Victoria y catarsis de Dylan Groenewegen en la tercera etapa del Tour de Francia
Un d¨ªa despu¨¦s de la victoria del neerland¨¦s Fabio Jakobsen se impone al sprint el ciclista que fue suspendido nueve meses por enviar a este contra las vallas y al hospital en el Tour de Polonia


El pelot¨®n desciende Jutlandia, de norte a sur, y los ge¨®logos precisan que s¨ª, que descienden es el verbo exacto, porque est¨¢ m¨¢s alto el norte que el sur de la pen¨ªnsula, formada con suelo prestado, sedimentos que los r¨ªos escandinavos han ido depositando desde las tierras altas de Noruega y Suecia, y hace sol, y una brisa agradable, y es domingo, d¨ªa de fiesta, la gente en el agua fr¨ªa del B¨¢ltico antes de desayunar y en las cunetas al mediod¨ªa, y el pelot¨®n se relaja, hasta se adormece, ocupa la carretera de lado a lado, y observando tal placidez, y el paseo triunfal de un solo dan¨¦s en cabeza, Magnus Cort Nielsen, vestido con los lunares conseguidos por haber coronado el primero las seis cuestas puntuables de las etapas danesas, 362 metros de ascensi¨®n entre las seis, los inquietos se preguntan, pero de d¨®nde salieron entonces los feroces vikingos, d¨®nde est¨¢n las nieblas y los misterios y los olores, si olvidados Andersen, Sorensen, Riis, Rasmussen, todos los ciclistas daneses de ahora tienen la cara limpia y mirada dulce de adolescente, como el Jonas Vingegaard al que todos alaban y proclaman ¨²nico rival de Pogacar. ?D¨®nde est¨¢ la tragedia?, ?sali¨® todo del mag¨ªn de Shakespeare?
Hay tragedias y tragedias, responde el listo. No son necesarias tormentas ni rayos ni sangre reciente. Una herida abierta hace dos a?os. Un error. Un golpe en la puerta desencadena el fin del conflicto, un cambio de ritmo, un tramo de adoquines a 10 kil¨®metros, un estrechamiento, un embudo, una ca¨ªda, un hueco imposible pasando a Sagan y Van Aert, y un golpe de ri?ones en el sprint, el sill¨ªn en la barriga a 65 por hora, los brazos estirados hasta el imposible, el manillar, la rueda delantera, hace triunfar a la justicia po¨¦tica, dos, tres cent¨ªmetros.
Y la catarsis: Dylan Groenewegen deja la bici apoyada en la barrera, se sienta en el bordillo, baja la cabeza, empieza a llorar, y se levanta, y detr¨¢s de las vallas aparece su padre, que se lo come a besos y a m¨¢s llantos. Es la quinta victoria en sus Tours del sprinter neerland¨¦s, un coloso ancho y musculoso que hace a?o y medio purg¨® una suspensi¨®n de nueve meses por haber estrellado contra las barreras desvencijadas del Tour de Polonia a su rival en el sprint, y compatriota, Fabio Jakobsen, que pas¨® dos d¨ªas en coma con la cara rota, sin dientes. Jakobsen gan¨® el s¨¢bado. Groenewegen, el domingo. Ambos en Dinamarca. Jakobsen no le ha perdonado a Groenewegen. Groenewegen quiere pasar p¨¢gina, ¡°la p¨¢gina m¨¢s negra de mi carrera¡±, dice. ¡°Fabio es un chaval mentalmente muy fuerte. Su recuperaci¨®n lo demuestra. Me alegr¨® mucho que ganara el s¨¢bado. Le felicito. Y hoy gano yo¡ As¨ª es la vida¡±.
La escena es ya redonda. Jakobsen no habla. Groenewegen llora y se cuerda de su padre, que le quer¨ªa antes del incidente y le quiere m¨¢s despu¨¦s, y de su nuevo equipo, el Bike Exchange, que confi¨® en ¨¦l cuando se sent¨ªa un apestado. Un nuevo invitado, el perejil del Tour podr¨ªa decirse, completa el cuadro. A Wout van Aert, segundo en el sprint del s¨¢bado y segundo en el sprint del domingo, y tambi¨¦n segundo en la contrarreloj del viernes, y en su buen cuerpo entran a la vez el maillot verde y el maillot amarillo, le introduce Groenewegen, que cuenta c¨®mo, cuando los dos estaban en el Jumbo, el belga le dijo que cuando no estuviera seguro de haber ganado un sprint lo que ten¨ªa que hacer era ponerse a celebrarlo como un loco, y que ¨¦l hizo eso hasta los besos de su padre. Pero Van Aert no est¨¢ para muchas bromas. Reconoce a rega?adientes que Groenewegen fuera m¨¢s r¨¢pido que ¨¦l. ¡°Me ha ganado porque me he equivocado yo al mantenerme demasiado tiempo en la rueda de Kristoff¡±, dice Van Aert, que libra en su interior, en su ego tan enorme, tambi¨¦n una dura batalla entre la alegr¨ªa por haber logrado su sue?o de vestir de amarillo en el Tour y por lo bien enfilada que lleva la conquista del maillot verde, y la decepci¨®n por haber sido derrotado tres d¨ªas seguidos. ¡°Y cada vez he perdido por menos¡±, dice. ¡°Deber¨ªa estar muy contento, pero soy, sobre todo, un ganador, y duele no haber ganado a¨²n¡±.
El Tour vol¨® el domingo por la noche hasta Lille. En Francia ya el pelot¨®n volver¨¢ a pedalear el martes. Los favoritos tiemblan. Llega el pav¨¦s, se acab¨® el olor tan dulce de Dinamarca, las amapolas en los trigales, el mar pl¨¢cido. Van Aert sonr¨ªe como sonr¨ªen los chacales. Huele sangre, huele victoria.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
