El Bar?a es un alma en pena
Al Rayo le alcanza con un gol para someter a un rival sin juego ni rebeld¨ªa y al Madrid le vale un empate el s¨¢bado contra el Espanyol para ser campe¨®n de Liga
El Bar?a vaga y se pierde en el Camp Nou. La angustiosa victoria en Anoeta tampoco sirvi¨® para que se corrigiera ante el Rayo despu¨¦s de la chirigota del C¨¢diz y de la invasi¨®n del Eintracht. No encuentra el timing del juego en su estadio, no defiende ni ataca y contin¨²a en el limbo su clasificaci¨®n para la Champions. Hoy es un alma en pena cuando quedan cinco jornadas para finalizar el campeonato despu¨¦s de desperdiciar el partido que ten¨ªa pendiente contra el rival que en octubre firm¨® el finiquito de Koeman. Con la derrota, al Madrid le vale un empate el s¨¢bado contra el Espanyol para ser campe¨®n de Liga.
La hinchada cul¨¦ se mira al equipo entre despechada y ausente mientras algunos turistas que regresan al Camp Nou se sorprenden tanto que preguntan si el equipo que va vestido de azulgrana es el Barcelona. No hay noticias del Bar?a, derrotado f¨ªsica y mentalmente, a merced de cuantos adversarios desfilan por el estadio, tambi¨¦n por el Rayo. Todos le han perdido el respeto y los ¨¢rbitros se hace el longuis en las jugadas m¨¢s conflictivas sin que nadie mande parar desde el VAR. Nadie tiene compasi¨®n del Bar?a. Hasta los palos juegan en su contra mientras los porteros contrarios se agrandan en el Camp Nou.
El Rayo se present¨® con un gol precioso y decisivo de ?lvaro Garc¨ªa. Triangularon muy bien los muchachos de Iraola hasta que Isi Palaz¨®n cruz¨® la pelota desde la derecha para la llegada al ¨¢rea de ?lvaro Garc¨ªa. El control y el disparo del delantero sorprendieron a Ter Stegen de la misma manera que su diagonal hab¨ªa dejado en fuera de juego a Dest. A pesar de las advertencias de Xavi, no escarmientan los azulgrana, que jugaron a remolque del Eintracht y del C¨¢diz y empezaron tambi¨¦n con un gol en contra ante el Rayo. El factor campo desorienta al Barcelona y fortalece a los visitantes del Camp Nou.
El Rayo picaba el juego a espalda de los centrales azulgrana en ausencia de Piqu¨¦ y desconectaba a los medios de los delanteros, perdidos los interiores en ausencia de Pedri. La salida de la pelota era mala, no hab¨ªa l¨ªnea de pase, las p¨¦rdidas de bal¨®n se suced¨ªan y la hinchada empez¨® a murmurar contra los suyos y a pitar a los rivales sin que ning¨²n jugador amenazara a Dimitrievski. Al Bar?a le faltaba profundidad, Demb¨¦l¨¦ regateaba bien y centraba mal y apenas se contaban oportunidades para suerte del Rayo. ?nicamente Gavi toc¨® a rebato cuando se impacientaba el Camp Nou. Al volante andaluz, sin embargo, solo le acompa?aba Araujo.
A los azulgrana les cuesta acabar la jugada, demasiado acelerados, incapaces de aprovechar obsequios como el ofrecido por Dimitrievski despu¨¦s de una presi¨®n de Aubameyang. El fallo no desanim¨® en cualquier caso al Rayo, aliviado tras su victoria en Cornell¨¤. Xavi puso a calentar a Piqu¨¦ antes de llegar al descanso para intentar atemperar al Camp Nou. El ¨²nico futbolista que embest¨ªa continuaba siendo Gavi, excelente en un disparo que dio en el palo y en el larguero, signo de la fatalidad del Bar?a.
Muy discontinuo en el juego, tampoco acert¨® a bal¨®n parado en un libre directo de Demb¨¦l¨¦, abatido por Catena. El colegiado le perdon¨® la segunda tarjeta al defensa mientras el delantero chutaba por encima del travesa?o de Dimitrievski. El Bar?a no mete un gol de falta desde que parti¨® Messi. Aunque el encuentro ped¨ªa un cambio de guion, Xavi simplemente quit¨® a Dest para poner a Lenglet. La contienda discurri¨® por tanto sin novedad ante el desespero incluso de la Grada d¡¯Animaci¨®. Mal parado y desactivado, sin orgullo ni rebeld¨ªa, enojado tambi¨¦n con el ¨¢rbitro, no iba ni ven¨ªa el Barcelona.
Nadie entendi¨® cu¨¢l hab¨ªa sido la consigna en el vestuario despu¨¦s de advertir que el equipo hab¨ªa quedado petrificado, sin f¨²tbol ni coraje, falto tambi¨¦n de fe y de deseo, como si le diera igual perder que ganar, atormentado por una temporada que se le hace muy larga, especialmente en el Camp Nou. El Bar?a perd¨ªa el tiempo porque no sab¨ªa a qu¨¦ jugar, abatidos Ferran y Frenkie de Jong, que abandon¨® malhumurado la cancha, sustituido por Nico. Nadie refleja mejor el desconsuelo y la desorientaci¨®n azulgrana que el interior holand¨¦s fichado como figura del Ajax. La pelota, mientras, apuntaba m¨¢s a Ter Stegen que a Dimitrievski.
No le qued¨® m¨¢s remedio a Xavi que recurrir a Adama y a Luuk de Jong. La afici¨®n ha pasado en una temporada de corear a Messi a invocar a Luuk, decisivo con sus goles contra el Mallorca, Granada, Espanyol y Levante y est¨¦ril contra el Rayo y el C¨¢diz. El arrebato lleg¨® tarde y mal porque nadie, ni los perseverantes Adama y Demb¨¦l¨¦, atin¨® a poner el bal¨®n en la porter¨ªa del Rayo. Ni siquiera con 11 minutos de a?adido se super¨® la montonera dispuesta en el ¨¢rea del Rayo y el Bar?a encaden¨® por vez primera tres derrotas en el triste Camp Nou. A la que encaja un gol, la impotencia y la frustraci¨®n le paralizan.
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