Alejandro Valverde: ¡°El conocimiento te permite la locura¡±
El ciclista del Movistar, que cumplir¨¢ 42 a?os en abril, confronta su experiencia con los estudiantes de la escuela de programaci¨®n de Telef¨®nica
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Se supone que a Calder¨®n no le molestar¨ªa que en 42, la escuela tecnol¨®gica y disruptiva de Telef¨®nica, decidieran que su eslogan fuera algo as¨ª como ¡°toda la vida es c¨®digo¡±, tal es el objetivo de sus alumnos, programadores colaborativos sin profesor que buscan comprimir todo lo creado y todo lo que se crear¨¢ en unas l¨ªneas de c¨®digo. Tambi¨¦n el sudor y el alma de los ciclistas que, como Alejandro Valverde, practican quiz¨¢s, m¨¢s que nadie, lo que se podr¨ªa llamar el deporte antiguo, de cansancio, resistencia, agon¨ªa, lucha y paisajes ¨²nicos. Pero el mismo Valverde, que viste la camiseta del Movistar, el equipo del gigante tecnol¨®gico espa?ol, llama a la puerta de 42 y se sienta all¨ª como si fuera su casa de toda la vida y habla con sus alumnos, la mayor¨ªa con edades de chavales que podr¨ªan ser sus hijos, como lo podr¨ªan ser los m¨¢s j¨®venes del pelot¨®n en el que vive y manda desde hace 20 a?os.
El ciclista espa?ol de las 130 victorias est¨¢ cerca, a cinco meses, de cumplir 42 a?os, y los cumplir¨¢, el 25 de abril, justo el d¨ªa en el que disputar¨¢ la Lieja-Basto?a-Lieja, la cl¨¢sica que quiere ganar por quinta vez, ¡°como Eddy Merckx¡±, y eso, claro, constituye una contrase?a ¨²nica para que le abran la puerta de la escuela que tiene la misma cifra como ense?a, iron¨ªa y homenaje a la broma c¨®smica de Doug Adams, el c¨®mico que en su Gu¨ªa del autostopista gal¨¢ctico informa al mundo, a trav¨¦s de la voz de su computadora Pensamiento Profundo y sus 7,5 millones de a?os pensando, de que la respuesta ¨²ltima a los enigmas del universo, de la vida, de todo, es eso, 42. Y para Valverde, 42, un n¨²mero adorado como m¨¢gico por muchos fans, era hasta ahora simplemente el n¨²mero de dientes del plato peque?o de la bicicleta en sus primeros a?os.
Como Valverde, de todas maneras, es bien conocido como una persona refractaria hacia aquello que signifique merma del instinto, la intuici¨®n, la voz del cuerpo, y bien sabido es que ni siquiera usa el puls¨®metro en carrera para que los datos de su coraz¨®n no influyan en sus decisiones, nadie desde?aba la posibilidad de que el auditorio de la escuela viviera un choque generacional entre zoomers, nativos digitales nacidos casi en el siglo XXI insolentes, y un casi boomer pasado de moda. Pues no. M¨¢s que de confusi¨®n fue, la del viernes pasado, 26 de noviembre, fue una ma?ana de fusi¨®n. Valverde es algo m¨¢s de lo que parece, siempre sorprende. No es el veterano sobrepasado que dice a los j¨®venes a ver si os cre¨¦is que hab¨¦is inventado el ciclismo.
