La ausencia de ¡®cholismo¡¯ en la crisis del Atl¨¦tico
El equipo se resquebraja ante la falta de virtudes defensivas, de intensidad y de un plan de juego definido que han caracterizado la era Simeone
Diez a?os despu¨¦s de la llegada de Diego Pablo Simeone y de un relato del ¨¦xito construido desde el rigor defensivo, la derrota en la semifinal de la Supercopa ante el Athletic (1-2) puso en evidencia que el Atl¨¦tico sigue en ca¨ªda libre por su endeblez defensiva. Hasta hace nada, hubiera sido una temeridad aventurar que un equipo de Simeone pod¨ªa caerse por su falta de agresividad en la defensa de los balones a¨¦reos, como admiti¨® que ocurre el t¨¦cnico rojiblanco en la sala de prensa del estadio Rey Fahd de Riad.
La contundencia defensiva, la intensidad y la tensi¨®n competitiva eran hasta hace no mucho tiempo rasgos que se daban por supuestos en el Atl¨¦tico de Simeone. La sangr¨ªa defensiva (34 goles en contra en 28 partidos este curso) se ha convertido ya en una hemorragia a la que ni el entrenador ni los futbolistas logran poner fin. El problema es agudo, porque est¨¢ detectado por unos y otros desde los primeros momentos en los que apareci¨®. Han sido constantes las referencias del preparador argentino y del plantel a la necesidad de trabajar y machacar la defensa de los balones a¨¦reos en las inmediaciones de Oblak sin haber encontrado a¨²n remedio. El boquete se ha convertido en un socav¨®n. Ya son seis los goles encajados de saque esquina. Con lo que queda por jugarse, el pr¨®ximo tanto recibido de c¨®rner, de darse, significar¨ªa el peor registro de la era Simeone en una temporada. En total, el Atl¨¦tico ha recibido este curso 11 goles procedentes de jugadas de estrategia. Cinco de ellos fueron de saque y remate directo y seis con las segundas jugadas, lo que revela falta de contundencia en los rechaces y mala colocaci¨®n.
El tama?o de la crisis de juego y resultados, su extensi¨®n en el tiempo y su complejidad son novedosos en la era Simeone. La cuesti¨®n es si en seis meses de competici¨®n y con una plantilla campeona mejorada con Griezmann, De Paul y Cunha, el Cholo no pulsa la tecla adecuada o sus futbolistas no la interpretan bien. La defensa de los dos goles del Athletic fue reveladora respecto a que falla tanto la pizarra como sus int¨¦rpretes, lo que tambi¨¦n cuestiona si los mensajes calan en el grupo. No se entiende que Koke defendiera a Yeray en el primer tanto y que ??igo Mart¨ªnez se deshiciera con tanta facilidad del marcaje de Hermoso para conectar el cabezazo que gener¨® el rechace embocado por Nico Williams.
Cambios en el sistema
El resultado de tanta indefinici¨®n no es solo la p¨¦rdida de esos atributos tan imbricados al cholismo. En una d¨¦cada, nunca se hab¨ªa dado una desorientaci¨®n t¨¢ctica tan pronunciada del entrenador ni tampoco un desplome de rendimientos individuales tan alarmante por generalizado. Despu¨¦s de empatar en Villarreal (2-2), a Simeone le preguntaron con qu¨¦ sistema el equipo se siente m¨¢s c¨®modo. En su respuesta recalc¨® algo que ya hab¨ªa diagnosticado, que los problemas no son solo una cuesti¨®n del dibujo. ¡°Con defensa de cuatro no logr¨¢bamos atacar y cuando cambiamos a defensa de tres atacamos mejor¡±, explic¨® el t¨¦cnico, que ya en el tropiezo en Granada (2-1) se despidi¨® con un toque de atenci¨®n p¨²blico a sus jugadores ¡ª¡±est¨¢ claro que hay mucha desatenci¨®n¡±¡ª, algo no habitual en ¨¦l. Como tampoco airear, tras la nueva lesi¨®n de Griezmann, que ¡°tantas reca¨ªdas no son normales¡±.
La plantilla, que en su gran mayor¨ªa comparte que el equipo se siente m¨¢s c¨®modo jugando en campo contrario, tambi¨¦n empieza a verbalizar en p¨²blico sus quejas. Planteamientos como ante el Milan en el Metropolitano (0-1) ya fueron cuestionados en la caseta. Bajo los focos del Rey Fahd, fueron dos de los capitanes los que significaron las preferencias del plantel. ¡°Despu¨¦s del gol nos metemos atr¨¢s y esperamos. Y si esperamos, lo que pasa es que ocurren cosas como las de hoy¡±, se lamentaba Oblak, que ante el Athletic mostr¨® el nivel m¨¢s habitual desde que defiende la porter¨ªa rojiblanca. Esta es su peor temporada de las ocho que lleva en porcentaje de paradas 58,5%) al realizar 48 sobre 82 remates recibidos, y en goles encajados por encuentro (1,21). ¡°Cuando subimos el ritmo nos sentimos m¨¢s c¨®modos, atacando. Eso es lo que tenemos que intentar hacer el resto de la temporada¡±, proclam¨® Koke, otro de los ejemplos palmarios de bajo estado de forma en un equipo en el que apenas se salva Correa.
La condici¨®n f¨ªsica tambi¨¦n la cuestionan tantos goles encajados a bal¨®n parado porque no solo son un asunto de la pizarra y de concentraci¨®n, tambi¨¦n de frescura, de reflejos y de potencia de piernas. Igualmente, las distintas soluciones t¨¢cticas que ha probado Simeone han delatado falta de intensidad en sus ejecuciones. Ya sea buscando al rival con una presi¨®n avanzada o media, o replegado en campo propio, este Atl¨¦tico ha resultado indefinido y blando en muchos tramos de los partidos y del curso, lo que ha realzado las sensaciones de no estar seguro de c¨®mo debe defender y atacar.
No hay rastro del equipo campe¨®n y la temporada ya ha consumido su primera mitad. A 16 puntos del Real Madrid en la Liga y sin la participaci¨®n en la pr¨®xima Champions encarrilada, con las eliminatorias ante la Real Sociedad y el Manchester United ya c¨®mo ¨²nicas v¨ªas para ganar un t¨ªtulo, Simeone y sus futbolistas est¨¢n en camino de firmar la peor temporada de una d¨¦cada hist¨®rica
Puedes seguir a EL PA?S DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.