Laso confirma la expulsi¨®n ¡°definitiva¡± de Heurtel y Thompkins del Madrid por ¡°motivos t¨¦cnicos¡±
El entrenador asume en primera persona la decisi¨®n de apartar a los jugadores como primer paso para atajar la mayor crisis de identidad, juego y resultados de su mandato. ¡°Tenemos que volver a ser un equipo¡±, afirma
La nube negra que se cierne sobre el Real Madrid de Pablo Laso desde finales de enero ha derivado en una tormenta de dimensiones desconocidas en la secci¨®n desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, cuando el t¨¦cnico vitoriano lleg¨® al club para cerrar una etapa convulsa y abrir una era exitosa. Sumido en una crisis de identidad, juego y resultados, el equipo blanco acumula 15 derrotas en los ¨²ltimos 26 partidos (10 en los ¨²ltimos 14), con batacazos inexplicables como el sufrido el viernes ante el Bayern en la Euroliga tras desperdiciar 20 puntos de ventaja. Una depresi¨®n deportiva a la que se une la sacudida en el vestuario madridista tras la dr¨¢stica decisi¨®n de Laso de apartar a Thomas Heurtel y Trey Thompkins de la disciplina del equipo, de manera ¡°definitiva¡±, para salvaguardar el ecosistema del grupo e intentar el rearme de cara al final de temporada.
Laso ha decidido cortar por lo sano para atajar su mayor crisis como entrenador del Madrid. ¡°Es una decisi¨®n t¨¦cnica. Una decisi¨®n m¨ªa. Conf¨ªo plenamente en el resto de jugadores del equipo. No hay mayor historia con ellos [Heurtel y Thompkins]. Bastante tengo con conseguir que el resto juegue a su mayor nivel. El equipo est¨¢ siempre por encima de las personas y tenemos que volver a ser un equipo¡±, explic¨® el entrenador madridista, sin concretar los detalles de indisciplina y vida disoluta de los jugadores que le han llevado a tomar en primera persona una decisi¨®n tajante que cuenta con el respaldo absoluto del club.
Ni Heurtel ni Thompkins volver¨¢n a vestir de blanco, seg¨²n explic¨® Laso en la rueda de prensa previa al cl¨¢sico liguero de este domingo en el Palau Blaugrana (18.30, #Vamos). ¡°Esperamos un partido duro y feo¡±, valor¨® Jasikevicius antes de ser interrogado por la crisis madridista. ¡°Tengo mi opini¨®n, pero no voy a decirla. El entrenador maneja la situaci¨®n de la mejor manera para el equipo¡±, cerr¨® el t¨¦cnico azulgrana, cuya historia con Heurtel tambi¨¦n acab¨® en desencuentro. El Bar?a y Jasikevicius ya apartaron en diciembre a Heurtel, dej¨¢ndole adem¨¢s en tierra en el aeropuerto de Estambul tras entender como una afrenta las negociaciones del base franc¨¦s con el Madrid. Un acuerdo que se certific¨® finalmente en julio. ¡°En el Madrid s¨ª me quieren. El Bar?a no me respet¨®¡±, declar¨® Heurtel en una entrevista con EL PA?S en la que elogi¨® la figura de Laso. ¡°Su filosof¨ªa y el estilo de juego que plantea se corresponden con mis caracter¨ªsticas. Nos entendemos y entendemos igual el baloncesto. ?l me deja ser yo mismo en la pista¡±, cont¨® en sus primeros d¨ªas como madridista, antes de alzar la Supercopa como pr¨®logo optimista de un curso que el Madrid inici¨® con solidez y firmeza.
