El drama del Deportivo no tiene fin
El equipo coru?¨¦s pierde en casa y en la pr¨®rroga la final del ascenso a Segunda ante el Albacete tras ir ganando y sumar¨¢ otro curso fuera del f¨²tbol profesional. El Villarreal B tambi¨¦n sube
El drama regres¨® una vez m¨¢s a Riazor, donde el Deportivo se qued¨® en la orilla del regreso al f¨²tbol profesional. Sucumbi¨® el hist¨®rico equipo gallego en la pr¨®rroga ante el Albacete, al que no val¨ªa el empate y venci¨® (1-2) ante la frustraci¨®n colectiva de una afici¨®n y una ciudad volcada con el equipo como en sus mejores tiempos, ahora m¨¢s lejanos que nunca. En la otra final de la promoci¨®n de ascenso a Segunda, el Villarreal B gan¨® al N¨¤stic de Tarragona (2-0) con dos goles de Jackson (52¡ä y 94¡ä). El filial amarillo regresa 10 a?os despu¨¦s a la categor¨ªa de plata. Entonces cay¨® por el descenso del primer equipo.
El ascenso en A Coru?a ten¨ªa tanto de alivio como de triunfo. El Deportivo, que ya hab¨ªa bajado del segundo escal¨®n del f¨²tbol espa?ol en 1974 y 1980, nunca hab¨ªa pasado dos campa?as consecutivas en la tercera categor¨ªa. La experiencia fue tan dura como se podr¨ªa imaginar para uno de los nueve campeones de Liga, pero la pasi¨®n no se perdi¨® en ese camino. El Deportivo tiene m¨¢s de 20.000 abonados y Riazor colg¨® el cartel de no hay billetes en el duelo decisivo para escapar de la Primera RFEF.
La historia del club dice que al Deportivo jam¨¢s le result¨® sencillo lograr sus objetivos. La entidad todav¨ªa arrastra 55 millones de euros de deuda, pero la sensaci¨®n en A Coru?a es que la mochila pesa menos desde que Abanca, el banco nacido de las cenizas de las cajas de ahorro gallegas y controlado por el venezolano Juan Carlos Escotet, pas¨® de m¨¢ximo acreedor a due?o. Por el camino se perdi¨® la propiedad colectiva repartida en peque?as participaciones accionariales. Se fue por el desag¨¹e con la ambici¨®n de Fernando Vidal por ser presidente. Exdirectivo en la ¨¦poca de Tino Fern¨¢ndez, Vidal acab¨® por orillarse del equipo que rescat¨® y orden¨® al Deportivo de los 160 millones de euros de deuda. En diciembre de 2019, con Paco Zas, el sucesor de Fern¨¢ndez al frente de un equipo en la cola de Segunda Divisi¨®n, se present¨® con una soluci¨®n para invertir un mill¨®n de euros en el mercado de invierno. El dinero lo pon¨ªa Abanca, que suscribir¨ªa un cr¨¦dito participativo de 5 millones para convertirse, de paso, en propietaria del club.
Los refuerzos apenas aportaron al equipo. S¨ª lo hizo Fernando V¨¢zquez, el elegido del nuevo presidente para tratar de ganarse a un sector de la afici¨®n. Y el t¨¦cnico reaviv¨® al equipo, pero no bast¨®: el Deportivo descendi¨® entre la pol¨¦mica generada en la ¨²ltima jornada que no fue unificada debido a un contagio masivo de covid en el Fuenlabrada.
Tras su estreno en Segunda B con una ag¨®nica victoria ante el Salamanca, V¨¢zquez comi¨® al d¨ªa siguiente con un par de amigos. ¡°Te echar¨¢n en cuanto pierdas dos partidos¡±, le advirti¨® uno de ellos. Eso fue exactamente lo que ocurri¨®. Entre Vidal y su director deportivo Richard Barral hab¨ªan armado un plantel veterano plagado de futbolistas sin experiencia en la categor¨ªa y un coste salarial disparatado. Firmaron, adem¨¢s, contratos de larga duraci¨®n a jugadores de rendimiento ¨ªnfimo. Por lo que tras nueve jornadas, V¨¢zquez sali¨® para dejar paso a Rub¨¦n de la Barrera, un entrenador coru?¨¦s con un libreto radicalmente diferente. Cambiar de caballo en mitad del r¨ªo supuso encadenar cuatro partidos sin ganar y echar por tierra las opciones de acceder a la liguilla para llegar al playoff de ascenso en un campeonato expr¨¦s. Por lo que Abanca le ense?¨® la puerta de salida primero a Vidal y despu¨¦s a Barral. El fiasco le cost¨® al banco 12 millones que sufrag¨® mediante otro cr¨¦dito que aumentaba su participaci¨®n en la entidad.
Un ERE para empezar la temporada
El Deportivo se articula hoy en torno a un Consejo de Administraci¨®n remunerado y presidido por Antonio Couceiro, un expol¨ªtico y presidente de la c¨¢mara de comercio local que carece de bagaje futbol¨ªstico y, en realidad, ejerce como un portavoz. La gesti¨®n est¨¢ en manos de un ejecutivo del banco, David Villasuso, un tipo que puede pasear por A Coru?a sin que le reconozcan. El club, tras varios a?os de convulsiones, agradece un perfil bajo que, sin embargo, no tiembla a la hora de tomar decisiones: la temporada empez¨® con un ERE para liquidar el oneroso legado en el vestuario y algunos contratos de trabajadores de larga trayectoria. En lo deportivo tampoco hubo prevenciones y se le encarg¨® el plantel y la elecci¨®n del entrenador a Carlos Rosende, que dos a?os antes trabajaba como periodista. Rosende, que acaba de cumplir 34 a?os, entr¨® en el club en el verano de 2019 para encargarse de la captaci¨®n de talentos en el f¨²tbol base, pero su rigor, pasi¨®n, prudencia, conocimiento y frescura casaban con la nueva l¨ªnea que buscaba Villasuso.
Un plan radicalmente diferente al que hab¨ªa fracasado el a?o anterior en A Coru?a. Llegaron futbolistas con tablas en la categor¨ªa, talento joven a pr¨¦stamo al que se agregaron los estandartes del equipo juvenil que acababa de ser campe¨®n de Espa?a. Varios veteranos sobrevivieron al proyecto anterior (H¨¦ctor Hern¨¢ndez, Borja Granero, Miku o el eterno capit¨¢n ?lex Berganti?os). Y en el banquillo, Borja Jim¨¦nez, de 37 a?os, sin pasado como futbolista, aunque ya hab¨ªa ascendido a Segunda con el Mirand¨¦s y el Cartagena, un tipo con un car¨¢cter fuerte en la caseta, pero que no deja de sonre¨ªr en las ruedas de prensa. Hasta que lleg¨® un nuevo final te?ido de dolor. Ah¨ª, donde se festej¨® un t¨ªtulo de Liga y m¨²ltiples haza?as continentales, donde tambi¨¦n se masticaron duras derrotas, el Deportivo se qued¨® en la orilla de un regreso que era esperado y necesario, pero por el que habr¨¢ que aguardar al menos un a?o m¨¢s.
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