Una parada gloriosa: El Barcelona de balonmano gana la Champions en los penaltis

?lex Dujshebaev contra Gonzalo P¨¦rez de Vargas. Dos Hispanos por una Champions. La gloria fue para el portero y la eternidad para el Barcelona, que levant¨® su und¨¦cima Copa de Europa despu¨¦s de sobrevivir a una tarde claustrof¨®bica en Colonia. La tanda de penaltis resolvi¨® la Final Four y un solo fallo, el del santanderino, el hombre que hab¨ªa metido a los azulgranas en una habitaci¨®n a oscuras, oblig¨¢ndoles a comerse una caja de clavos por el ritmo lento, cansino y exasperante, inclin¨® el duelo en el Lanxess Arena.

Ya la hab¨ªa tenido ?lex Dujshebaev en el ¨²ltimo lanzamiento de la pr¨®rroga, pero su disparo se march¨® fuera. Antes, el Kielce hab¨ªa cazado sobre la bocina el tiempo extra con un tanto de Karalek (MVP del fin de semana). No cab¨ªa m¨¢s drama en el pabell¨®n. Laporta no aguantaba sentado. Hasta que la final se aboc¨® a la ¨¦pica y tragedia de una tanda de penaltis que result¨® inevitable para decidir un choque angustioso.

A ese momento de thriller, los dos metas, P¨¦rez de Vargas y Wolff, dos gallos de primera en el balonmano mundial, llegaron empatados a todo: 12 paradas y un 27% de acierto. N¨²meros discretos. En sus extremidades qued¨®. Dos tiros toc¨® Wolff, pero acabaron dentro. Solo uno Gonzalo, con la pierna derecha, y vali¨® una Champions. El acierto de Fabregas en el quinto turno cerr¨® la intriga y explot¨® el Barcelona.

Los cul¨¦s abrocharon a lo grande una temporada en la que pocos vaticinaban una cumbre de estas dimensiones. Por el traum¨¢tico relevo en el banquillo (Carlos Ortega sustituy¨® a Xavi Pascual, destituido tras ganarlo todo el curso pasado), por las salidas de algunos jugadores clave (Ra¨²l Entrerr¨ªos, Aron Palmarsson, Cedric Sorhaindo y Kevin Moller, entre otros) y por las dudas que fue dejando el equipo, derrotado en varios partidos del primer tramo europeo (los dos duelos ante el Kielce, por ejemplo). No fue durante todo el a?o ese Barcelona que desataba el p¨¢nico en los rivales, ni mucho menos. Sin embargo, el bot¨ªn termin¨® siendo el mismo. Encontr¨® la fiabilidad suficiente para regresar a la Final Four, y en el desfiladero de dos partidos en solo 24 horas, en el aqu¨ª y ahora de Colonia, sali¨® triunfal de ambos envites. La cita en la que derrap¨® varias veces termin¨® siendo esta vez un lugar de ¨¦xtasis. Nadie hab¨ªa repetido t¨ªtulo desde que el torneo se decide bajo el formato de final a cuatro. Lo consigui¨® el rey de Europa.

La sesi¨®n empez¨® con buena letra para el Bar?a. Robaba atr¨¢s, pod¨ªa estirarse de vez en cuando y segu¨ªa encontrando a los extremos. Otra vez Aleix G¨®mez (seis goles en siete lanzamientos en el intermedio) con el ventilador encendido y con la escolta en la orilla izquierda de ?ngel Fern¨¢ndez. Los azulgranas empezaron s¨®lidos y dando tambi¨¦n con soluciones en el ataque est¨¢tico, un pozo del que no hab¨ªa sacado mucha agua durante el curso. No hab¨ªa pegas para el arranque de los muchachos de Carlos Ortega, a los que no les cost¨® tomar ventajas de tres goles.

