M¨¢rquez se crece en el drama mientras Bastianini repite triunfo en el GP de Las Am¨¦ricas

La bandera llena de estrellas, coreado y aplaudido el himno a capela, el viento soplaba sin tregua y miles de ojos se posaron en la moto con el n¨²mero 93. Todas las miradas apuntaban a la tercera fila de la parrilla, donde formaba Marc M¨¢rquez, el hombre que m¨¢s veces ha ganado en el circuito de Las Am¨¦ricas, siete desde el 2013. El tipo que revolucion¨® el estilo de pilotaje y gui¨® a toda una nueva generaci¨®n de pilotos. Volv¨ªa a competir.

Tras volar por los aires en Mandalika, tres fines de semana antes. Tras recuperarse de una diplop¨ªa, la segunda (y el segundo traumatismo craneoencef¨¢lico) en apenas cinco meses. Superados los problemas de visi¨®n doble, recuperadas casi a la fuerza las ganas de volver a ponerse a 300 km/h, el p¨²blico esperaba un regreso a lo grande de M¨¢rquez. Y su vuelta cont¨®, incluso, con m¨¢s drama del esperado. La Honda del espa?ol se qued¨® clavada en la parrilla: al activar el dispositivo de salida, la moto fall¨® ¡ª¡°problema t¨¦cnico¡±, alegar¨ªa despu¨¦s. Y el chico cay¨® a la ¨²ltima posici¨®n. Desde all¨ª, desde la 24? plaza, inici¨® la remontada. Una m¨¢s para su historial. Aunque no fuera una cualquiera.

Mientras M¨¢rquez escalaba posiciones, salvaje su frenada al inicio de la curva uno, en plena subida, donde firm¨® muchos de sus adelantamientos, hasta cruzar la meta en una nada despreciable (y poco celebrada) sexta posici¨®n, un chaval de Rimini, criado entre las playas del adri¨¢tico y el circuito de Misano, volv¨ªa a dar la sorpresa con su Ducati sat¨¦lite del a?o 2021. Con esa m¨¢quina, que ya hizo so?ar a los miembros del equipo Gresini en la primera carrera del a?o, en Qatar, se apunt¨® Enea Bastianini, 24 a?os, un talento brutal, su segunda victoria en MotoGP, la segunda tambi¨¦n esta temporada.

El italiano, l¨ªder del campeonato, es el primer piloto que repite en la primera posici¨®n en este 2022 que sigue teniendo en su referente a un M¨¢rquez lastrado por dos a?os de continuas lesiones, reca¨ªdas, operaciones y accidentes brutales. El ¨²ltimo, en Indonesia, durante la segunda carrera del curso, le volvi¨® a dejar la moral por los suelos. Visto su ritmo, admirada su velocidad en el circuito texano este domingo, pese a los problemas en la salida, pareci¨® divertirse tanto entre adelantamiento y adelantamiento ¡ªpuro espect¨¢culo, la rueda trasera en el aire en plena frenada, como cuando rebas¨® a Aleix Espargar¨®; cabez¨®n y confiado en su lucha con Quartararo en las ¨²ltimas vueltas¡ª como resignado se le vio al entrar al box al t¨¦rmino de la carrera. Un sexto puesto sab¨ªa a premio de consolaci¨®n para un deportista que siempre corre para ser el mejor. ¡°Nunca me gusta decir que si no hubiese tenido tal problema, hubiese peleado por ganar, pero el ritmo era para ganar, para pelear o para estar en el podio seguro¡±, declar¨®.

El GP de las Am¨¦ricas tuvo, para suerte del espectador, m¨¢s nombres propios. Y m¨¢s adelantamientos aplaudidos. Como los que firm¨® Alex Rins, tan convencido encima de su Suzuki, agresiva en las frenadas, magn¨ªfica en aceleraci¨®n, como dulce fue su inicio de carrera: desde la s¨¦ptima hasta la segunda posici¨®n final. Busc¨® el ¨¢pice de la curva once una y otra vez el de Barcelona para imponerse en sendas batallas de ida y vuelta, deliciosas, al l¨ªmite, con Zarco y con Miller.

El australiano, por cierto, tuvo que conformarse con la tercera plaza despu¨¦s de haber liderado al pelot¨®n durante 15 vueltas. Las que le dieron de margen otras dos Ducati, la de Mart¨ªn, que volvi¨® a acusar el desgaste de los neum¨¢ticos en los giros finales (termin¨® octavo), y la de Bastianini, la moto m¨¢s vieja de las tres. Curiosamente. Pero en este juego manda casi tanto el indio como la flecha. Y Bastianini luce las plumas como nadie.

R¨¦cord de la pista y una hamburguesa para el mejor

La cena de los campeones, en Austin, es una se?ora hamburguesa. Ese era el men¨² que esperaba a Enea Bastianini la noche del domingo en el centro de la ciudad. Supo el piloto, pura frescura para un campeonato que vive una nueva era, sin Rossi y con M¨¢rquez como el veterano de la parrilla, controlar los tempos de la carrera a la perfecci¨®n. Sigui¨® la rueda de otra Ducati, la de Miller, que impuso la premura en el pelot¨®n, hasta que sinti¨® el aliento de la Suzuki de Alex Rins en el cogote. ¡°Es el momento de forzar, de intentar ponerse delante, pens¨¦. El neum¨¢tico delantero estaba alcanzando una temperatura alt¨ªsima¡±, explic¨® el de R¨ªmini.

Dicho y hecho. Firm¨® la vuelta r¨¢pida y le arrebat¨® a M¨¢rquez el honor de actualizar su propio r¨¦cord de la pista (vigente desde hace ocho a?os), rapid¨ªsimo como rodaba unos cuantos metros por detr¨¢s. Velocidad y tozudez: busc¨® el interior de la curva 12 para pasar a Miller y enfilar el camino del triunfo. ¡°Tir¨¦ como un cabr¨®n¡±, remat¨® el italiano.

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