Un amistoso de rugby entre Espa?a y una selecci¨®n de Nueva Zelanda congrega a un r¨¦cord de 40.000 personas en el Metropolitano
Los ¡®Classic All Blacks¡¯ vencen a Espa?a (26-33) en un duelo que deb¨ªa servir de celebraci¨®n mundialista y que se convirti¨® en un ejercicio de luto y reivindicaci¨®n
Tres a?os despu¨¦s de albergar una final de Champions, el Wanda Metropolitano ha vivido este s¨¢bado otro hito planetario: una ¡®haka¡¯. Una selecci¨®n de leyendas neozelandesas, los Classic All Blacks, la interpret¨® ante la ojipl¨¢tica Espa?a, unos leones heridos tras la sanci¨®n que les deja sin su primer Mundial en 24 a?os por la alineaci¨®n indebida del sudafricano Gavin Van den Berg. Era la ventana que quer¨ªa el rugby espa?ol, con el mayor aforo de su historia: casi 40.000 espectadores. As¨ª lo resume su capit¨¢n, Fernando L¨®pez: ¡°Tendr¨ªa que haber sido una celebraci¨®n absoluta; ahora queremos que se haga justicia, demostrarle a World Rugby que merecemos estar, que los jugadores no tenemos la culpa¡±. El amistoso cumpli¨® el guion: el rugby tiene tal poso en Nueva Zelanda que una selecci¨®n de cuarentones vence (26-33) a una absoluta con nivel para jugar un Mundial.
La sanci¨®n de World Rugby fue una bomba para un grupo que se hab¨ªa ganado la clasificaci¨®n sobre el c¨¦sped, con victorias ante Rumania y Portugal, los dos beneficiados de la deducci¨®n de puntos aplicada. Pidieron la dimisi¨®n del presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Rugby, Alfonso Feij¨®o, que se anunci¨® horas despu¨¦s, en pos de ¡°limpiar¡± la gesti¨®n del rugby nacional. ¡°Fue una desilusi¨®n inmensa, no sab¨ªamos qu¨¦ hacer. No est¨¢bamos preparados para digerirlo; un deportista se prepara para perder un partido, no para algo as¨ª¡±.
Una vez asimilado el golpe, el vestuario no se rinde. ¡°Vamos a intentar pelearlo en los despachos¡±. Su baza es que la sanci¨®n es desproporcionada; que Van den Berg jug¨® unos minutos en dos partidos que Espa?a gan¨® por m¨¢s de 40 puntos. ¡°Al principio la gente pensaba que hicimos trampas, pero fue una estafa. De una cosa a la otra hay un abismo. No somos ningunos tramposos. El castigo que se est¨¢ dando es el m¨¢ximo¡±.
El recurso no puede discutir el hecho probado ¨C que el jugador estuvo fuera del pa¨ªs m¨¢s de los 60 d¨ªas permitidos al a?o para optar a ser seleccionado y que tres personas falsificaron su pasaporte para ocultarlo¨C sino la proporcionalidad de la sanci¨®n. ¡°Tenemos que llegar a un arreglo con la federaci¨®n para ser protagonistas en la apelaci¨®n. Queremos demostrar qui¨¦nes fueron los culpables; ac¨¢ los castigados somos nosotros, los que no hicimos nada¡±.
Espa?a, desaparecida en las grandes esferas del rugby, ha sido noticia mundial tras la sanci¨®n. Parte de la batalla de los jugadores es limpiar esa imagen. ¡°Poco a poco, la gente de otros pa¨ªses se va dando cuenta de que somos v¨ªctimas. Nos hicieron un mal muy grande, no solo a los jugadores, sino a la afici¨®n que deja fines de semana con su familia para ir a los partidos de los Leones¡±. El duelo ante los veteranos de los All Blacks ha sido un ejercicio de limpieza internacional.