En la banda del Kielce, el volc¨¢nico Talant Dujshebaev se mov¨ªa tranquilo, sin excesivas inquietudes en apariencia. Su calma sorprend¨ªa en alguien como ¨¦l. Hasta el minuto 12, con 7-5 abajo, no dio carrete a sus v¨¢stagos (?lex y Dani). Y, poco a poco, como si el t¨¦cnico tuviera claro qu¨¦, c¨®mo y cu¨¢ndo, el encuentro se fue nivelando porque el ataque est¨¢tico de los cul¨¦s dej¨® de fluir y Vujovic se desplegaba sin fallo (cuatro tantos al descanso).

Y ah¨ª qued¨® todo encharcado. Cada ataque del conjunto polaco era un canto a la lentitud, como un ni?o masticando 30 veces un trozo de carne. Pero ese era su plan. El Bar?a no pod¨ªa correr porque, si no, estaban muertos. Pasara lo que pasara, ?lex Dujshebaev levantaba el brazo y ped¨ªa calma a los suyos. La tarde se puso pantanosa para el Barcelona, que perdi¨® la iniciativa en el marcador con ventajas, eso s¨ª, siempre cortas. Y esa, a la postre, fue una v¨ªa de fuga del Kielce, que desperdici¨® hasta cinco ocasiones para irse por dos goles. Fall¨® posesiones y tambi¨¦n P¨¦rez de Vargas se hizo presente. No tuvo muchas intervenciones, pero s¨ª las suficientes para sostener a un Bar?a que sufr¨ªa y, no obstante, resist¨ªa.

Ese fue el m¨¦rito de los cul¨¦s: saber adaptarse a lo que hab¨ªa, tambi¨¦n sin Luka Cindric, in¨¦dito tras el descanso por problemas f¨ªsicos. Padec¨ªa, pero segu¨ªa muy vivo. Con la producci¨®n de Ari?o y N¡¯Guessan, la aparici¨®n muy importante de Melvyn Richardson en la direcci¨®n del equipo, y siempre con Aleix G¨®mez, 10 goles al final del extremo (12 se apunt¨® en las semifinales).

Incluso pudo resolver el Bar?a en un descuido del Kielce antes de llegar a la pr¨®rroga. Con uno m¨¢s y posesi¨®n, a Dika Mem se le fue por un palmo y le dio una vida extra a los muchachos de Talant Dujshebaev, que encontraron a Karalek en el ¨²ltimo segundo para atrapar la prolongaci¨®n. M¨¢s drama, m¨¢s madera. As¨ª hasta que P¨¦rez de Vargas amarg¨® a ?lex Dujshebaev y el Barcelona levant¨® una Champions que, m¨¢s que nunca, le sabe a gloria despu¨¦s de un camino tan pedregoso.

Barcelona, 32 (5) - Kielce, 32 (3)

Barcelona: P¨¦rez de Vargas (Maciel); Alex G¨®mez (10, 6p), Dika Mem (6,1p), F¨¤bregas (2, 1p), Cindric, N¡¯Guessan (4) y Fern¨¢ndez (3); Petrus (1), Richardson (3,1p), Makuc (1), Janc (1), Ari?o (3), Langaro (1), Ben Ali y Ali Zen (2,1p).

Kielce: Wolff (Kornecky), Moryto (6p), Vujoivic (4), Gebala, Karaci (4,1p) Nahi (2), Migall¨®n -equipo inicial-; Kulesh (4), Sicko (2), Tournat (2), ?lex Dujshebaev (4), Karakec (3), Dani Dujshebaev (4,1p), Paczkoski y Olejniczack.

?rbitros: Gubica y Molosevic.

Marcador: 4-2, 6-3, 8-6, 10-8, 12-12, 14-13 (descanso); 16-16, 19-18, 20-21, 23-24, 25-25, 28-28 (final); 32-32 (pr¨®rroga) y 5-3 penaltis (Aleix G¨®mez, gol; Moryto, gol; Mem, gol; Karacic, gol; Richardson gol; ?lex Dujshebaev, falla; Ali Zein, gol; Dani Dujshebaev, gol; Fabregas, gol).

Laxess Arena Colonia. 19.250 espectadores.

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