El otro US Open que se juega en Brookline: PGA Tour contra liga saud¨ª
Los hombres fuertes del circuito americano acaparan el protagonismo frente a los rebeldes de LIV Golf
A Charles Barkley, leyenda de la NBA, le preguntaron el viernes por la noche en una emisi¨®n de YouTube su opini¨®n sobre la liga saud¨ª de golf. ¡°Por 150 millones de d¨®lares, ?yo matar¨ªa a un familiar!¡±. Despu¨¦s de las risas, El Gordo prosigui¨®: ¡°Oye, hablo en serio. Phil Mickelson recibi¨® 200 millones de d¨®lares y Dustin Johnson, 150. ?Por 150 millones de d¨®lares matar¨ªa a un pariente, incluso a uno que me gustara!¡±.
La guerra en el golf entre el circuito americano y la liga saud¨ª ha traspasado fronteras. En el US Open que se disputa en Brookline (Massachusetts), el conflicto por el poder late detr¨¢s de una apasionante competici¨®n deportiva. El PGA Tour ha expulsado de sus torneos a los rebeldes que cambiaron de bando, pero el Abierto de Estados Unidos, como los otros tres grandes (Masters, PGA y Open Brit¨¢nico) est¨¢ fuera de su jurisdicci¨®n. Se encuentra bajo el paraguas de la USGA (la federaci¨®n de golf de EE UU), y esta de momento, igual que los rectores de las dem¨¢s citas del Grand Slam, permite que convivan en el campo los fieles al circuito americano y los insurrectos. Ese es el otro US Open que se juega en Brookline, el de saber de qu¨¦ lado est¨¢ el campe¨®n que este domingo levante la jarra y se guarde en el bolsillo un cheque engordado de 3,15 millones de d¨®lares, frente a los 2,2 del curso pasado (el sudafricano Charl Schwartzel se llev¨® 4,75 como primer vencedor en la liga saud¨ª).
La balanza se decantaba despu¨¦s de las dos primeras rondas por los chicos buenos del PGA Tour. Los tres primeros de la clasificaci¨®n mundial, Scottie Scheffler, Jon Rahm y Rory McIlroy, se hicieron fuertes en los puestos de honor, liderada la tabla entonces por Collin Morikawa, n¨²mero siete del mundo. Los cuatro son pesos pesados posicionados por ahora del lado del circuito estadounidense. Entre las figuras de la otra orilla, hab¨ªa que bajar al puesto 31 para encontrar a Dustin Johnson, mientras que Sergio Garc¨ªa y Phil Mickelson no pasaron el corte.
LIV Golf, la empresa que ha montado la liga saud¨ª, est¨¢ muy atenta a sus muchachos. ¡°?Feliz cumplea?os, Lefty!¡±, tuite¨® su cuenta oficial el jueves, d¨ªa que Mickelson, el Zurdito, cumpl¨ªa 52 a?os. La pr¨®xima semana puede haber nuevos compa?eros de viaje.
La batalla de la imagen tambi¨¦n cuenta en este cara a cara entre el poder tradicional y el nuevo rico. El comisionado del PGA Tour, Jay Monahan, ahora en el ojo del hurac¨¢n, se apresur¨® el domingo pasado a felicitar en persona a Rory McIlroy por su victoria en el Open de Canad¨¢, un d¨ªa despu¨¦s de la cita inaugural de LIV Golf en Londres. Para el circuito americano fue un golpe de efecto. McIlroy es uno de los hombres fuertes de la organizaci¨®n, el ¨²nico junto a Rahm y Justin Thomas que ha mostrado sin titubeos su apoyo a la casa madre. Ahora se deja ver en el US Open, en busca de su quinto grande despu¨¦s de ocho a?os de sequ¨ªa en los majors. ¡°Quiero que esto no sea f¨¢cil. Quiero que alguien haga 65 golpes para obligarme a m¨ª a hacer 64¡å, solt¨® McIlroy despu¨¦s de la segunda jornada.
Ese es uno de los argumentos de hierro de los defensores del statu quo. ¡°Quiero competir contra los mejores del mundo, y est¨¢n aqu¨ª¡±, apunt¨® Rahm, tambi¨¦n sondeado en su d¨ªa sobre la posibilidad de unirse a la rebeli¨®n. El vasco, que defiende el t¨ªtulo en el Abierto americano, remiti¨® a su agencia de representaci¨®n. Puerta cerrada a un formato que ¨¦l no considera golf de verdad (tres jornadas, sin corte y una plantilla de solo 48 golfistas) y en el que no hay rastro de historia. En la cuenta bancaria no hay comparaci¨®n entre la monta?a de oro que ofrece LIV Golf y unos premios en el circuito americano y en los grandes que a¨²n sin llegar a esas cifras tambi¨¦n son muy jugosos. Tan cierto como que en el plano deportivo no hay discusi¨®n sobre el inmenso valor de un torneo como este US Open, en el que las estrellas luchan por una gloria tambi¨¦n muy bien pagada.
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