Ha pasado casi un mes y la relaci¨®n con Van den Berg es inexistente. ¡°Desapareci¨® del mapa, se borr¨®. Algunos de los chicos le llamaron, pero no contesta¡±. Hay quien cree que si el sudafricano asumiera en primera persona todo lo sucedido descargar¨ªa de culpa a Espa?a y podr¨ªa servir para reducir la sanci¨®n. Para otros, el da?o es ya irreparable. Pese a la contundencia de la decisi¨®n de World Rugby, que incid¨ªa en la reincidencia de Espa?a, el capit¨¢n no pierde la esperanza. ¡°Siempre est¨¢n del lado de los jugadores; si nos escuchan, les demostrar¨ªamos cu¨¢l es la realidad y lo que estamos viviendo¡±.
La del sudafricano fue una de muchas llegadas de jugadores extranjeros a la selecci¨®n, como la del propio L¨®pez, argentino. ¡°Se hace en todas las selecciones del mundo; en los All Blacks hay tonganos, samoanos e incluso australianos. Todo el que viste la camiseta del Le¨®n lo hace al cien por cien por amor a la selecci¨®n, es lo que intentamos transmitir: jugamos por un pa¨ªs y por llevarlo a lo m¨¢s alto¡±. El capit¨¢n defiende el mestizaje. ¡°Es algo muy normal, m¨¢s en Espa?a, un pa¨ªs que enamora¡±. Pero pide, de cara al futuro, ¡°trabajar m¨¢s en el semillero¡± con la base y ¡°no depender tanto de esto¡±.
Pese a esa sensaci¨®n entre luto y reivindicaci¨®n, el privilegio de medirse a la camiseta m¨¢s ilustre del rugby mundial no es menor. ¡°Al final son ¨ªdolos nuestros. Es como una pel¨ªcula, jugar contra los campeones. La oportunidad de estar en primera fila de la ¡®haka¡¯ es incre¨ªble¡±. Tana Umaga, el que fuera capit¨¢n de los All Blacks, lider¨® tambi¨¦n al colectivo de leyendas con campeones del mundo como Conrad Smith o Jerome Kaino, entre los m¨¢s recientes. El listado ilustre de 19 jugadores incluye nombres como Corey Flynn, Nathan Harris, Jarrad Hoeata, Nick Crosswell, San Tuitupou o Luke McAlister.
Precisamente McAlister recibi¨® un placaje memorable de ?lvaro Gimeno, que anot¨® uno de los cuatro ensayos de una Espa?a superada al descanso (5-19) por unos rivales que matizan el paso del tiempo con experiencia. Y talento. Porque las canas no han estropeado la mirilla de Stephen Donald cuando patea. Dio igual el resultado, el p¨²blico acompa?¨® los ensayos neozelandeses con olas. Era una suerte de bienvenida al Mister Marshall del rugby. La selecci¨®n apret¨® al final con tres ensayos seguidos, pero no pudo completar la remontada.
El XV del Le¨®n vivi¨® una noche muy emocional, con clima de despedida. ¡°Si no hay Copa del Mundo, tiene que venir un nuevo proyecto, es lo m¨¢s sensato. Hay que empezar de cero para otros cuatro o cinco a?os de trabajo. Hay jugadores que no van a llegar por edad; podr¨¢n colaborar un poco en el ciclo, pero es el turno de la nueva generaci¨®n¡±.
L¨®pez pide seguir luchando: ¡°Esto no es un final. Hay que ir para adelante con todo. Si no es en esta, en la pr¨®xima Copa del Mundo tenemos que estar como sea¡±. El dilema es si puede el rugby espa?ol recuperarse de dos fases de clasificaci¨®n con un final dram¨¢tico, pues en 2018 Espa?a fue tambi¨¦n apartada por alineaci¨®n indebida. ¡°No tiene por qu¨¦ pagar todo el rugby. Hay que alejar a la gente que no hace bien las cosas y empezar de cero. No podemos dejar que termine todo as¨ª¡±.
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