Thiago Alc¨¢ntara, el futbolista que persigue su tercera Champions con un tercer equipo distinto
Al igual que hizo Seedorf, el volante del Liverpool se sit¨²a a un partido de ganar su tercera copa de Europa tras levantarla con el Bar?a en 2011 y el Bayern en 2020
La vuelta de la eliminatoria que disputaron Villarreal y Liverpool en semifinales de Champions se resumi¨® en una estad¨ªstica que dice menos de los datos que de los hombres que juegan y de los entrenadores que los organizan. El centrocampista que m¨¢s pases buenos dio en el Villarreal fue Giovanni Lo Celso, con 28 entregas; mientras que el centrocampista que m¨¢s pases acert¨® en el Liverpool fue Thiago Alc¨¢ntara con 43. Que el Liverpool se convirtiera en el primer finalista fue el desenlace natural.
A sus 31 a?os, el m¨¢s vistoso de los grandes mediocampistas europeos ha alcanzado su segunda plenitud: est¨¢ a un paso de convertirse, con Clarence Seedorf, en el ¨²nico jugador que logra tres Champions con tres clubes: Barcelona en 2011, Bayern en 2020, y, qui¨¦n sabe, Liverpool en 2022.
En el f¨²tbol siempre mand¨® menos el buen gol que el buen pase. Lo anunci¨® Unai Emery el lunes: ¡°Si Thiago vuelve a ser el hombre del partido, como en Anfield, significar¨¢ que habremos perdido la eliminatoria¡±.
Tan pendiente de cortocircuitar al oponente visionario como de potenciar a los jugadores con mejores luces de la plantilla propia, Emery sacrific¨® a Trigueros para que Lo Celso o Capou¨¦ hostigaran a Thiago altern¨¢ndose en su marcaje personal. Al rev¨¦s que en Anfield, donde el espa?ol se liber¨® retras¨¢ndose a su campo para escapar de la presi¨®n del Villarreal y desde all¨ª dirigi¨® las operaciones con pases largos, en La Cer¨¢mica no encontr¨® escondites. Perseguido por sus rivales, durante la primera parte sufri¨®. La consecuencia ¡ªla peor crisis del Liverpool en meses¡ª sirvi¨® para calibrar el peso de Thiago en el primer finalista de la Champions.
¡°En la segunda parte encontramos la soluci¨®n porque nos movimos m¨¢s¡±, dijo Klopp, cuando le preguntaron por la causa de la remontada, de 2-0 a 2-3. Si juegas contra un equipo que marca al hombre como el Villarreal y no sabes moverte en el momento oportuno, al final acabas en sus manos. Necesitas que todos se muevan para ofrecerse al compa?ero que lleva el bal¨®n. A Thiago lo presionaron masivamente y muchas veces no encontr¨® l¨ªnea de pase. Porque por ejemplo, Robbo [Robertson] avanz¨® a posiciones demasiado altas como para apoyarle¡±.
Sue?o y sobresalto de Klopp
Klopp fich¨® a Thiago por algo m¨¢s de 20 millones de euros en 2020. El entrenador alem¨¢n ha sido, desde entonces, su mayor valedor y su mayor cr¨ªtico en el club. A Klopp le encanta el Thiago del Bayern, el que, seducido por la astucia de Hansi Flick, dirigi¨® al equipo b¨¢varo a la conquista de la Champions en 2020. Un futbolista que no solo era r¨¢pido para ver el pase clarificador, sino que se mostraba riguroso, disciplinado y capaz de moverse por todo el campo con energ¨ªa constante. En Liverpool, despu¨¦s de dos contagios de la covid, diversas lesiones y un apag¨®n an¨ªmico que coincidi¨® con la ausencia pand¨¦mica de p¨²blico en los estadios, el Thiago ideal se esfum¨® para materializarse en un futbolista que, en opini¨®n de su entrenador, restaba velocidad al juego de un equipo que sin ritmo se convierte en un buen equipo cualquiera. Algo parecido debi¨® pensar Luis Enrique durante la Eurocopa de 2021, porque desde entonces no le volvi¨® a llamar.
Thiago no fue el hombre del partido en La Cer¨¢mica. Pero en la segunda mitad ¡ªcuando ¨¦l y sus compa?eros comenzaron a desplazarse m¨¢s y mejor¡ª volvi¨® a parecerse al futbolista que concibi¨® Flick y so?¨® Klopp. El mismo que el 19 de abril en Anfield hizo que Paul Scholes se levantara de su asiento para despedirle con un aplauso tras el aplastamiento (4-0) del United. Como dijo Gary Neville, otro veterano del Manchester: ¡°No me gustan las palabras malsonantes, pero esta noche Thiago le sac¨® la mierda al United¡±.
Oscilante sin perder el equilibrio, como un bolo, Thiago, recuerda a Seedorf por la relaci¨®n acompasada que su cuerpo establece con la pelota. Incluso en sus peores d¨ªas causa un efecto asombroso y pl¨¢stico. En Anfield, como en Vila-real, dej¨® su sello en una sucesi¨®n de controles, giros y golpeos que le dieron al Liverpool el control de la situaci¨®n en momentos decisivos. Despu¨¦s de dos a?os de penumbra, se ha situado en el umbral de su tercera final de Champions.
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