Verstappen gana en el Gran Premio de Espa?a de Montmel¨® gracias a Checo P¨¦rez

Checo P¨¦rez es un aut¨¦ntico chollo para Red Bull, que llevaba a?os triturando a los pilotos que colocaba al lado de Max Verstappen, y que ha encontrado en el mexicano al complemento perfecto del holand¨¦s, la inequ¨ªvoca piedra angular de su proyecto. Ning¨²n compa?ero de equipo pudo acercarse m¨ªnimamente al rendimiento ofrecido por Verstappen, un killer insaciable al volante acostumbrado a dejar en evidencia a sus vecinos. Sin embargo, P¨¦rez no solo es capaz de acompa?arle y girar casi a su ritmo, tanto los s¨¢bados (cronometrada) como los domingos. El de Jalisco es un escudero de lujo, un corredor capaz de asumir el mando cuando su jefe de filas est¨¢ en apuros, o de echarle un cable cuando el actual campe¨®n lo necesita. Eso qued¨® claro el a?o pasado, en aquel apocal¨ªptico ¨²ltimo Gran Premio de Abu Dabi, en el que P¨¦rez levant¨® un muro ante Lewis Hamilton para que Verstappen se acercara al brit¨¢nico, en el que fue el preludio de uno de los finales del Mundial m¨¢s pol¨¦micos de siempre. Este domingo, en un circuito de Montmel¨® a reventar (123.000 espectadores), al de Guadalajara no le tembl¨® el pulso cuando tuvo que abanderar la ofensiva para pasar a liderar la carrera, y apenas puso peros cuando, por la radio, le pidieron que dejara pasar a su colega. El doblete de Red Bull en el Circuit sin duda jugar¨¢ a favor de Checo cuando llegue el momento de sentarse a hablar de su renovaci¨®n, un tr¨¢mite que se puede dar casi por descontado si tenemos en cuenta qu¨¦ alternativas hay en el mercado.

Red Bull no hace prisioneros y mucho menos cuando ejerce de perseguidor. En un arranque de temporada marcado por el gran momento de Ferrari, la Scuderia se fue de Barcelona con la tiritona, como consecuencia del abandono de Charles Leclerc (vuelta 27), cuando el monegasco se estaba paseando al frente del pelot¨®n. La primera aver¨ªa de Ferrari en lo que va de a?o fue el remate definitivo a una jornada aciaga para la tropa de Maranello, que vio c¨®mo Carlos Sainz se quedaba clavado en el momento de la arrancada, antes de salirse de la pista poco despu¨¦s. El madrile?o termin¨® el cuarto, mientras que Fernando Alonso lo hizo el noveno.

Nadie discute el papel de Verstappen en Red Bull. Esa din¨¢mica se instaur¨® en la compa?¨ªa del b¨²falo rojo desde que lo reclutaron y lo hicieron debutar, en 2015, en Toro Rosso y con Sainz de compa?ero. Desde entonces, el chaval de Hasselt ha ido ganando empaque y lo ha hecho a toda pastilla, hasta convertirse en la referencia de la parrilla. El curso pasado le aguant¨® el pulso a Hamilton y termin¨® dobleg¨¢ndolo; y esta temporada ya ejerce de cabecilla. Y todo ello con domingos como el ¨²ltimo, en el que tuvo que nadar a contracorriente desde el s¨¢bado por los problemas con el aler¨®n trasero m¨®vil (DRS). La cintura de los estrategas de Red Bull, que le llamaron al taller para superar all¨ª a Russell (vuelta 29), y la obediencia de P¨¦rez cuando le pidieron que lo dejara pasar ¨D¡±me parece injusto, pero lo har¨¦¡±, dijo¨D, hicieron posible que Verstappen lograra su cuarto triunfo en seis carreras, y que, adem¨¢s, se colocara al frente de la tabla de puntos. La tercera posici¨®n de Russell, muy solvente durante todo el fin de semana, y la remontada de Hamilton ¨Dpas¨® de la ¨²ltima plaza a la quinta¨D llevan a intuir que Mercedes empieza a ofrecer una versi¨®n m¨ªnimamente parecida a la que se espera de las Flechas de Plata.

¡°Estoy contento por el equipo, pero tenemos que hablar despu¨¦s¡±, solt¨® P¨¦rez, por la radio nada m¨¢s cruzar la meta. ¡°Gracias a Checo, es un compa?ero de equipo fant¨¢stico¡±, lo pirope¨® el ganador de una prueba que hist¨®ricamente nunca fue de las m¨¢s divertidas del calendario, pero que en esta ocasi¨®n llev¨® al delirio a todo aquel lo suficientemente valiente para acercarse a Montmel¨®, bajo una solana que cay¨® de punta durante todo el d¨ªa.

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