¡°?Que si los j¨®venes se creen que ya lo saben todo?¡±, responde Valverde a una pregunta insidiosa. ¡°Hay de todo. Hay algunos que s¨ª, que llegan ya crey¨¦ndose los mejores. Pero los hay muy j¨®venes, y yo los admiro y ellos me admiran a m¨ª, con los que compartir pelot¨®n, y ellos conmigo, es algo bonito. Me siento mayor que ellos, pero, a lo mejor, solo f¨ªsicamente, pero mentalmente¡ Mi cabeza sigue pensando como cuando ten¨ªa 23 a?os. A la hora de comportarme, de hablar con ellos, no hablo como si fuese mayor que ellos, hablo como si fuese de su edad. Intento tambi¨¦n ense?arles todo lo que yo s¨¦. Pogacar, Evenepoel, Van der Poel¡ Son grandes talentos y quieren ganar all¨¢ donde van, como yo cuando era joven, y ahora tambi¨¦n. Lo que pasa es que ahora muchas veces me conformo y no sufro tanto por ganar como puedan sufrir ellos. Mi cuerpo ya es mayor, les puedo sacar 20 a?os, podr¨ªan ser mis hijos, pero por la cabeza parece que no han pasado los a?os¡±.
Valverde es el joven, mitad Dorian Gray mitad Peter Pan, que no renuncia a ser un ni?o, al que le fascina que ahora, antes de una contrarreloj, el t¨¦cnico del equipo le diga que dada la distancia, el viento, su coeficiente aerodin¨¢mico, la temperatura, el desarrollo, la cadencia y los vatios que es capaz de desarrollar y mantener durante un tiempo determinado a un ritmo cardiaco definido, pero prefiere ir como siempre. O al que le dicen c¨®mo entrenar espec¨ªfica y met¨®dicamente mir¨¢ndose los vatios en cada momento, y prefiere dudar.
¡°?Soy el veterano que ya lo sabe todo? S¨ª y no. El veterano, yo mismo, ha tenido una forma de trabajar durante muchos a?os, y cambi¨¢rsela ahora puede tener beneficio o no, y muchas veces, incluso, es perjuicio, porque no est¨¢ acostumbrado a esa l¨ªnea de trabajo¡±, dice Valverde despu¨¦s de someterse a las preguntas de los alumnos, futuros programadores. ¡°Pero los j¨®venes, si vienen ya con esa forma de entrenarse, con tanto dato, le sacan m¨¢s jugo a eso, porque es lo que han vivido desde peque?os. Yo tambi¨¦n he intentado cambiar mi rutina de entrenamientos, pasarme a lo espec¨ªfico, a los vatios, y no me ha ido mejor. Muchas veces he ido peor¡±.
Valverde, y su generaci¨®n ciclista, pasan por ser excesivamente calculadores, por moverse solo cuando tienen la seguridad de que lo que hagan ser¨¢ fruct¨ªfero. Mientras, estos tiempos de zoomers, se alaba la locura que se llama de ciclismo antiguo, justamente, la ¨¦pica, la osad¨ªa de ciclistas que, como Pogacar, Van Aert, Van der Poel, Evenepoel, y hasta Roglic y Egan Bernal, atacan aparentemente insultando al c¨¢lculo, desde?ando el temor a errar. Como si despreciaran la cabeza. ¡°Pero es al rev¨¦s, mantiene Valverde, que ya ha anunciado que la pr¨®xima, su 21? temporada en el pelot¨®n profesional, ser¨¢ la ¨²ltima, y que colgar¨¢ la bicicleta despu¨¦s de correr Giro, Vuelta y unas cl¨¢sicas selectas. ¡°Es el entrenar como robots, y comer pesando hasta los gramos de aceite de oliva que a?aden a las ensaladas, lo que les permite liberar el instinto¡±. ¡°Precisamente por eso, porque ellos saben, marcando sus vatios y su velocidad, hasta d¨®nde pueden llegar si lanzan un ataque. Ya lo tienen entrenado, entrenan as¨ª¡±, a?ade el ciclista que se proclam¨® campe¨®n del mundo en 2018, a los 38 a?os. ¡°Otros corredores no pueden hacerlo porque no tienen la calidad, no pueden desarrollar esos vatios. Pero cuando eres bueno y sabes que puedes hacerlo, y arrancas y te vas porque tienes la potencia, pues lo haces. Y es el conocimiento lo que les permite estar locos¡±.
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