Fiesta de la Real ante el Atl¨¦tico
El conjunto donostiarra, muy en¨¦rgico, desarborla de principio a fin a los rojiblancos en todas las l¨ªneas y avanza a cuartos de la Copa con goles de Januzaj y Sorloth (2-0)
Una Real Sociedad excelsa estar¨¢ en el sorteo de los cuartos de final de la Copa despu¨¦s de avasallar al Atl¨¦tico de Madrid m¨¢s d¨¦bil de los ¨²ltimos tiempos, fam¨¦lico, asustado, sin recursos ofensivos y, mucho menos, defensivos. Desarbolado en todas las l¨ªneas y con muchas heridas por sanar. Paup¨¦rrimo.
El partido comenz¨® antes del partido, con Simeone fuera de s¨ª, como si supiera lo que le esperaba, dirigiendo a la orquesta txuriurdin desde el autob¨²s, mientras la Ertzaintza trataba de contener a los exaltados que tiraban vallas contra el veh¨ªculo de los rojiblancos. La sobreactuaci¨®n sigui¨® en el campo, en un encuentro de pierna fuerte al que s¨®lo el Orfe¨®n Donostiarra trat¨® de ponerle calma con la marcha de San Sebasti¨¢n. Pero la marcha era de la Real Sociedad, que sali¨® al abordaje en la primera media hora, olfateando las dudas defensivas del Atl¨¦tico y tratando de pegar donde m¨¢s duele, y en estos momentos de la temporada, a los hombres de Simeone les duele todo, como si tuvieran una edad provecta y se recuperaran de una mala ca¨ªda.
Trataban los madrile?os de detener el vendaval realista por ambas bandas, indetectable Sorloth, que basculaba hacia los costados y abr¨ªa espacios a sus compa?eros. Antes de los cinco minutos ya hab¨ªa tenido Aihen un remate claro tras un gran pase cruzado desde la banda por Oyarzabal. Sin recuperarse del primer susto, se produjo el segundo, y fue raci¨®n doble de Januzaj, que recibi¨® en el ¨¢rea un pase de Aihen. Remat¨® la primera al cuerpo de Lodi; nadie fue a tapar el segundo disparo del extremo belga, que se march¨® fuera por cent¨ªmetros. La defensa del Atl¨¦tico hac¨ªa aguas y ning¨²n futbolista creativo de los de Simeone hab¨ªa entrado en calor todav¨ªa, todo un problema.
Luego fue Sorloth, un jugador grandote, de apariencia torpe, pero s¨®lo de fachada, el que sirvi¨® de tac¨®n a Januzaj, que cambiaba de banda a cada instante. Su centro lo remat¨® Oyarzabal de cabeza y sin punter¨ªa. Se mesaba los cabellos Simeone en la banda. S¨®lo Carrasco pudo escapar a la presi¨®n realista en el minuto 14, para plantarse ante Remiro y rematar raro al poste, agobiado por la presi¨®n de los centrales. Solicit¨® penalti, pero era mucho pedir.
Y luego, despu¨¦s de un tiempo de aparente calma, marc¨® la Real. Un centro de Zaldua desde la derecha cruz¨® el ¨¢rea. Entr¨® Januzaj al remate, chocaron Felipe, Vrsaljko y Correa en el intento de defender la acci¨®n y la pelota la remat¨® el delantero para batir a Oblak. Un desastre en la zaga colchonera. Se pon¨ªan los jugadores de Imanol por delante, y con el consiguiente subid¨®n an¨ªmico en una eliminatoria tan exigente.
En apariencia, el Atl¨¦tico mejor¨® su relaci¨®n con el juego despu¨¦s del gol de la Real. Ocup¨® m¨¢s espacio, trat¨® de desplegarse y equilibr¨® la balanza hasta el descanso. Sali¨® del vestuario muy pronto, como para reencontrarse r¨¢pido con el partido, pero lo que encontr¨® no le gust¨® nada: un mal control de Felipe en zona minada, el pie milagroso de Oyarzabal rob¨¢ndole la pelota en la presi¨®n y el toque a la vez para Sorloth plantado cara a cara con Oblak y resolviendo con frialdad n¨®rdica para hacer del resultado un Everest por escalar.
Simeone trat¨® de organizar la cordada de rescate poniendo en el campo a Luis Su¨¢rez, Lemar y Cunha, pero la Real segu¨ªa jugando a lo suyo y los suyos no jugaban a nada reconocible como f¨²tbol. Permitieron cosas que en otros tiempos del Cholo hubieran sido impensables, como una jugada de la Real con dos taquitos consecutivos de Sorloth y Rafinha que acab¨® en un remate de Merino que se fue alto, o una cola de vaca de Januzaj que termin¨® en un c¨®rner mal negociado por una defensa porosa que en ¨¦pocas mejores fue un muro impenetrable.
Agot¨® los cambios el Atl¨¦tico con la entrada de dos de sus promesas emergentes, Serrano y Carlos Mart¨ªn, para dar descanso, tal vez, a sus efectivos de cara a la Liga, con la Copa ya en precario, o para vez si sonaba la flauta por casualidad. La pudo tocar Cunha despu¨¦s de un pase de Su¨¢rez que estrell¨® contra Remiro, valiente en la salida. Fue casi la ¨²ltima, casi la primera despu¨¦s de 80 minutos, de un equipo pobre de esp¨ªritu que ha tirado a la basura dos competiciones (Supercopa y Copa) en una semana, mientras que la Real, en su mejor versi¨®n, avanza a los cuartos de final.
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