Alcaraz se agranda ante Ramos y el abismo
El murciano, de 19 a?os, se impone al catal¨¢n en un duelo ag¨®nico decidido tras 4h 34m y en el que tuvo que salvar una bola de partido: 6-1, 6-7(7), 5-7, 7-6(2) y 6-4
La liberaci¨®n llega en forma de ace, a lo grande. En realidad, no pod¨ªa ser de otra manera. No cuando se trata de Carlos Alcaraz, que persigue la bola como un guepardo, repele los zarpazos de Albert Ramos y a base de fe, coraz¨®n y una exacerbada convicci¨®n logra el punto (y el break) con el que consigue romper la camisa de fuerza despu¨¦s de 4h 34m de toma y daca. Al final, queda en pie ¨¦l ¨Ccitado este viernes con Sebastian Korda, el ¨²nico que ha logrado rendirle esta temporada sobre polvo de ladrillo¨C y maldice el catal¨¢n, raquetazo al suelo y frustraci¨®n. Lo ha hecho pr¨¢cticamente todo bien, pero el alud se lo lleva por delante: 6-1, 6-7(7), 5-7, 7-6(2) y 6-4. Escapa el murciano, que ha pasado un mal rato de a¨²pa. Ha estado a un tris de salir del grande franc¨¦s, pero prevaleci¨® su luz, una dicotom¨ªa radical: tantos golpes ganadores (74) como errores.
¡±Sab¨ªa que si salvaba esa bola de partido tendr¨ªa mis oportunidades, y en el tie-break he sido muy agresivo. Esa bola lo ha cambiado todo¡±, dice a pie de pista, la coqueta Simonne Mathieu, edificada junto a los invernaderos del Jard¨ªn des Serres; ¡°esto no hubiera sido posible sin este p¨²blico, porque me siento como en casa. Siento su apoyo en cada punto¡±, a?ade agradecido tras un episodio resuelto a base de orgullo, en el que Ramos le ha sometido y ¨¦l, por momentos, ha perdido el brillo de este estruendoso a?o que se resume en 30 triunfos, 12 sucesivos en tierra desde que abriera el mel¨®n en el God¨®.
Hab¨ªa comenzado Alcaraz como los ¨¢ngeles, dominando la situaci¨®n e imponiendo su velocidad de crucero, desbordando a Ramos con derechazos limpios y profundos que le permitieron decantar el primer parcial en solo 26 minutos. Hab¨ªa cogido el murciano perfectamente las riendas, o eso parec¨ªa. Hasta ah¨ª, todo en orden para ¨¦l, que no para Ramos, un veterano que compite de manera silenciosa, como la buena electr¨®nica japonesa. No hace el ruido el catal¨¢n, pero conoce como pocos los exigentes c¨®digos de la tierra batida. Basta con echar un vistazo a su palmar¨¦s: cuatro trofeos, los cuatro sobre arcilla, condimentada la pericia con seis finales m¨¢s. Cosa seria.
El ¨²ltimo t¨ªtulo lleg¨® en febrero. Lo elev¨® en C¨®rdoba, Argentina, y despu¨¦s se meti¨® en un agujero. Es decir, nada hac¨ªa presagiar que pudiera meterle en un l¨ªo de verdad a Alcaraz, teniendo en cuenta el trazado de uno y otro en la gira primaveral, caminos invertidos: a excepci¨®n de la tercera ronda en Montecarlo y la cuarta en Estoril, Ramos enfil¨® la salida a la primera en el resto de los torneos (Marrakech, Barcelona, Madrid, Roma y Ginebra). Sin embargo, un Grand Slam es un Grand Slam, y esconde un sinf¨ªn de minas en el recorrido. La primera semana est¨¢ plagada de emboscadas y no son pocos los que pisan el cepo o se asoman al precipicio.
Caras de circunstancias
La noche anterior, el griego Stefanos Tsitsipas, finalista el curso pasado, hab¨ªa escapado a una situaci¨®n l¨ªmite ¨Cdos sets por debajo¨C y casi en paralelo, hab¨ªa sido Alexander Zverev ¨Clo mismo, anulando un punto de partido¨C el que hab¨ªa salvado el pescuezo por los pelos. No hay tregua en Roland Garros. Bien lo sabe Ramos, tenista bregado, zurdo inteligente, ducho y m¨¢s sobre arena, y est¨¢ descubri¨¦ndolo Alcaraz, que en la segunda manga dej¨® escapar un par de trenes ¨Cdoble opci¨®n de break, en dos turnos al resto consecutivos¨C y meti¨® los pies en un aut¨¦ntico cenagal. Desperdiciada la oportunidad, el desarrollo posterior se convirti¨® en un laberinto sin puertas para ¨¦l. Un mal viaje entre sudores fr¨ªos.
