les gusta el f¨²tbol. A m¨ª m¨¢s, claro. Pero era un partido interesante¡±, se?ala Farid, que caminaba unos pasos delante de su mujer e hija antes de entrar por la boca del estadio. ¡°No conozco a los jugadores¡±, a?ad¨ªa Hafsa con timidez.
Algo habitual si se habla de la selecci¨®n ¡ªen febrero se estrenar¨¢ por primera vez en la historia, ante un combinado de Maldivas¡ª y la liga femenina, que hace pocos meses disput¨® la edici¨®n inaugural. ¡°?Pues no lo sab¨ªa!¡±, dice Karima con sarcasmo, porque sabe que no lo emiten en la televisi¨®n. ¡°Nunca he visto un partido de f¨²tbol femenino. No sab¨ªa ni que exist¨ªa la liga¡±, se suma Lamia, que comparte mantel con su marido en el lujoso hotel Vittori Palace, donde est¨¢ alojada la prensa; ¡°pero me gustar¨ªa, ?por qu¨¦ no?¡±. Y remata: ¡°Pues estar¨ªa muy bien que nuestras chicas llegaran a jugar un Mundial¡¡±. A eso le respondi¨® para la FIFA Rabea Tawfiq, jugadora del Jeddah Eagles: ¡°Si Dios quiere, progresaremos como jugadoras y representaremos a nuestro pa¨ªs como hacen las mujeres de otros pa¨ªses. Entonces el f¨²tbol se convertir¨¢ en algo tan normal para las chicas como para los chicos¡±.
La creaci¨®n de la liga femenina fue tambi¨¦n impulsada por la federaci¨®n espa?ola. ¡°Hicimos un poco de mentores, direcci¨®n, ayudas, charlas, formaci¨®n para entrenadoras, preparadoras f¨ªsicas¡¡±, enumeran en la Federaci¨®n. Entre ellos, el seleccionador femenino Jorge Vilda, que pas¨® horas impartiendo clase de forma telem¨¢tica.
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