En el jard¨ªn de Alejandro Valverde, Juan Ayuso asoma la cabeza

A un mes de cumplir 42 a?os Alejandro Valverde, que no se ve muy pimpante, se deja llevar por el pelot¨®n que le protege del viento helador, nieve en las cunetas, que frena los ¨¢nimos en la pesada subida a La Molina, uno de sus jardines privados; a varios meses de cumplir los 20, Juan Ayuso, impaciente, saca una y otra vez la cabeza por delante, acelera, choca con el viento de cara, frena, mira, espera, y como ¨¦l, medio pelot¨®n calcula.

Es la primera etapa importante de la Volta, una subida tendida y 500 metros muy empinados que, m¨¢s decidido e inteligente que ninguno, ha anticipado en contrapi¨¦ el australiano Ben O¡¯Connor a 12 kil¨®metros de la llegada, reci¨¦n salidos todos de Alp, tierras de la Cerdanya. O¡¯Connor, de 26 a?os, es duro y resistente, un hombre con fe en el valor del individuo frente a un grupo al que paraliza la lucha de intereses y la b¨²squeda del provecho en el esfuerzo ajeno, y ni Guillaume Martin, el fil¨®sofo que escribe y pedalea, y tan bien reflexiona y teoriza sobre las complejas relaciones entre las diferentes clases sociales del pelot¨®n, puede romper la inercia con su esfuerzo solitario, un ataque mojado. O¡¯Connor, que sigui¨® la vieja ley de que para ganar una etapa se trata de atacar el ¨²ltimo antes que nadie, hace unos meses, en julio, gan¨® as¨ª en Tignes una etapa alpina del Tour y gracias a ello acab¨® cuarto de la grande boucle. En La Molina gana tambi¨¦n, con 6s de ventaja, y lo celebra tanto como en Francia, porque, adem¨¢s, se pone l¨ªder. Y, a sus espaldas, segundo en la etapa, segundo en la general, a 10s, Juan Ayuso, el chaval que asoma, el esperado. Tercero, como siempre en La Molina, Nairo, eterno.

A los chavales que llegan optimistas los viejos les ense?an, nada m¨¢s pisar su territorio, que bajen a la tierra, que el triunfo de la lucha de clases es imposible, que se sometan a la tradici¨®n, y en el pelot¨®n de unos 40 que llega destacado tras el inalcanzable O¡¯Connor, marchan media docena de jovencitos nacidos con el siglo que hace un a?o o dos se pegaban en el Giro sub 23 o en el Tour del Porvenir y han acelerado tanto su maduraci¨®n que ya hacen lo mismo en las carreras de los mayores, Nairo, Carapaz, Valverde, pero no Simon Yates, que se desvanece, con los que se mezclan, a los que imitan, y los h¨¢bitos no cambian, como si el territorio conformara los comportamientos, y el viento. Est¨¢n en territorio Valverde, que ha ganado tres veces la Volta (2009, 2017 y 2018) y que en La Molina, el repecho final que tan bien le va, se ha impuesto dos veces. Como Ayuso, m¨¢s decidido a¨²n, ataca el belga Vandenabeele, que fue tercero en el Giro baby de Ayuso, y tambi¨¦n se deja ver su compatriota Van Wilder (ya hay hasta escaladores belgas, ciclistas peque?itos: no todos son ya armarios sobre pedales en las tierras de Flandes), y el noruego Tobias Johannessen, el ganador del Tour del Porvenir por delante del granadino Carlos Rodr¨ªguez, que tambi¨¦n est¨¢ ah¨ª. Los j¨®venes empapan el pelot¨®n como una gran ola moja la playa, y se juntan con j¨®venes un poco m¨¢s veteranos, pero tambi¨¦n del siglo, Almeida, Higuita¡­ ¡°No me ha faltado nada¡±, dice Ayuso, que se define ¡°explosivo¡±. ¡°Era un buen final para m¨ª y pensaba rematar. Pero, bueno, ma?ana [jueves, estaci¨®n de esqu¨ª de Bo¨ª Ta¨¹ll, altitud 2.049 metros, la etapa reina, la decisiva] espero estar ah¨ª¡±.

En el hospital de Girona, donde permanecer¨¢ al menos hasta el domingo, a Sonny Colbrelli le han visitado ya su mujer, Adelina, su padre y su m¨¢nager, que le acompa?ar¨¢n en la dura etapa que le espera el jueves. Seg¨²n cuenta La Gazzetta dello Sport, llegar¨¢ al hospital el registro del desfibrilador usado para resucitarlo el lunes en la meta de Sant Feliu de Guixols, con el que los arritm¨®logos que le tratan intentar¨¢n saber exactamente que le pas¨® a su coraz¨®n durante el episodio de fibrilaci¨®n y arritmia ventricular que lo paraliz¨®, y, adem¨¢s, se someter¨¢ a una resonancia magn¨¦tica que ofrezca pistas sobre las causas de su muerte s¨²bita. ¡°Pero yo solo pienso en cu¨¢ndo podr¨¦ volver a pedalear. No puedo terminar as¨ª¡±, le dice al diario italiano el ciclista milan¨¦s, de 31 a?os, ganador el a?o pasado de la ¨²nica Roubaix de oto?o.

Puedes seguir a EL PA?S DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.