La Serie A, trepidante triunfo de la mediocridad

La Serie A ha reservado una buena noticia y una mala para los tifosi italianos en la recta final del campeonato. La mala es que la competici¨®n tiene un nivel medio-bajo n¨ªtidamente acreditado, no pinta nada desde hace tiempo en Europa y las estrellas se han ido marchando poco a poco. El calcio, pese al espejismo de la ¨²ltima Eurocopa ganada por la Nazionale, no ha recuperado el vigor de los a?os noventa y de los 2000, y los fondos de inversi¨®n, especialmente estadounidenses, detectan la situaci¨®n y se han hecho con la mitad de los clubes.

La buena nueva, en cambio, es que la temporada es divertid¨ªsima y que, por primera vez en muchos a?os, cuatro equipos (Milan, N¨¢poles, Inter y Juventus) se disputar¨¢n un igualad¨ªsimo t¨ªtulo en las 10 ¨²ltimas jornadas. Aunque esa alegr¨ªa se deba a un inesperado y alegre triunfo de la mediocridad m¨¢s que a la calidad de sus equipos. Era el peor de los tiempos, era el mejor de los tiempos, como escribi¨® Dickens.

El origen de la entretenida paradoja quiz¨¢ se encuentre en el pronunciado auge y ca¨ªda de la Juventus, que llevaba nueve a?os seguidos ganando el scudetto y que el anterior sucumbi¨® ante el Inter de Antonio Conte. Esta temporada Allegri volvi¨® al banquillo para barrer los platos rotos de Andrea Pirlo y Cristiano Ronaldo (dej¨® al equipo sin idea de juego y sin un euro). Pero no pudo comenzar peor y perdi¨® puntos por cada esquina que doblaba el equipo. Le ha costado charlas, esfuerzos y un dineral (los 80 millones pagados por Vlahovic en el mercado de invierno). Pero el club ha logrado revertir la tendencia, evitar la derrota en los ¨²ltimos 14 partidos y recortar hasta quedarse a siete puntos del liderato y meter miedo desde la cuarta posici¨®n a los Tres del Ave Mar¨ªa, como los llama el propio Allegri: el N¨¢poles, el Milan y el Inter. La estad¨ªstica dice que no lograr¨¢ recortar todos los puntos que le quedan, pero la historia de la Juventus, como la del Madrid, est¨¢ construida sobre criterios no cient¨ªficos.

Los nervios ser¨¢n la unidad de medida para descifrar el final del campeonato. El Milan es ahora el que tiene menos presi¨®n. Los rossoneri son el equipo m¨¢s austero y el que juega con un mayor n¨²mero de j¨®venes. Crece poco a poco y Pioli se ha doctorado en apenas dos a?os, en los que ha logrado mezclar bien la veteran¨ªa de jugadores como Ibrahimovic y la juventud de talentos como Brahim D¨ªaz y Rafael Leao. Un m¨¦rito de dimensiones parecidas al del Inter, que supo reponerse de la traum¨¢tica salida de Antonio Conte este verano, que hizo lo mismo que hab¨ªa hecho en la Juve a?os antes cuando vio que no le comprar¨ªan lo quer¨ªa. Esta temporada, sin Lukaku o Achraf y con Simone Inzaghi en la caseta, el equipo ha logrado seguir compitiendo en casa, aunque no fuese suficiente para hacerlo contra el Liverpool, que le ape¨® de la Champions League. Pero da igual y al entrenador ¡ªha anunciado el club la semana pasada¡ª van a renovarle para subirle el sueldo. El objetivo, parece, ya est¨¢ cumplido.

El N¨¢poles, que perdi¨® un ef¨ªmero liderato ante el Milan hace unas semanas, nota el peso de la historia. La fiesta en las calles de la ciudad podr¨ªa durar un a?o. O dos. Como en 1990, la ¨²ltima vez que el equipo partenopeo levant¨® un scudetto, todav¨ªa con Maradona en sus filas. Nadie quiere hablar abiertamente de un asunto que podr¨ªa ser capaz de despertar una nueva erupci¨®n del Vesubio, pero la tensi¨®n ¡ªcomo ya sucedi¨® en la temporada en la que Maurizio Sarri acarici¨® el t¨ªtulo y lo perdi¨® absurdamente en abril de 2018 contra la Fiorentina¡ª puede pasar factura a los jugadores. Todo se decidir¨¢ en los ¨²ltimos partidos, con cruces directos y grandes audiencias televisivas. Y hasta aqu¨ª las buenas noticias que llegan desde el campo a la grada.

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