Hasta el 23 de enero, antes del partido liguero de la primera vuelta ante el Bar?a en el Palacio, el equipo de Laso marchaba l¨ªder en la ACB y la Euroliga y encadenaba una secuencia de 21 victorias en 22 partidos. La derrota aquel d¨ªa ante los azulgrana (75-85) cort¨® el cuerpo del Madrid, que entr¨® sin saberlo en una crisis galopante. En dos meses y medio: 15 derrotas ¡ªm¨¢s que en cuatro de las 10 temporadas previas de Laso al completo¡ª. Cuatro de esas derrotas adem¨¢s con anotaciones in¨¦ditas, inferiores a los 60 puntos, seis en total por debajo de los 70 ¡ªcuando en siete de los 10 cursos anteriores los blancos cerraron su estad¨ªstica en la frontera de los 85 puntos y nunca bajaron de los 79¡ª.
En el intento de atajar a un Bar?a hegem¨®nico en el duelo directo (10 triunfos de los azulgrana en los 13 cl¨¢sicos disputados desde la llegada de Jasikevicius), el Madrid fue perdiendo el ritmo, la solidez, los automatismos, el estilo, la solvencia y la punter¨ªa. A base de golpes de pecho, los de Laso lograron competir ante los azulgrana en la final de Copa en Granada, el 20 de febrero, pero la manta que abrig¨® una defensa brava no pudo cubrir un ataque alarmantemente enclenque. Esa derrota erosion¨® la confianza del vestuario, desat¨® individualismos y marc¨® otro punto de inflexi¨®n. La situaci¨®n requer¨ªa cohesi¨®n, rigor y profesionalismo. Y cuando Laso enarbol¨® el prietas las filas ¡ªcon el que la temporada pasada sostuvo el esp¨ªritu competitivo pese a la plaga de lesiones y las salidas de Campazzo y Deck¡ª se encontr¨® con comportamientos licenciosos como los de Heurtel y Thompkins (Yabusele, renovado en enero hasta 2025, tambi¨¦n ha sido multado por motivos disciplinarios). Una r¨¦mora para aglutinar voluntades a la causa.
Desde la final de Copa, la contabilidad es de 10 derrotas en 14 partidos, con colapsos sorprendentes como el sufrido en Kaunas (47 puntos, en la peor anotaci¨®n hist¨®rica de los blancos en la Euroliga) y desplomes inconcebibles ante Efes, Maccabi, Panathinaikos y Bayern. ¡°Hemos sido un equipo sin alma¡±, declar¨® Laso tras la derrota ante el conjunto alem¨¢n, en la que ya no participaron Heurtel y Thompkins. ¡°Nos necesitamos todos. Que cuando alguien falle sepa que tiene al equipo detr¨¢s para apoyarlo. Eso es lo que nos dar¨¢ la confianza como grupo¡±, recalc¨® ayer Laso.
?Es el momento m¨¢s dif¨ªcil que ha tenido que afrontar desde su llegada?, le preguntaron al entrenador madridista ante la suma de problemas. ¡°No. Momentos dif¨ªciles he tenido muchos y este no es el peor de mi etapa. Hay que afrontarlo¡±, prosigui¨® Laso mientras gestionaba las cuestiones sobre Heurtel y Thompkins, que a¨²n permanecen vinculados al club pero ya no interactuar¨¢n con sus compa?eros.
El base franc¨¦s, de 32 a?os, hab¨ªa firmado por esta temporada y una m¨¢s opcional. El ala-p¨ªvot estadounidense, de 31 a?os, que lleg¨® al club en 2015 ¡ªes el cuarto jugador extranjero con m¨¢s partidos en la historia del club tras Carroll, Taylor y Bullock¡ª y fue pieza clave en la conquista de la Euroliga de 2018, finalizaba su compromiso en junio tras un periplo marcado por los vaivenes en sus estados de forma. Laso espera que su expulsi¨®n siente las bases para el rearme del grupo.
El Bar?a vuelve a marcar la frontera. Y seguramente no ser¨¢ la ¨²ltima vez esta temporada. Si Bar?a y Madrid superan sus respectivas eliminatorias de cuartos de la Euroliga se encontrar¨ªan en la semifinal de la Final Four, el 19 de mayo en Belgrado. El que es seguro es el pulso de este domingo. La vuelta de aquel 23 de enero en el que comenz¨® el calvario de un Madrid irreconocible.
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