Welcome to the @alcarazcarlos03 show ?#RolandGarros pic.twitter.com/fVbODNenSl
— Roland-Garros (@rolandgarros) May 25, 2022
Alcaraz acostumbra a acompa?ar su juego de una expresividad alegre, pero en esta ocasi¨®n gesticul¨®, protest¨®, se flagel¨®, llegando al soliloquio m¨¢s de una vez, hablando consigo mismo y haciendo m¨¢s de un aspaviento en direcci¨®n a su banquillo: ¡°?Pero qu¨¦ haces, Carlos, qu¨¦ haces!¡±. Y ah¨ª, en el box, caras largas de circunstancias, gestos de preocupaci¨®n. El chico no solo no lograba darle la vuelta a la historia, sino que Ramos apretaba y apretaba, enroscando la bola con ese drive pesado que revoluciona y dispara la pelota, haciendo que coja altura, muy complicada de contrarrestar si tiene el d¨ªa. Y lo ten¨ªa el catal¨¢n.
3-0 en el quinto parcial
Llev¨® Ramos el litigio hacia el lugar que m¨¢s le interesaba, el sitio en el que se acent¨²an los 15 a?os de diferencia entre uno y otro. Hacia la duda. De repente, un interrogante may¨²sculo en Par¨ªs, en esa mollera por hacer. Logr¨® que Alcaraz perdiera la chispa y se precipitara de tanto hacerle pensar y pensar, de darle vueltas al tarro. Demasiada zozobra, excesivo desasosiego. Vieja escuela, astuto el de Matar¨®. Ojos en ¨®rbita y pu?os estrujados: ¡°?Vamos! ?Vamos! ?Vamos!¡±. Dif¨ªcil frenar a un tenista cuando est¨¢ as¨ª. Al tercer intento igual¨® el pulso y luego embisti¨® como un Miura, pero Alcaraz, a un cent¨ªmetro del abismo ya, se revolvi¨®. Se?or partidazo en la Mathieu.
El murciano salv¨® un punto de partido y a continuaci¨®n fue el catal¨¢n el que abort¨® tres de set, pero en el desempate el joven se creci¨® y fue superior. As¨ª que vuelta a empezar, a cara o cruz. Y corazones a mil. No desisti¨® Ramos, tampoco lo hizo Alcaraz: del 3-0 adverso al 4-3 a su favor, y de ah¨ª al 4-4. M¨¢s y m¨¢s le?a al horno, de sopapo en sopapo los dos hasta que lleg¨® el giro terminal, esas zancadas de un lado a otro de Carlitos, ese instinto de supervivencia, esa fe y esa volea a la red del rival que decidi¨®. La pista patas arriba, temblor en el Bois de Boulogne.
A la hora de la verdad, pes¨® m¨¢s la rebeld¨ªa que la veteran¨ªa y Par¨ªs, que algo sabe de ¨¦pica y enso?aciones, empieza a comprobar de verdad c¨®mo se las gasta el heredero. Sufridor y escapista esta vez.
¡°GANAR AS? ME HACE MEJOR JUGADOR¡±
Nunca antes había estado Carlos Alcaraz en una pista de tenis. No al menos en competición, como así quiso recordar ante los periodistas. “Fue el partido más largo de mi carrera y durísimo, pero me servirá de ayuda. Àlex Corretja me dijo que estas victorias son las que te hacen un gran hombre, un gran jugador”, indicó ante los periodistas el prodigioso jugador de El Palmar.
El murciano elogió el juego de Ramos y redujo su triunfo a una cuestión de fe. “Albert me estaba comiendo de fondo, pero siempre creí en mí mismo, en que podía darle la vuelta, porque cerrar los partidos es una de las cosas más difíciles que hay en el tenis y sabía que tendría mi oportunidad”, continuó, concediéndole un valor extra a la victoria por cómo llegó.
“Me tomo lo que ha pasado como una lección. Se trata de aprender y creo que en un futuro, incluso ya, mañana, me valdrá para saber qué tengo que mejorar”, añadió; “la pongo como una gran victoria por el hecho de saber qué ha pasado y cambiarlo. Por aceptar que no estaba jugando brillante y aun así intentar poner al otro en problemas y acabar ganando. Es una de mis mejores victorias por eso”.
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